Elecciones en Alemania

El próximo 22 de septiembre se celebran elecciones generales en Alemania, el todopoderoso país que dicta la política económica del conjunto de la Unión Europea. Según las principales encuestas, la actual canciller Angela Merkel, y su partido, la CDU/CSU tienen una clara ventaja con una intención de voto del 39%, a algo más de trece puntos se sitúa el candidato socialista del SPD, Peer Steinbrück, seguidos ambos partidos mayoritarios por Los Verdes con el 10% de intención de voto, La Izquierda con el mismo porcentaje, y los liberales del FDP con un 5% raspado.

La incógnita, salvo que la situación diese un vuelco en la última semana de campaña, será ver que coalición es posible tras los comicios del próximo domingo. Actualmente, la canciller Merkel, gobierna junto al FDP, pero son muchas las encuestas que vaticinan que esa unión no será posible porque los liberales están retrocediendo y es posible que no alcancen el 5% que precisan para entrar en el Parlamento federal (Bundestag).

Por otra parte, una gran coalición de la izquierda, encabezada por un canciller socialdemócrata, apoyado por Los Verdes y la Izquierda, tendría en estos momentos escasas posibilidades, ya que el propio candidato del SPD la ha descartado. Steinbrück manda este mensaje con la intención de concentrar en su formación todos los votos de izquierdas, y además es consciente de que lo que menos quieren los alemanes en tiempos difíciles es un complejo gobierno tripartido.

Ante estos escenarios, y salvo que Merkel obtuviese una mayoría suficiente para gobernar en solitario, la única posibilidad que se abre paso es reeditar la gran coalición entre democristianos y socialdemócratas que ha gobernado Alemania en el pasado reciente. El ritmo de la campaña, plana y sin sobresaltos, es el que ha interesado a la canciller. No obstante, en el único debate electoral entre Merkel y Steinbrück se puso en evidencia uno de los puntos de divergencia clara entre ambos: Europa y las políticas de austeridad. Merkel sigue predicando la austeridad como principal seña de identidad de la política económica de la Unión Europea. Mientras que Steinbrück se mostró partidario de impulsar políticas de crecimiento, porque la austeridad a ultranza se ha demostrado incapaz de sacar a Europa de la crisis en la que vive inmersa desde 2008.

La pasada semana entró Siria como un nuevo tema de campaña, al apoyar Merkel la declaración patrocina por Estados Unidos sobre una posible intervención en aquel país. Muchos analistas han recordado que la negativa del canciller Schröder a apoyar la invasión de Irak le llevó a ganar unas elecciones que tenía perdidas de antemano. Por lo tanto, a pesar de la amplia ventaja de Merkel las incógnitas siguen abiertas.

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