La ultra-derecha alemana protesta en Berlín contra Merkel

La protesta fue parte de una convocatoria de la ultra derecha alemana que hace un llamado en contra de la ‘invasión' musulmana

Cerca de dos mil personas de la ultra-derecha alemana se manifestaron en rechazo de la política de refugiados de la canciller Angela Merkel, a quién acusan de propiciar una ‘invasión' musulmana en Alemania.

La marcha, bajo el lema ‘Merkel debe marcharse', arrancó a las 15:00 (13:00 GMT) frente a la estación central de la capital alemana con una serie de discursos cargado de graves ataques contra el Ejecutivo de la gran coalición, según informa la agencia Efe .

‘Si por defender a mi patria me llaman nazi, que me llamen nazi. ¡Me importa una mierda', gritó uno de las personas que intervinieron desde el estrado al comienzo de la marcha, provocando aplausos y una cerrada ovación de los manifestantes.

Durante su recorrido por la capital alemana la movilización de ultra-derecha fue confrontado por contramanifestaciones que hacían un llamado por un Berlín ‘mixto' y ‘abierto al mundo'.

Según constató la agencia Efe , la mayoría de los manifestantes de la ultra-derecha eran principalmente hombres, varios de ellos con la cabeza rapada y ropa negra.

CENSO

Según el censo del 2011 el 5% de la población alemana es musulmana

Cerca del 20% de la población alemana tiene un ‘pasado migratorio', al menos uno de sus progenitores es de origen extranjero.

Alemania ha recibido grandes candidades de inmigrantes desde la década de 1960.

Dicha manifestación fue una convocatoria animada por Alternativa para Alemania (AfD), un emergente partido populista de derechas, y el movimiento Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida).

La AfD, fundada en 2013, se ha convertido recientemente en la tercera fuerza política del país, luego de las elecciones regionales del pasado marzo. Según sondeos tienen un apoyo del 12% a nivel nacional.

Algunos culpan a Merkel de este reciente fortalecimiento de la AfD. Así opina el ministro alemán de transportes Alexander Dobrindt en una entrevista al diario alemán Die Spiegel.

Dobrindt considera que parte del problema es que el partido de la Unión Cristianodemócrata (CDU) -al cual pertenece Merkel- ha dejado de ser un partido de centro derecha.

‘Yo tendría dudas de mi política si esta es aplaudida por La Izquierda y Los Verdes', añadió Dobrindt.

Por otro lado está Pegida, que sigue con las marchas semanales que inició en septiembre de 2014 y, aunque ahora apenas reúne a unas tres mil personas, sus mensajes de odio siguen difundiéndose como la pólvora por las redes sociales.

Los argumentos de unos y otros discurren siempre por las mismas líneas: la llegada de 1,1 millones de personas, en su mayoría musulmanes y provenientes de países con regímenes no democráticos, ponen en peligro las reglas de la convivencia en un país cristiano, democrático y liberal.

UNA SOCIEDAD DIVERSA

Si bien la entrada en el país de esa cifra récord de peticionarios de asilo tiene un palpable efecto demográfico, pues supone un aumento de la población superior al 1 % en un año y son personas con tradiciones y culturas bien distintas, Alemania era un país muy diverso desde hace décadas.

Según el Informe Social 2016, publicado por la Central Federal para la Educación Política (bpb) y la Oficina Federal de Estadística (Destatis), el 20% de los 80,9 millones de personas que viven en Alemania (16,4 millones) tienen ‘pasado migratorio', pues o ellos o al menos uno de sus progenitores directos nacieron en el extranjero.

Además, este ingente estudio -de 480 páginas- apunta que un tercio de los niños de menos de seis años en el país tienen al menos a un padre extranjero.

‘Que Alemania es una sociedad postmigratoria es un hecho que no se puede discutir', aseguró en la presentación del informe el presidente de la bpb, Thomas Krüger, quien subrayó que la sociedad alemana es cada vez ‘más diversa'.

El documento deja asimismo claro que Alemania lleva décadas recibiendo a grandes cantidades de inmigrantes -ya entre 1960 y 1965 recibió a más de un millón- que, en su mayoría, provienen de países que llegaron a acuerdos con Berlín para enviar a ‘Gastarbeiter', o trabajadores invitados, como Turquía, Grecia e Italia.

Pero la diversidad va mucho más allá de la cantidad, apunta este estudio, que destaca que en Alemania viven ciudadanos de 199 Estados -casi todos los que hay en el mundo-, concentrados en su gran mayoría en su capital, Berlín, conocida por ser un atractivo polo multicultural.

El último censo nacional, de 2011, indicaba que el 5% de la población era musulmana, mientras que la Conferencia Islámica de Alemania eleva esta tasa hasta el 7%.

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