Más de 5.000 personas, según la policía, y alrededor de 10.000, según los sindicatos, se manifestaron este lunes en Bruselas para pedir a las autoridades...
- 17/02/2018 15:26
- 17/02/2018 15:26
Un tribunal antiterrorista de Lahore, en el este de Pakistán, sentenció hoy a cuatro condenas a muerte y una cadena perpetua al autor de la violación y asesinato de una niña de 7 años en la ciudad de Kasur, en la provincia oriental de Punyab, en un caso que estremeció en enero pasado a todo el país.
Imran Ali, de 23 años, fue sentenciado cuatro veces a la pena capital por secuestro, violación, asesinato y terrorismo, y a cadena perpetua por "acto antinatural" con una menor, dijo el a Efe el fiscal general del Punyab, Syed Ehtesham Qadir.
Además se le ha sentenciado a siete años de prisión por abandonar el cadáver de la niña en un contenedor de basura.
"No solo confesó la violación y asesinato de (la niña) Zainab sino de ocho niñas más. Siete están muertas y dos sobrevivieron", dijo Qadir, al señalar que el juicio apenas ha durado cuatro días.
El fiscal señaló que la forma en que debe ser ejecutado no forma parte del fallo y explicó que el acusado tiene quince días para apelar la decisión judicial.
"Estamos satisfechos con el veredicto", indicó a periodistas Muhammed Amin, padre de la niña asesinada, quien no obstante afirmó que ha pedido al Gobierno de Punyab que la ejecución sea pública.
"Queremos la ejecución pública en el lugar en que secuestró a Zainab", dijo.
Las autoridades acusaron formalmente a Alí el 23 de enero tras tomar muestras de ADN a 1.150 personas de la zona.
El Gobierno de Punyab indicó entonces que la muestra tomada a Alí "se correspondió al cien por cien" con los restos encontrados en la niña, y que el reo confesó el crimen tras someterle a la prueba del polígrafo.
El caso de Zainab Amin conmocionó a todo el país a principios de enero.
La niña, que había quedado bajo el cuidado de un tío mientras sus padres hacían una peregrinación religiosa a Arabia Saudí, fue hallada en un contenedor de basura, cinco días después de desaparecer.
La aparición del cuerpo, cuyo examen determinó que había sufrido abusos sexuales, desató una ola de protestas violentas en las que murieron dos personas, y manifestaciones y actos en otras partes del país.
Además, con todo el país pidiendo explicaciones, las autoridades policiales reconocieron que en el último año al menos once niños habían sido violados y todos ellos, salvo dos, habían muerto en el área de Kasur.
La misma zona ya había sido centro de un escándalo de abusos contra menores en 2015, cuando se descubrió que al menos 19 niños fueron grabados en vídeo y fotografiados por una red formada por 17 personas, dos de ellas condenadas a cadena perpetua en 2016.
Pakistán registró al menos 17.862 casos de abuso sexual a menores entre 2013 y 2017, 10.620 de ellos contra niñas y los 7.242 restantes contra varones, según un informe del Ministerio de Derechos Humanos elaborado junto a la ONG Sahil.