- 13/08/2021 00:00

En 2015 Igor Kokorev fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Tocumen. Era solicitado por España en una investigación judicial que lo vincula a él y su familia en un entramado de corrupción, blanqueo de activos y tráfico de armas. Una red que, según la fiscalía, cruza diversas sociedades anónimas en el mundo, incluyendo a Panamá, y que conectan con el gobierno del dictador Teodoro Obiang Nguema, en Guinea Ecuatorial. El ciudadano español de origen ruso niega las acusaciones y asegura que no son testaferros de Obiang. Kokorev da su versión de la enrevesada trama.
Soy español, salí de Moscú cuando tenía 10 años. Primero estuve en Guinea Ecuatorial y luego en Las Palmas (de Gran Canaria en España). Estudié derecho en Madrid y luego empecé a trabajar hasta que comenzó todo esto que arruinó mi carrera; en 2015 me arrestan (...) mi padre (Vladimir Kokorev) durante la época de la URSS era académico y consultor sobre África, tras el derrumbe (de la URSS) se fue a intentar montar su propia empresa en Guinea (...) llegó allá en el año 1992, mucho antes de que hubiera petróleo en ese país (...), se le conocía y tenía una reputación.
Es el negocio de mi padre. Él empezó en África en un primer momento dedicado al transporte de pasajeros en tierra. Después tenía barcos de cabotaje y más tarde empieza a hacer contratos con el gobierno (de Guinea) (...), él en su momento suministró helicópteros y lanchas patrulleras al gobierno. Lo hizo perfectamente legal y España lo conocía antes de que comenzara el procedimiento judicial. Cuando empezó a aparecer el petróleo en el país no había infraestructuras y todo se tenía que traer por mar (...) allí hubo una expansión natural del negocio de mi padre que también tuvo que dedicarse a eso.
En el escrito de acusación del fiscal no nos acusan de tráfico de armas ni de sobornos. Yo no entiendo cómo están diciendo eso y no nos están acusando de ello. Es cierto que actualmente hay una petición pendiente desde España a Panamá respecto a una ampliación de la extradición (...). España el año pasado solicitó que se ampliase el delito porque fuimos extraditados oficialmente, pero no han pedido ampliación por tráfico de armas, sino por un blanqueo derivado de un tráfico de armas, lo cual si lo consulta con cualquier experto jurídico le va a decir que no tiene mucho sentido (...) la acusación es que (...) (hubo) contratos con Guinea en el que se compraba por dos y vendía por tres, esa diferencia es malversación y lo blanqueaban, esa es la tesis del fiscal. ¿A qué viene el pedido de ampliación a Panamá?
Estaba en Corea del Sur con mi prometida embarazada (...) en ese momento debía ir a Panamá. No quiero entrar en este asunto ahora, pero tenía que irme de forma urgente a resolver un problema. (Antes del arresto) informamos a España dónde vivimos, estábamos registrados en el consulado, perfectamente localizables. De repente llegamos Panamá y resulta que hay una orden de arresto internacional porque estamos en un “paradero desconocido”. Fue un shock, nos llevaron a un centro penitenciario, pensamos que era un error. Nosotros no cometimos ningún delito.
Era blanqueo (de capitales), no decía el delito de antecedentes exactamente, pero por la descripción de los hechos, la única interpretación razonable es que se trataba de un blanqueo en el que se recibe dinero ilícito de un origen (...); aceptamos voluntariamente la extradición y estando en libertad bajo fianza no huimos de Panamá, que era el paso lógico si tuviéramos algún miedo a la justicia española (...) si albergásemos alguna duda respecto de nuestra inocencia o de que no podríamos demostrarla; no estaríamos hoy en España.
Yo me entrego voluntariamente a la Corte Suprema en Panamá para ser extraditado (...) lo que sí pedimos es que mi padre por su situación (de enfermedad) se quedara hasta que lo pudieran operar y se recuperara; la Corte lo concedió. Mientras estuvimos (presos) en La Joya, de España nunca nos visitaron. Cuando llego a Madrid (...) estuve dos años en prisión, me meten en prisión preventiva únicamente diciéndome el tipo penal y que eso estaba bajo secreto de sumario, no podía saber de qué me estaban acusando. Esto terminó luego de que el Parlamento Europeo les llama la atención (...); la única razón por la que estoy en libertad ahora. Al día siguiente se levantó el secreto del sumario. Lo primero que trasciende del sumario es que (...) desde el año 2004 había una investigación, está adjunta al sumario y allí aparecen todos los movimientos bancarios (...) allí aparecen empresas estatales rusas y ucranias de exportación de material de defensa. Cuando se pide la extradición eso no es ningún secreto (...), pero deciden no ponerlo para facilitar la extradición.
No, nunca hicieron ese paso. Siempre se han mantenido dentro del blanqueo de capitales al que le han ido quitando y poniendo la descripción del derecho antecedente. Nos arrestan por un hecho antecedente, nos tienen en prisión por otro hecho y ahora nos acusan por otro hecho distinto de los dos anteriores... nos arrestaron por blanquear dinero procedente de origen ilícito para terceros, (ser) testaferros de Obiang, esa fue la tesis uno; la tesis dos es tráfico de armas y blanqueo de ese dinero; y la tesis tres, en la que vendíamos un bien o servicio en menoscabo de las arcas pública (...); se han cogido papeles de aquí y de por acá se han hecho un dibujo. (El sumario) es un Frankenstein.
Yo he tenido bastantes procesos penales, pero no tiene nada que ver con este caso.
Esta persona quiere hacer ver que sí, pero no, tampoco quiero hablar de ello. Prefiero ver que actúe la justicia panameña.
Sí, en su momento teníamos algunas (...) la conexión de Panamá con mi padre es de hace muchísimos años con los barcos de cabotaje en Guinea. Es muy común tener bandera panameña y sociedades panameñas titulares de los barcos.
Sí, Kalunga Company S.A. La sociedad que ellos dicen que era la tapadera de Obiang era una sociedad real con barcos abanderados en Panamá. Todos los armadores de barcos en Canarias tenían barcos abanderados en Panamá.
Nosotros queremos que el juicio llegue cuanto antes (...), sigo confiando en la justicia en España y en que esto es un error judicial. Confío en que cuando esto vea un tribunal, se pongan las cosas en su sitio; si no en el tribunal en Canarias, el de Madrid o en (el Tribunal Europeo de Derechos Humanos) el de Estrasburgo.
Es un caso político y tiene que ver más que con los Kokorev, con las relaciones entre España y Guinea Ecuatorial (...) es una relación más que con el gobierno con particulares dentro de España, que quieren cosas en Guinea y quieren conseguirlas a partir de otros métodos.