Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 14/04/2013 02:00
VENEZUELA. Millones de venezolanos están enfocados en las elecciones que definirán si el proyecto revolucionario dejado por Chávez continuará, o el país tendrá un nuevo proyecto. Pero, independientemente de quién gane el nuevo presidente de Venezuela deberá afrontar un negro temporal de alto costo de la vida, violencia y deterioro generalizado de los servicios públicos.
Durante los 14 años de Gobierno del presidente Hugo Chávez, la economía de la nación petrolera sufrió grandes transformaciones en su camino a un socialismo con firma propia. Pero el socialismo del siglo XXI también tiene que hacerle frente a una creciente violencia que se vive en el país.
CRIMEN Y VIOLENCIA
La inseguridad y el crimen, dos de las principales preocupaciones de los venezolanos, siguen incrementándose en el país. Para hacer frente al problema el presidente encargado, Nicolás Maduro puso en marcha un proyecto que piensa usar el deporte para atraer a los jóvenes envueltos en la delincuencia. Otra medida ha sido incrementar las fuerzas de orden de seguridad, no obstante la oposición le critica que no han logrado coordinar un plan más efectivo contra el problema.
Por su lado el oficialismo ha criticado que los índices más elevados de inseguridad se encuentran en los estados gobernados por la oposición, como Miranda, cuyo gobernador es el actual candidato a la presidencia, Henrique Capriles. La oposición sin embargo cree que esto es una desviación de la culpa, para ellos este problema es el resultado de una mala administración.
Los motines en las cárceles son otro añadido a este problema, el más reciente dejó 54 muertos en enero de 2013. La ONG ‘Observatorio Venezolano d e Prisiones’ (OVP) aseguró que solo en 2011 murieron 560 presos y 1457 resultaron heridos en las prisiones venezolanas que albergan a más de 45.000 personas, a pesar de que tienen capacidad solo para 15.000.
DEPENDENCIA Y SUBSIDIOS
Venezuela sigue arrastrando el lastre de onerosos subsidios que distorsionan sus cuentas públicas. La petrolera Petróleos de Venezuela (PDVSA) vende la gasolina más barata del mundo y no ha revisado el precio en casi 16 años, además la electricidad y el agua están fuertemente subsidiados.
La infraestructura del país también debe ser remozada, tanto para el tránsito vehicular como en la creación y ampliación de nuevos métodos de transporte que alivien los pesados embotellamientos, especialmente en las ciudades principales.
Las millonarias transferencias de la estatal PDVSA a los proyectos sociales del Gobierno, que abarcan desde la compra de alimentos hasta la construcción de casas, también han vulnerado el flujo de caja de la petrolera, fuente de 96 de cada 100 dólares que entran al país.
En este sentido Venezuela se ha vuelto económicamente dependiente de su petróleo. No obstante, el oficialismo defiende esta dependencia, pues ella, es la que ha permitido que muchos ciudadanos con pocos recursos puedan tener acceso a educación, salud, vivienda y alimentación gratuita. Por ejemplo, desde 1999 la tasa de pobreza cayó en un 37,6% y la de pobreza absoluta en un 57,8%.
GOBERNABILIDAD
Maduro, prometió el lunes pasado luchar contra la corrupción y la burocracia, en un inusual reconocimiento público de uno de los males que sigue latente en el país petrolero tras 14 años de Gobierno socialista.
‘Voy a perseguir la corrupción esté donde esté, voy a combatir la corrupción con mi vida misma si es necesario. Aquí no hay intocables’, prometió Maduro.
Varios actos de corrupción han salido a la luz en organismos públicos en los últimos años. Uno de los más sonados se produjo en el 2011 cuando millones de kilos de comida importada por la estatal petrolera PDVSA fueron hallados podridos en contenedores en momentos en que la población se quejaba de desabastecimiento.
Según la ONG alemana Transparencia Internacional (TI), Venezuela es uno de los países más corruptos de la región.