Don Bosco y la fe del panameño

Actualizado
  • 01/02/2012 01:00
Creado
  • 01/02/2012 01:00
PANAMÁ. La palabra devoción lo resume todo. A nadie debe sorprender el desbordamiento en las calles del popular barrio de Calidonia de m...

PANAMÁ. La palabra devoción lo resume todo. A nadie debe sorprender el desbordamiento en las calles del popular barrio de Calidonia de miles de personas cada 31 de enero.

Esta vez se cumplían 124 años del fallecimiento de San Juan Bosco y su procesión, por efectos de los trabajos del Metro, fue más corta de lo acostumbrado.

La misión de este santo nacido en Turín, Italia, el 16 de agosto de 1815, y la de sus seguidores en todo el mundo, es crear una sociedad más libre, más equitativa y más cristiana.

Por estos días, Panamá no tiene una sociedad con estas características, al punto que muchos estiman que la misma se divide a los escenarios vividos en 1989 cuando se registra una de las peores crisis políticas y sociales de nuestra historia. Lo acontecido en las graderías del Palacio Justo Arosemana la tarde del pasado lunes, en donde las diferencias políticas se trasladaron al plano de la violencia, centró el mensaje del arzobispo metropolitano de Panamá, José Domingo Ulloa. Para el prelado, este hecho fue simplemente ‘bochornoso’, no sin antes expresar que la Iglesia está preocupada frente a la situación, porque es algo que no se sabe dónde puede terminar. Pide sensatez y deponer las actitudes para buscar el bien común.

No se había secado la tinta del escrito que recogía sus comentarios cuando diputados de ‘bandos’ contrarios se enfrentaban con violencia acrecentando la onda bochornosa.

En medio de este clima, cada vez se suman más los feligreses a la gracia de Don Bosco.

Rossana Carvallo, una panameña de unos 45 años de edad, residente en Maryland, viaja año tras año para participar en esta fiesta religiosa. ‘Hoy lo hago con mis dos hijos (ambos nacidos en Estados Unidos) a los que les he inculcado mi fe por Don Bosco’, comenta mientras la procesión hace una de sus conocidas pausas, al mismo tiempo que traduce a dos amigas suyas (también estadounidenses) que le acompañan, atraídas por la novedad y por las anécdotas que cuenta cada vez que retorna al día a día de su negocio de bienes raíces. ¿Turismo religioso?

El caso de Carvallo no es exclusivo. De la madre patria, especialmente de Vigo, nos llega la pareja compuesta de Rosa y Manuel Fernández. Ambos cruzaron el charco para, por primera vez, conocer el ‘arrastre’ del santo. Les llama la atención que en el recorrido encuentren personas de diferentes estratos sociales. ¡Eso solo lo hace Don Bosco!

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