Cambio climático: Tres claves de la COP25

Actualizado
  • 30/11/2019 00:00
Creado
  • 30/11/2019 00:00
Rechazo de Estados Unidos a frenar el cambio climático, ascenso del liderazgo de China y protestas mundiales ante la urgencia ambiental, son parte de las claves para comprender la próxima Cumbre Climática

Este lunes arranca la vigecimaquinta edición de la Cumbre del Clima de Naciones Unidas (COP25), en esta ocasión rodeada de incertidumbre por las diferencias cada vez más marcadas entre algunas las potencias sobre la crisis ambiental y al mismo tiempo bajo la sombra de protestas mundiales contra la desigualdad.

El primer sobresalto que sufrió la Cumbre fue el cambio de sede del evento, pensado para realizarse en Santiago de Chile y que tuvo que trasladarse a la ciudad de Madrid (España), luego de que las multitudinarias manifestaciones contra del presidente Sebastian Piñera y la posterior represión de su Gobierno en medio de denuncias de violaciones a los derechos humanos -con al menos 23 muertos y miles heridos-, hicieron inviable el encuentro en el país sudamericano.

Si bien el cambio a la capital europea no ha alterado la agenda de la COP25 ni tampoco las dinámicas que tendrán lugar entre el 2 y 13 de diciembre próximo, ciertamente auguran una cita complicada en la que se exigen mucho más que palabras al viento o acuerdo parciales frente a la urgencia climática.

Ante esta cita histórica, presentamos algunas claves básicas para comprender mejor la importancia de la Cumbre.

¿Que significa la COP25?

El encuentro de la COP, cuyas siglas significan Conferencia de la Partes, reune a los países miembros de la Convención Marco de Naciones Unidas contra el Cambio Climático (CMNUCC). Es la más importante cita anual para discutir acciones que mitiguen la crisis ambiental.

El 25 que acompaña las siglas es el numero de la reunión; el año pasado fue la COP24 en Katowice (Polonia) y la primera en Berlín en el año 1995.

Desde 2015 las discusiones de la Cumbre giran en torno a los Acuerdos de París firmados aquel año, en los que se establecía una hoja de ruta para la reducción de los gases invernadero y evitar que la temperatura del planeta no supere los 2°C. Lo firmado en París debe sustituir en 2020 al Protocolo de Kioto, pacto que sostiene fines similares.

Choques y disputas

A diferencia de las Cumbres anteriores, esta se realiza en momentos de importantes diferencias sobre cómo enfrentar el cambio climático, o como en el caso de Estados Unidos, de directamente negar su existencia, lo que compromete cualquier posible acuerdo.

Desde la llegada a la Casa Blanca de Donald Trump este ha tomado partido por el negacionismo, tomando entre sus primeras medidas abandonar lo pactado en París, dejando en un limbo dicho tratado pese a que Estado Unidos es el segundo país más contaminante del mundo.

En otro polo están los países de la Unión Europea (UE), que históricamente han cedido ante la política exterior de Washington pero en esta ocasión Bruselas se mantiene firme en su apoyo al Acuerdo de París.

Ante el retiro estadounidense se espera que China asuma el liderazgo de la Cumbre con una delegación numerosa y dispuesta a influir, con la contradicción de ser el mayor contaminante del planeta, aunque al mismo tiempo uno de los estados que más está invirtiendo en tecnologías renovables.

Se estima igual que Rusia tenga mayor participación, aunque en segundo plano dadas las reticencias del Kremlin por su alta dependencia con los combustibles fósiles. Los rusos están en el quinto puesto de países que más contaminan, superado por India en el cuarto puesto y la UE en el tercero.

Protestas y juventud

Aunque las reuniones de la COP siempre han estado acompañadas de protestas que exigen medidas más enérgicas por el clima, los estallidos sociales y las manifestaciones masivas protagonizadas por millones de jóvenes en el mundo son la tónica nueva en medio de la Cumbre.

Organizaciones ambientalistas y de la sociedad civil han convocado machas en Madrid, en la que destacan “Friday For Future”, una convocatoria inspirada en la activista Greta Thunberg.

Se espera que hayan protestas no solo en Madrid sino también en la ciudad de Santiago (Chile), que según los organizadores citados por la agencia Efe tan solo en la capital española buscarán superar los 150,000 participantes.

En el caso de Chile es probable que esta manifestación se sume a las movilizaciones contra el Ejecutivo de Piñera, lo que mezclaría las reivindicaciones ambientales con la lucha por la justicia social.

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