- 03/05/2012 02:00
FRANCIA.. A cuatro días de la elección, en el único cara cara de las presidenciales francesas, Nicolas Sarkozy y el socialista François Hollande se enfrentaron ayer en la última contienda antes de la decisión final, la que dará el electorado el domingo 6 de mayo.
El impetuoso presidente de Francia desde 2007 y el hombre que representa la esperanza de los socialistas, participaron de un debate retransmitido por TF1 y France 2.
A las 9 pm del país europeo (2 pm en Panamá), los dos candidatos ya estaban sentados en el estudio 107, en La Plaine-Saint Denis (próximo a París). Con un escenario sin estridencias, con polimetacrilato y la imagen del palacio del Elíseo de fondo, Hollande mostró por primera vez confianza: ‘Seré quien devuelva a Francia el crecimiento’, dijo. Rápido de reflejos, Sarkozy tiró la última bala para repuntar la intención de voto: ‘Es una elección histórica, Francia no tiene derecho a cometer errores’.
Por más de dos horas, con la dirección de Laurence Ferrari y David Pujadas, alternaron posiciones sobre economía, sociedad, instituciones y política exterior. Resultó un debate brillante, duro, con ironía, interrupciones y enfados.
ECONOMÍA, LA CUESTIÓN
El programa económico es el principal contrapunto entre los candidatos: son dos modelos de país. Y dos Europas distintas.
Hollande defendió ayer la subida de impuestos para los ricos. Y reprochó a Sarkozy que haya permito que los que más ganan hayan pagado menos. El Presidente de Francia inquirió: ‘¿Es usted consciente de que estamos en un mundo abierto? ¿Quiere que todo el mundo se vaya? Francia es con Suecia donde hay más impuestos. ¿Quiere seguir aumentándolos?’.
Europa fue otro eje, uno de los más importantes. Los 27 países de la UE están expectantes de quién será la pareja de baile de Angela Merkel: ¿un Sarkozy más obediente al pacto fiscal o un Hollande que quiere condicionarlo al crecimiento?
Para Hollande, Europa es un continente abierto. Para Sarkozy, un ‘pasillo’ lleno de inmigrantes. El primero considera que hay países débiles necesitados de ayuda y estados fuertes en la obligación de concederla. El segundo, ve buenos y malos alumnos, que deben aprender y enmendar errores.
DIFERENTES
‘Lo que es extraordinario, es que usted siempre está contento, ocurra lo que ocurra’, dijo Hollande con ironía en un momento en que el debate se tornó agrio.
‘Esto no es un concurso de chistes’, arremetió Sarkozy.
Y, de nuevo, Hollande: ‘No he venido aquí a que me llamen mentiroso, no se ponga desagradable’.
Luego elevaron el tono. Sarkozy acusó a Hollande de calumnias. El socialista respondió, algo impaciente: ‘¿Usted piensa que puede decirme lo que quiera?’.
La diferencia notable de estilo de los dos candidatos quedó en evidencia durante las dos horas de transmisión. El domingo nos enteraremos qué estilo convence más a los franceses.