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- 26/10/2013 02:00
SOFÍA. Pruebas de ADN confirmaron que Sacha y Atanas Roussev, una pareja de gitanos de Bulgaria, son los padres de la pequeña María, descubierta por la policía en un campo de gitanos en Grecia.
‘Las pruebas de ADN demostraron que Sacha Rousssev es la madre biológica y que Atanas Roussev es el padre biológico de la niña llamada María, apodada por los medios ‘El ángel rubio’, explicó a la prensa Svetlozar Lazarov, secretario general del ministerio del Interior encargado de la comunicación.
Minka Russev, de 14 años, una de lo hijas de la pareja búlgara, contó que cuando vio las fotos de María en televisión supo que era su hermana. ‘Me gusta mucho, se parece a mí y quiero que vuelva a casa. Cuidaremos de ella y puedo ayudar a mi madre’.
A su vez, los fiscales búlgaros están investigando si la madre, Sasha Russev, de 35 años, acordó vender a su hija en Grecia. La mujer lo niega y dice que dejó a un bebé de siete meses en Grecia cuando trabajaba en la cosecha de aceitunas en 2009 porque no podía cuidarlo y necesitaba volver a Bulgaria.
Por su parte, la abuela de Sasha Russev, de 65 años, dijo que su nieta sufrió mucho tras dejar a su bebé en Grecia. ‘Dejó a la niña y tomó tan sólo 100 euros para comprar billetes y volver a casa con sus otros hijos’, recordó, sin especificar quién le dio el dinero a Sasha.
‘Lloraba todo el tiempo por la niña. Luego no pudo reunir dinero para volver. Sasha tiene que comprar medicamentos y comida para los niños, y no tiene suficiente dinero’.
POBREZA EXTREMA
Sasha y su marido de 37 años, padres de otros nueve niños de entre 2 y 20 años, viven en la pobreza extrema en una casa desvencijada con piso de barro y un techo sin terminar en el pueblo de Nikolaevo, unos 280 kilómetros al este de Sofía.
‘Todos vivimos en una habitación, mi marido, yo y todos los niños’, dijo Sasha a los periodistas el jueves a última hora, con su hijo Atanas de 2 años desnudo en sus brazos
DÓNDE IRÁ MARÍA
María, cuya edad ha sido estimada en entre cuatro a seis años, será ahora acogida en un centro de asistencia social en Bulgaria, y luego colocada en una familia búlgara, indicó Yana Kaneva, responsable de la Dirección regional de los servicios sociales en Stara Zagora a la agencia de prensa búlgara BGNES.
ANTIGUOS ODIOS
El caso de María ha despertado un gran interés, sobre todo tras las desapariciones de dos niños británicos rubios: Madeleine McCann en Portugal, en 2007, y Ben Needham en la isla griega de Kos, en 1991.
Por su parte, Dezideriu Gergely, director del Centro Europeo por los Derechos de los Gitanos, cree que los más recientes casos pueden resucitar los antiguos odios y los mitos de bebés robados, ya que gitanos en comunidades ya marginadas —como en Serbia— se han quejado de una renovada discriminación racial. Y aclara que los mismos gitanos pueden ser víctimas de traficantes de niños.