Los retos de nuestra juventud

Actualizado
  • 20/10/2008 02:00
Creado
  • 20/10/2008 02:00
Entre los sectores que sufrieron más durante las décadas de ajuste y neoliberalismo está la juventud. Las políticas de ajuste recortaron...

Entre los sectores que sufrieron más durante las décadas de ajuste y neoliberalismo está la juventud. Las políticas de ajuste recortaron las oportunidades de empleo estable y bien remunerado para los jóvenes. Centenares de miles de jóvenes fueron lanzados a la informalidad. Igualmente, el sistema educativo colapsó dejando a miles de jóvenes sin acceso a los conocimientos necesarios para ser productivos. Los programas culturales, deportivos y recreativos desparecieron inmersos en un mar de corrupción. En la actualidad, la mayoría de los jóvenes en Panamá no tienen sueños y han perdido las esperanzas. Los gobiernos de turno los orientan a seguir el camino de la delincuencia y del “juega vivo”. Muchos jóvenes optan por ingresar a organizaciones criminales, donde prevalece el juego legal, la prostitución y el tráfico de drogas.

La juventud es un período de transición. Es el paso de la vida adolescente a ser adulto. Un período difícil en el cual la juventud tiene que encontrar su camino e identificarse con un proyecto de vida. En este mundo nuevo el joven define los retos como individuo y también como miembro de grupos sociales. En este último contexto se plantean los liderazgos. Si el joven vive en un medio donde tiene acceso a recursos —educación y oportunidades de empleo— el liderazgo se establecerá en la escuela o en la universidad.

Igualmente, en el centro de trabajo. El líder recogerá y representará el mejor proyecto social o político de su colectivo. Si, por el contrario, el joven se encuentra marginado del centro escolar o de empleos productivos, el liderazgo se va a definir en la calle, en un ambiente de violencia. El líder será aquel que distorsiona los intereses de sus seguidores creando el “clientelimso” ante la falta de proyecto propio. Políticamente, el liderazgo se traduce en propuestas que la juventud percibe como racionales o tradicionales. Las propuestas racionales están orientadas a la juventud con proyectos de largo y mediano plazos. Por ejemplo, la Nación, la comunidad o la familia. El liderazgo se convierte en un plan de acción.

Los gobernantes de turno le han negado esta visión a la juventud panameña desde hace dos o tres generaciones. En cambio, las políticas actuales le ofrecen a la juventud un liderazgo tradicional basado en nociones del pasado. El liderazgo tradicional se combina con el mercantilismo que manipula a los jóvenes. Se crean los ídolos de “barro” apropiados para el momento, pero que se diluyen rápidamente.

Con un cambio de políticas, dirigidas a promover la educación y el empleo productivo, se cambiarían el estilo de los liderazgos. Se volvería a los movimientos de la juventud panameña que levantaban el proyecto de Nación y que producían líderes con capacidad de impulsar los cambios sociales que requiere el país.

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