Canadá se muestra incapaz de contener la creciente crisis diplomática con la India

Actualizado
  • 07/10/2023 09:10
Creado
  • 07/10/2023 09:10
La magnitud de la respuesta india a la acusación de Trudeau parece haber cogido totalmente por sorpresa al Gobierno canadiense

Canadá es incapaz de contener la creciente crisis diplomática con la India que causó el primer ministro, Justin Trudeau, al acusar a las autoridades de Nueva Delhi del asesinato de un líder sij y que se puede agravar con la expulsión en los próximos días de decenas de diplomáticos canadienses del país asiático.

La radiotelevisión pública canadiense CBC señaló en la noche del viernes que la India ha dado como plazo hasta el 10 de octubre para que Canadá retire del país alrededor de 40 diplomáticos, lo que supone dos tercios de la legación canadiense.

A preguntas de EFE, un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Canadá se limitó a repetir las declaraciones que la titular del ministerio, Mélanie Joly, realizó el pasado 3 de octubre, cuando reconoció la crisis por la que atraviesan las relaciones bilaterales.

"En momentos de tensión, porque en efecto hay tensiones entre nuestros dos Gobiernos, más que nunca, es importante que los diplomáticos estén en el terreno. Por eso creemos en la importancia de tener una fuerte presencia diplomática en la India", afirmó Joly.

Sorpresa canadiense

La magnitud de la respuesta india a la acusación de Trudeau parece haber cogido totalmente por sorpresa al Gobierno canadiense, que en las últimas semanas ha intentado rebajar la tensión, incluso recurriendo a sus más cercanos aliados.

Este mismo viernes, Trudeau mantuvo una conversación telefónica con el primer ministro británico, Rishi Sunak, en la que, según la Oficina del Primer Ministro canadiense, los dos líderes trataron la crisis entre Ottawa y Nueva Delhi.

"El primer ministro Trudeau proporcionó la última información sobre la actual situación entre Canadá y la India. Los dos líderes destacaron el respeto a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y la necesidad de asegurar la seguridad de sus ciudadanos. También subrayaron la importancia de rebajar la tensión en ese contexto", explicó el Gobierno canadiense en un comunicado.

Pero como señaló a EFE Aurel Braun, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Toronto, no solo Canadá no está logrando calmar la situación, las declaraciones de Trudeau y Joly de que el Gobierno canadiense no tiene intención de agravar el conflicto están envalentonando a la India.

Braun, como prácticamente todos los expertos en relaciones internacionales de Canadá, no pueden entender las acciones y las palabras de Trudeau el pasado 18 de septiembre.

Ese día Trudeau se refirió al asesinato en junio en el oeste de Canadá de Hardeep Singh Nijjar, un líder de la minoría sij que defendía la creación de un estado independiente, llamado Jalistán, en la región del Punyab indio y que había sido calificado de terrorista por Nueva Delhi.

El primer ministro canadiense explicó cómo los servicios de inteligencia canadienses habían estado investigando desde hacía semanas "alegaciones creíbles de un vínculo potencial entre agentes del Gobierno de la India y el asesinato de un ciudadano canadiense, Hardeep Singh Nijjar".

Y concluyó advirtiendo: "Lo que es importante hoy es que el Gobierno de la India se tome en serio este asunto. Es extremadamente grave y tiene graves consecuencias en términos de la ley internacional".

Acciones sin sentido

"No tiene ningún sentido", afirmó Braun sobre el discurso de Trudeau, para añadir a continuación que "es algo que nunca debería haber ocurrido" y calificar de "ingenuo" al político canadiense.

El académico señala que es especialmente grave porque Trudeau lleva en el poder desde 2015 y, además, desde su infancia ha estado inmerso en el mundo de las relaciones exteriores gracias a que su padre, Pierre Trudeau, fue también primer ministro de Canadá de 1968 a 1979 y de 1980 a 1984.

"Parece que Trudeau y sus asesores no se percataron del peligro de hacer este tipo de acusación pública. Es poco menos que negligencia diplomática", afirmó Braun con seriedad.

Algunos analistas han apuntado que la declaración del primer ministro canadiense estaba dirigida a los 770.000 sij que viven en Canadá.

Trudeau y su Partido Liberal están bajo una intensa presión por parte del principal grupo de la oposición, el Partido Conservador, que está por delante en las encuestas de intención de voto en un contexto en el que en cualquier momento se pueden producir elecciones anticipadas.

Pero si esa es la jugada, es una maniobra muy peligrosa. Braun recordó que la población de origen indio que vive en Canadá es 1,4 millones de personas, de los que sólo la mitad son sij.

"Tenemos que esperar y ver si este intento de rebajar la tensión funciona. Pero no soy optimista", concluyó Braun.

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