Así lo confirmó el viceminsitro de Finanzas, Fausto Fernández, a La Estrella de Panamá
Audios revelan intento del exministro Álvaro Leyva de promover la salida anticipada de Gustavo Petro con apoyo extranjero

- 29/06/2025 10:51
Un conjunto de grabaciones en poder de servicios de inteligencia colombianos revela que el exministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva sostuvo reuniones en Estados Unidos para gestionar apoyos políticos que facilitaran la salida anticipada del presidente Gustavo Petro. Según fuentes cercanas a legisladores del Partido Republicano y audios obtenidos por el diario español, El País, Leyva planteó un escenario de presión internacional para reemplazar a Petro por la vicepresidenta Francia Márquez.
En los encuentros, realizados en abril, Leyva describió al mandatario como una figura inestable, con supuestos problemas de consumo de sustancias y falta de control sobre el orden interno. Aseguró contar con elementos probatorios y afirmó que Petro “no tendría capacidad de reacción” si se ponía en marcha el plan. Los interlocutores en Estados Unidos no dieron curso a la propuesta, según confirmaron fuentes cercanas a la Casa Blanca.
El excanciller, de 82 años, manifestó interés en establecer contactos con figuras como Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, así como con el congresista Carlos Antonio Giménez, aprovechando los vínculos de su hijo Jorge Leyva con sectores republicanos. En una de las grabaciones se escucha a Leyva decir: “Hay que sacar a ese tipo. Esto solo puede hacerse con un gran acuerdo nacional donde participen actores armados y no armados, como el ELN o el Clan del Golfo”.
Además de los contactos reservados, Leyva difundió en redes sociales varias cartas en las que acusaba públicamente a Petro de adicciones y comportamientos erráticos en eventos oficiales. Señaló también a Laura Sarabia, mano derecha del mandatario, como presunta facilitadora de ese supuesto consumo, algo que tanto Sarabia como el presidente han negado rotundamente.
El político conservador mencionó que Francia Márquez, actual vicepresidenta, sería la figura encargada de asumir el poder. En uno de los audios asegura que está “jugada” en la estrategia, y lee mensajes personales intercambiados con ella, dando a entender que existe una coordinación entre ambos. Petro, al conocer las grabaciones, confrontó a Márquez en una tensa conversación privada. Ella negó cualquier participación y rechazó haber conspirado contra el mandatario, pero se rehusó a emitir un desmentido público, lo que agravó la fractura entre ambos.
El distanciamiento entre Leyva y Petro comenzó meses antes, cuando el entonces canciller fue sancionado por la Procuraduría en noviembre de 2024 tras cancelar una licitación de pasaportes por instrucción directa del presidente. Aunque fue uno de sus hombres de confianza y lideró procesos clave como el restablecimiento de relaciones con Venezuela y la política de “paz total” con grupos armados, Leyva consideró su salida una traición.
Tras dejar el cargo, buscó mantenerse influyente promoviendo la idea de un acuerdo nacional para destrabar reformas, pero fue marginado del círculo cercano de Petro. La falta de respuesta a sus llamados y el quiebre de la relación lo llevaron a escalar sus acciones, primero con denuncias públicas y finalmente con gestiones internacionales orientadas a remover al presidente.
Leyva incluso sugirió como figura clave de interlocución a la periodista convertida en política Vicky Dávila, a quien consideraba capaz de canalizar el malestar institucional. También mencionó al precandidato Miguel Uribe del partido Centro Democrático como parte de una posible alianza, aunque su mención coincidió con un atentado que lo dejó en estado grave.
El presidente Petro se refirió públicamente al tema sin ofrecer detalles, pero dejó entrever su molestia en un discurso reciente al acusar al exministro de promover un intento de golpe de Estado. Leyva, tras la polémica, viajó a Madrid alegando razones de seguridad.
Este escándalo representa una nueva fisura en el gobierno de Petro, debilitado por tensiones internas y la pérdida de aliados estratégicos en un momento en que el país se aproxima al ciclo electoral de 2026.