Mundo, abuso de fuerza letal

Perpleja y abatida, arrebatándole a la vida pequeños espacios de felicidad, la humanidad asiste al espectáculo más triste y dantesco pro...

Perpleja y abatida, arrebatándole a la vida pequeños espacios de felicidad, la humanidad asiste al espectáculo más triste y dantesco provocado, aupado y practicado por gobiernos y países que, cada día, desde diferentes organismos y fuerzas combinadas de agresión, hacen víctima de su poder destructor a millones de seres humanos inocentes, aun niños, mujeres y ancianos.

No solo es lamentable, es indignante y del peor bochorno, ver, escuchar y comprobar que cada segundo del tiempo de Dios, mueren abatidos por armas letales, y aún de destrucción masiva, construidas y negociadas para enriquecimiento, control y dominación elitista de personas y países que se vanaglorian de su liderazgo sangriento. Además, se hacen ciegos y sordos ante tantas inclementes necesidades y precariedades que maltratan, estresan y acaban con la vida de familias enteras, pretendiendo engañar con demagogia, doble discurso y limosnas a sus víctimas. Armas letales son también los insumos utilizados en explotaciones mineras y bananeras que contaminan la tierra, ríos y mares que han dejado a indígenas, obreros y campesinos, abandonados a su suerte.

La inteligencia es utilizada para componendas malignas con subterfugios aberrantes de los cuáles se sirven con autoridad tiránica elaborando blindajes para ejércitos, elites y testaferros alrededor del mundo. Las protestas populares, a diario en las calles, son obligadas por las injusticias y desigualdades cuya respuesta es igual en África, Asia, Medio Oriente, Europa y América: represión calculada y con armas letales, dejando muertos, ciegos, perdigonados y desmembrados. Se inventan mentiras para tomar países por la fuerza, Tratados con ventaja, deslealtad y ‘drones’ que asesinan inocentes durmiendo, en sus trabajos o viajando.

Las víctimas inocentes también suman millones por daños al medio ambiente por explotaciones industriales e inmobiliarias. Millones también, emigran de sus ricos países africanos o americanos donde vienen siendo esclavizados por potencias invasoras, explotadoras y verdugos de su existencia que los discriminan, esclavizan y prostituyen. Los abusos con fuerzas letales cada día son más amplios, complejos y degradantes cometidos por cúpulas sociales, gobiernos y países. Quienes se les oponen son estigmatizados, perseguidos; criminalizan las protestas o los asesinan. La única justicia no es terrenal. Los irresponsables, hipócritas y criminales que se escudan en la maraña económico-política y judicial, recibirán su castigo.

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