- 23/06/2014 14:48
La cifra mundial de desplazados es hoy superior a la que se produjo durante la Segunda Guerra. La Agencia de la Organización de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) informó que hay en la actualidad unos 51.2 millones de desplazados por la guerra y la violencia en el planeta. Asegura el informe que de estos, unos 3 millones son los nuevos refugiados sirios en las fronteras de otros países, además de los 6.5 millones de desplazados internos (los que se quedaron en el país, pero abandonaron sus hogares). Lejos de allí, nuestra vecina Colombia tiene 5.3 millones de desplazados internos por la violencia, uno de los países con el mayor índice de desplazados en el mundo.
Pero las cifras no cuentan todo el cuento. Si no estamos ante una nueva guerra mundial ¿de qué estamos hablando? Las estadísticas no revelan una verdad manifiesta que los discursos oficiales ni siquiera admiten, pero que el propio papa Francisco ha subrayado desde su mandato: el mundo sigue en guerra, los conflictos han cambiado.
Un ligero repaso por el mapa político del planeta nos evidencia que China vela sigilosa por ‘su seguridad interna’, Rusia redefine sus fronteras hacia la UE y Euroasia. Por otro lado, Estados Unidos –la única potencia global- posee un sofisticado reparto espacial del planeta mediante alianzas militares, así como estratégicos socios regionales y un entramado de puntuales pactos.
Las crisis y los conflictos que producen su cuota de desplazados son es el enfrentamiento entre Israelí y Palestina, las ya sucesivas guerras en Irak, Afganistán, Pakistán, Turquía y el etcétera de naciones de porosas fronteras que son los escenarios de los nuevos conflictos bélicos.
Están igualmente los innumerables conflictos por el control de materias primas (hidrocarburos), el más reciente en Ucrania y su zona este, a los que hay que agregar las guerras tribales, nacionalistas y religiosas que azotan regularmente África, Asia y el cercano oriente Próximo, de las que se aprovechan intereses trasnacionales.
Desde 1989 el mundo viene cambiando. El 11-S se visibilizó con fuerza y desde entonces los conflictos siguen creciendo y sumando víctimas en un planeta definitivamente enfrentado.
Monitor Internacional