Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
- 18/05/2011 02:00
El cáncer de mama es una proliferación anómala y sin control de las células epiteliales que revisten los diferentes conductos de la mama. Es hoy día es considerada una enfermedad hormona dependiente. Sabemos que el 75% de las enfermedades malignas de la mama se diagnostican en las pacientes postmenopáusicas (luego de los 55 años) y el otro 25% en las premenopáusicas (menores de 50 años ). El 60 % de las premenopáusicas tienen receptores hormonales positivos y el 85% a 90% de las postmenopáusicas son también positivas.
El tratamiento del cáncer de mama es multidisciplinario, donde intervienen varios especialistas que comparten un mismo norte, tratar la enfermedad y luchar por curarla.
La quimioterapia juega un papel importante en tres diferentes escenarios: tratamiento previo a la cirugía, tratamiento complementario a la cirugía y tratamiento para la enfermedad metastásica. La utilidad de la quimioterapia está definida por el concepto de enfermedad sistémica y la posible presencia de micrometástasis no detectables clínicamente. Su objetivo es, entonces, evitar las recaídas y la muerte de las pacientes afectadas por esta enfermedad. Son múltiples los fármacos utilizados, de los cuales los más conocidos son las antraciclinas, los agentes alquilantes, los taxanos, los antimetabolitos, inhibidores selectivos de receptores hormonales y algunos con efecto biológicos como el Trastuzumab.
Uno de los primeros en demostrar la utilidad del tratamiento hormonal en el cáncer de mama fue Beatson en 1896, al efectuar una doble ooforectomía (quitar los ovarios) en una paciente con enfermedad maligna de la mama y ver los resultados favorables para la misma. El tamoxifeno es el resultado de esta primera observación y hoy día ya tiene más de cuarenta años de uso con resultados exitosos.
La quimioterapia afecta a las células del cuerpo de rápida división celular, tanto las normales como las anormales. Por lo que todos los tejidos conformados por células de rápido recambio, se afectarán transitoriamente al igual que su funcionamiento. Los órganos más afectados son: la medula ósea y su producción de células, el tracto digestivo, sistema genitourinario, y los folículos pilosos del cuero cabelludo (se cae el cabello). Todos estos efectos son esperados y son pasajeros. Una vez finalizado el tratamiento arranca su funcionamiento normal. Definitivamente no es fácil enfrentar esta enfermedad y someterse a este tratamiento, solo las valientes, con un gran apoyo familiar y social, logran culminarlo y para muchas significa: volver a nacer.