Sudáfrica: muertos suben a 117 en medio de disturbios y saqueos en torno al juicio del expesidente Zuma

Actualizado
  • 16/07/2021 00:00
Creado
  • 16/07/2021 00:00
Las protestas coinciden con el incremento de la pobreza, el desempleo y el ensanchamiento de una ya enorme desigualdad; todo agravado por la medidas tomadas tras la pandemia
El expresidente Jacob Zuma se entregó este miércoles a las autoridades, tras ser sentenciado a 15 meses de prisión por desacato.

Los saqueos masivos y disturbios en Sudáfrica llegan a su octavo día con más de 117 muertos y al menos 2 mil detenidos, de acuerdo con datos oficiales.

Hasta este miércoles tuvieron lugar incidentes violentos en diferentes partes del país, que siguieron el jueves aunque con menor intensidad. Una situación que fue respondida con la intervención del Ejército y la Policía, registrándose fuertes enfrentamientos entre la gente y las fuerzas del orden.

La jornada de incidentes empezó el pasado 9 de julio, luego de un estallido de protestas tras la detención del expresidente Jaco Zuma (2009-2018), luego de que se negara a comparecer ante las autoridades judiciales sobre una investigación de corrupción durante su mandato.

Zuma, de 79 años, se entregó este miércoles a las autoridades, tras ser sentenciado a 15 meses de prisión por desacato. Llamado popularmente como “el presidente teflón”, el líder del Congreso Nacional Africano (CNA) es el primer presidente elegido democráticamente en Sudáfrica que es encarcelado tras el fin del apartheid.

Entre las regiones más afectadas se encuentran la provincia de KwaZulu-Natal, al oriente del país, que registra según la agencia EFE citando cifras oficiales, unos 91 muertos y alrededor de 1,478 personas arrestadas. Le sigue la provincia de Guateng, sede de las capitales de Pretoria y Johannesburgo, con 26 fallecidos y 725 detenidos.

“Estamos apretando el acelerador para que lo que ha pasado no vaya a más en términos de destrucción”, dijo Bheki Cele, ministro de Seguridad sudafricano, después de conocerse la destrucción de un centro comercial en Pretoria.

Entre los sectores que respaldan a Zuma aseguran que el exmandatario es víctima de una “caza de brujas”, una postura ya planteada por el también excombatiente contra el apartheid, que aún mantiene un importante respaldo entre la población. Este enfrenta cargos relacionados con supuestos sobornos que habría recibido en un negocio de venta de armas mientras era vicepresidente en 1999. Las coimas habrían sido de la empresa francesa de seguridad Thales Group.

Zuma enfrentó también un proceso por una acusación de violación en 2005, pero fue absuelto. Para 2018, presionado por la dirigencia de su partido después de varias denuncias de corrupción, este presentó su dimisión.

El proceso es visto por algunos analistas como una “prueba de fuego” de la institucionalidad del Estado sudafricano ante posibles casos de corrupción de alto perfil.

La Policía adelantó que investiga a quienes “instigaron” a la violencia, dado que las protestas a favor de Zuma terminaron en episodios de vandalismo.

La ministra de la Presidencia, Khumbudzo Ntshavheni, calificó este miércoles las manifestaciones de “sabotaje económico”: “Sobre los que estuvieron perpetrando o instigando a esta violencia y lo que está detrás de ella, lo que puedo confirmar es que esta violencia es un sabotaje económico, pero no podemos anunciar quién está detrás porque comprometería las investigaciones”.

Crisis social

Las protestas coinciden con el incremento de la pobreza, el desempleo y el ensanchamiento de una ya enorme desigualdad; todo agravado por la medidas tomadas tras la pandemia de covid-19.

Aunque la detención de Zuma desencadenó las protestas, el país sufre un creciente malestar, especialmente entre los sectores populares.

De acuerdo con el Banco Mundial, Sudáfrica se encuentra entre los cincos países más desiguales del planeta.

Este mismo organismo registra un 30% de desempleo, unos datos mucho peores entre la juventud, mientras que más del 50% de la población vive en pobreza.

La aparición de la covid-19 solo exacerbó los problemas, con una economía afectada por las medidas de contención del virus.

La Universidad Johns Hopkins ubica a Sudáfrica como la nación africana más afectada por la pandemia y entre las peores 20 del mundo. Hasta la fecha mantiene 65,595 muertos y unos 2,236,805 casos confirmados.

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