Un buen estudiante, tranquilo y algo introvertido, que fue monaguillo y empleado en un supermercado antes de alcanzar la fama. Esos son algunos retazos...

- 25/07/2025 07:20
Un nuevo episodio de violencia entre Tailandia y Camboya ha encendido las alarmas regionales al intensificarse un conflicto fronterizo que se arrastra desde hace décadas. El jueves, las fuerzas armadas de ambos países se enfrentaron en la zona del Triángulo Esmeralda, una región disputada donde convergen las fronteras de Camboya, Tailandia y Laos.
Como respuesta al estallido de minas terrestres que dejaron mutilados a soldados tailandeses, el ejército de Tailandia lanzó ataques aéreos contra objetivos militares camboyanos. Según el Ministerio de Salud tailandés, al menos 12 personas murieron, entre ellas 11 civiles y un militar. Otras 31 resultaron heridas, incluyendo siete soldados. Camboya, por su parte, aún no ha informado cifras oficiales de víctimas.
La escalada comenzó tras la muerte de un soldado camboyano en mayo durante un breve tiroteo en la misma área limítrofe. Aunque ambos gobiernos se acusaron mutuamente de iniciar el ataque, justificaron su actuar como defensa propia. A pesar de los llamados iniciales a la calma, la situación se deterioró rápidamente.
El pasado 16 de julio, un militar tailandés perdió una pierna por la explosión de una mina. Un segundo incidente similar ocurrió apenas días después, hiriendo a cinco uniformados, uno de los cuales también quedó amputado. Estos hechos detonaron una respuesta agresiva: Tailandia tomó control de pasos fronterizos, impuso restricciones y amenazó con cortar servicios básicos, como energía e internet, a comunidades camboyanas cercanas. Camboya respondió suspendiendo importaciones agrícolas tailandesas y vetando su contenido audiovisual.
Ambos países retiraron personal diplomático y degradaron relaciones bilaterales, lo que agrava el panorama regional.
El conflicto entre ambos países lleva más de un siglo, cuando se trazaron las fronteras entre los dos territorios.
Tailandia y Camboya comparten 817 kilómetros de frontera, gran parte de los cuales fueron delimitados durante el dominio colonial francés sobre Camboya. Sin embargo, varios segmentos siguen sin estar demarcados oficialmente. Esta ambigüedad ha sido causa recurrente de conflictos armados.
En 2011, los dos países se enfrentaron en las cercanías del templo Preah Vihear, del siglo XI y reconocido por la UNESCO, en una batalla que dejó más de 20 muertos y desplazó a miles. En la actualidad, Camboya ha solicitado la intervención de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), pero Tailandia no reconoce su jurisdicción en esta disputa.
La repercusión más grave hasta ahora ha sido en el plano político interno tailandés. La primera ministra Paetongtarn Shinawatra fue suspendida en julio, luego de que se filtrara una llamada de 17 minutos con el ex primer ministro camboyano Hun Sen, en la que aparentemente cuestionaba el papel del ejército tailandés.
Shinawatra, la mandataria más joven en la historia del país, podría enfrentar la destitución definitiva. “Estoy dispuesta a cooperar con la investigación y dejar que el pueblo tailandés juzgue mis actos”, habría dicho en respuesta a la crisis, según medios locales.
El escándalo ha sumido al país nuevamente en la incertidumbre, un terreno ya conocido por la nación del sudeste asiático tras años de convulsión política, golpes de Estado y cambios abruptos de liderazgo.