La Palma, una tierra de gran tradición folclórica

LOS SANTOS. ‘ Pajarito de limón que vuelas más que el viento, llévame ese papelito donde está mi casamiento’, con ese sentir como extraído de lo más profundo del amor por su terruño, vibró la voz de la cantalante en tierra palmeña, acompañada por un coro enardecido de mujeres que le respondían mientras los hombres repicaban los tambores.

Así es en el pueblo de La Palma, en donde durante 107 años se han honrado las tradiciones y costumbres.

El pasado 15 de octubre, en las fiestas de Las Carretas los pobladores de este punto del país celebraron su aniversario 107 honrando sus raíces.

Para la fiesta se adornaron decenas de carretas con casas de quincha, tejas de barro, polleras, juntas de embarre y el uso del pilón y la totuma, para que no se pierda la tradición.

POBLADORES

La maestra Lilia Samaniego, oriunda de Las Palmas, nos cuenta que los primeros habitantes de La Palma fueron indígenas que provenían de Pocrí debido a presiones y maltratos de las autoridades de ese corregimiento.

La tierra en La Palma resultó ser tan productiva que se sumaron otros pobladores de origen blanco y negro.

‘En el centro del sitio había una palma, de allí el nombre de este pintoresco pueblo. Hoy se conserva una palma en el parque, frente a la iglesia de San Bernando’.

En el año 2002, en la celebración de los 500 años del descubrimiento de América, la Unesco declaró a La Palma el pueblo más pintoresco de la República de Panamá, por la cantidad de casas de quincha y tejas. La Palma es famosa por sus carnavales. Allí se originó el famoso ‘topón’, que no es más que el encuentro de dos tunas, la de Calle Arriba y Calle Abajo, con sus respectivas reinas.