Francisco, el nuevo papa

ROMA. América Latina se sorprendió ayer, miércoles, cuando se anunció que el nuevo papa es el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, ...

ROMA. América Latina se sorprendió ayer, miércoles, cuando se anunció que el nuevo papa es el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio, ahora papa Francisco.

La alegría entre los latinoamericanos congregados en San Pedro, sobre todo entre los argentinos, se desató en el momento en el que el primer cardenal de los diáconos, el protodiácono francés Jean-Louis Tauran, anunció el nombre de Bergoglio tras el ‘Habemus papam’. ‘Es un papa histórico, en un momento histórico, porque es el primer papa latinoamericano de la historia de la Iglesia’, dijo Carlos, un joven veinteañero proveniente de Argentina que se encuentra de vacaciones en Roma junto a otros siete amigos.

‘Es increíble tanto para Suramérica como para la Argentina. Fuimos realmente afortunados por vivir esta gran emoción en un momento histórico’, añadió.

Las palabras del joven argentino reflejan el sentimiento generalizado de todos los latinoamericanos que, o bien porque viven en Roma (donde la colonia es muy numerosa) o porque han viajado a la capital italiana, habían acudido a presenciar la ‘fumata’, que ha sido finalmente blanca.

Sus rostros de felicidad y mensajes de alegría fueron recogidos inmediatamente por los medios desplazados hasta el lugar, convirtiéndose así, quizá, en los otros grandes protagonistas de la noche lluviosa, donde se pudo conocer el éxito de la tercera tanda de votaciones del cónclave poco después de las 7 p.m. hora local.

Las pantallas gigantes situadas por la Santa Sede en la plaza de San Pedro mostraron las banderas blanqui-celestes de Argentina, una señal que facilitó el que los fieles que no conocían al arzobispo de Buenos Aires supieran de su procedencia.

Pero no solo los latinoamericanos, que suponen el 40 % de los católicos de todo el mundo, celebraron la elección de Francisco, pues también los ciudadanos de Italia aclamaron al cardenal argentino como si fuera propio, ya no solo por su apellido, Bergoglio, sino también por el hecho de su ascendencia italiana.

De hecho, toda la plaza aclamó al grito de ‘Francesco, Francesco’ (Francisco, en italiano) después de que el nuevo papa bromeara con el hecho de que parecía que los cardenales habían ‘ido a buscar al nuevo pontífice al fin del mundo’, en referencia a la tierra de la que procede, Argentina.

Francisco, pidió a los fieles presentes una oración por él y rezó el Ave María al salir al balcón.

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