Al menos 12 personas murieron y centenares de miles se encuentran afectadas a causa del fuerte temporal causado por un frente monzónico y el tifón Gaemi,...
- 13/12/2012 01:00
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El dominio mundial, de larga data, EEUU-UE -JAPÓN, ha venido deteriorándose desde adentro y hasta afuera, a pasos agigantados, a pesar de haberse auto-otorgado la repartición del Tercer Mundo y el control de, prácticamente, todos los Continentes, apoyándose en la venta de la idea de un sistema ‘democrático’ que$*1 no llega a las grandes mayorías. El sistema es anacrónico y, ha fallado, dejando en el camino millones de muertes innecesarias, servicios primarios deficientes, millones de lisiados -niños naciendo sin cerebro en Irak, como consecuencia de las invasiones-, y la mayor cantidad de la población mundial debatiéndose entre miseria, corrupción y persecución.
Las altas esferas económico-políticas están enfermas. El despilfarro, la corrupción y el expansionismo han mostrado sus consecuencias y los pueblos han tomado nota de ello, han identificado la farsa que los viene manteniendo en un apartheid insostenible que les causa grandes sufrimientos por generaciones y no se cambia el rumbo. La historia muestra ampliamente efectos cuyas causas persisten. ¿Cómo lograr paz y progreso mundial con guerras, expansionismo, desestabilización de gobiernos emergentes, muros y más bases militares y armamentos de destrucción masiva? La URSS creyó en los cantos de sirena y hoy se pesca en estos ríos revueltos. Rusia desarrolla una estrategia económico-política que le quita el sueño a EEUU. Igual China, el gigante que no para de crecer, no comió del cuento que desbarató a la URSS y es exitosa. Estas potencias tienen suficientes experiencias y diferencias entre sí, pero en el fondo saben que pueden (¿deben?) trabajar en conjunto hacia el resto del mundo y hasta, aliarse. ¿Absurdo, imposible, locura? En absoluto, necesidad para ambos. Son vecinos y poderosos, la unión hace la fuerza y el mundo necesita un contrapeso equilibrante, proceso en el cual DEBE incorporarse indoamérica y el Caribe con voz y voto propios.
La decadencia del sistema imperante, su política exterior y sus abusos históricos son insoportables, inclusive para los propios pueblos de las potencias occidentales que han sido incapaces de practicar la equidad y la solidaridad. Allí están a la vista Grecia, España, Italia y siguen otros. Las víctimas inocentes están adentro, pero, mayormente, del otro lado del mar. China extiende su influencia en Asia y algunos países americanos, igual Rusia, en esta parte del mundo que antes les era vedada como ‘patio trasero’. Ambas ofertas son válidas y debieron abordarse hace décadas. En América los pueblos se liberan de sus opresores y recuperan sus riquezas en manos foráneas inescrupulosas. De darse esta alianza China-Rusia, se establecería un equilibrio, necesario en todo aspecto, con una real ampliación de mercados mantenidos en una aberrante cautividad.
$*1MUNDO EN MARCHA