La lista de deseos

Actualizado
  • 14/11/2008 01:00
Creado
  • 14/11/2008 01:00
MÉXICO. Muchos presidentes latinoamericanos han enviado sugerencias junto con sus felicitaciones al nuevo presidente estadounidense. L...

MÉXICO. Muchos presidentes latinoamericanos han enviado sugerencias junto con sus felicitaciones al nuevo presidente estadounidense. Lula en Brasil y Evo Morales en Bolivia han solicitado el final del embargo hacia Cuba. Morales añadió la demanda de la retirada de las tropas estadounidenses de la región. El presidente mexicano Felipe Calderón envió una breve nota congratulatoria, llamando al fortalecimiento de las relaciones bilaterales y enfatizando el rol de los mexicanos-americanos en las elecciones y la economía estadounidense. Esta fue su manera de insistir en la legalización de los inmigrantes mexicanos y la creación de marcos legales para la inmigración en el futuro.

La presidenta argentina, Cristina Fernández, pidió al nuevo presidente que se comprometiera con el multilateralismo para confrontar la crisis financiera: “aquellos que enfrentaron la guerra mundial comprendieron la importancia del multilateralismo y así deberíamos hacerlo nosotros... profundizando los cambios urgentes y necesarios para que el multilateralismo pueda responder a la complejidad de nuestras realidades”.

Hugo Chávez declaró su esperanza de “edificar una agenda bilateral constructiva” con el nuevo presidente Obama, mientras tiró las últimas balas a Bush. La relación EEUU-Venezuela representa uno de los mayores desafíos que enfrenta la política exterior regional, y las importaciones de petróleo venezolano juegan un rol clave en la seguridad energética estadounidense. Aun así, las relaciones entre Hugo Chávez y Bush se han deteriorado al punto de romper las relaciones diplomáticas (pero no económicas) el pasado septiembre. Chávez ha liderado un movimiento de integración regional sin el Tío Sam que la administración Bush considera una amenaza a sus intereses, y promueve el socialismo del siglo XXI. Obama ha ofrecido sentarse a hablar con Chávez y este ha dicho que está listo para devolver el ofrecimiento. También alabo la promesa de Obama de “destruir el centro de torturas de Guantánamo, retirar las tropas de Irak y conversar con los presidentes que han sido señalados como el “eje del mal” (en alusión al propio Chávez y otros líderes mundiales designados así por el presidente Bush).

El ecuatoriano Rafael Correa, por su parte, declaró que posee expectativas moderadas para con las relaciones con EEUU. “Creo que la política exterior norteamericana va a ser mas razonable mas humana, menos imperialista. Creo que s ele va a prestar mas atención a América Latina, pero no creo que vayan a haber cambios radicales”.

EL NUEVO PAPEL DE COLOMBIA

Hasta el presidente colombiano, Álvaro Uribe, envió sus peticiones con su nota de felicitación. Y Uribe sabe perfectamente que no está en la mejor posición para pedir favores. El presidente colombiano apoyó abiertamente a John McCain para la presidencia, le sirvió de anfitrión en su visita a Suramérica, y criticó fuertemente al candidato demócrata por su negativa a apoyar el TLC que está estancado en el Congreso debido al negativo historial colombiano de DDHH.

A pesar de ser el país con mayor dependencia de la ayuda de EEUU, Uribe se pintó a su mismo en la esquina republicana mientras veía como los demócratas obtenían el control de la Casas Blanca y el Congreso. El analista Daniel García Peña declaró a la agencia AFP que “En estas elecciones, el presidente Uribe también pierde porque apoyo la agenda ideológica y guerrera de George W. Bush, una agenda que fue rechazada por el pueblo norteamericano...Obama tiene prioridades muy distintas en su relación con Colombia de las que tenia Bush”.

SUEÑOS Y DESAFÍOS

Correa dijo que su verdadero sueño era que “llegue el día en que América Latina no deba preocuparse de quien es el presidente de EEUU, porque será suficientemente soberana y autónoma para pararse en sus dos pies”. Mientras el día llega, América Latina permanece siendo altamente dependiente de lo que sucede en EEUU. La interconexión de no solo mercados sino también vidas humanas hace que la política norteamericana sea mucha más que pura especulación.

El presidente Obama está sobre una ola de entusiasmo del Norte y del Sur. Tiene una inmensa agenda esperándolo. Debe nombrar rápidamente embajadores en Latinoamérica, diplomáticos con mayor conocimiento y sensibilidad de la región. Actualmente Bolivia y Venezuela no tienen embajador y los nombramientos de Bush representan maneras viejas y repudiadas de hacer negocios.

El desafío más importante será escuchar. Bush impuso una agenda que buscó dividir el continente en la búsqueda de los intereses económicos de las compañías trasnacionales y los intereses políticos de su propia administración.

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones