Escuelas rancho: mito a realidad

Actualizado
  • 06/03/2012 01:00
Creado
  • 06/03/2012 01:00
VERAGUAS. Un escenario que aún sigue vivo y fuerte como un roble, principalmente en las comunidades apartadas de la educación panameña, ...

VERAGUAS. Un escenario que aún sigue vivo y fuerte como un roble, principalmente en las comunidades apartadas de la educación panameña, son las escuelas rancho.

Con pencas, palos, barro y de cualquier cosa que les quede a mano a pobladores de estas apartadas comunidades, así elaboran los padres de familias las mal llamadas escuelas, donde luego sus hijos acuden a tomar sus clases.

Para muchos las escuelas rancho son un mito; sin embargo, para los habitantes de la comunidad de Cerro Maíz, en el corregimiento de Nibra de la comarca Ngäbe Buglé próxima a la provincia de Veraguas, estos centro de estudios se mantienen más vivos que nunca.

Para Yadira Pino, secretaria general de la Asociación de Educadores Veragüenses (AEVE), hay lugares que parecen haber sido olvidados por el Ministerio de Educación, en donde la gente del pueblo y docentes se las ingenian para improvisar salones donde los estudiantes puedan recibir sus clases. Es la realidad de al menos 100 escuelas a nivel nacional, asegura.

Según Pino, en la comarca marca Ngäbe el 80 por ciento de las escuelas no cuentan con agua potable y a nivel nacional el 30 por ciento de los centros educativos no cuenta con agua ni acometida eléctrica; y ahora a todo esto se le une el hecho de que los salones son de madera y de pencas, las llamadas escuelas rancho.

Judith Duarte, docente en la comunidad de Cerro Maíz, corregimiento de Nibra, comarca Ngäbe Buglé, dijo que es lamentable que se diga que todas las escuelas están listas para el año escolar, cuando el salón en donde niños de 4 a 6 años reciben clases tiene todo el techo levantado y sus paredes aún son de palos.

Por su parte, Migdalia Velásquez, quien trabaja en la escuela Jiali, en Kankintu, comarca Ngäbe, agregó que es muy difícil trabajar en estas áreas en donde las mesas y banquillos son tosas de árboles que los padres de familia cortan para que sus hijos puedan sentarse y escribir.

Velásquez relató que en algunos lugares han mejorado las escuelas; sin embargo, lo más predominante son todavía salones de madera y penca.

Igualmente, la docente dejó saber que la mayoría de los centros educativos de las áreas de difícil acceso todavía son multigrados.

MEDUCA DA SU VERSIÓN

Rodrigo Andrade, director Regional del Ministerio de Educación (Meduca), comentó que en Veraguas solo quedan unas cuatro escuelas rancho distribuidas en los distritos de Las Palmas, Cañazas y Santa Fe; sin embargo, aclaró que las mismas ya están en proyección de ser construidas, pues el problema es que la empresa que tenía a cargo los trabajos no los terminó.

Andrade dio a conocer que escuelas como El Palmeño, Quebrada Oscura, y El Guacamayo son centros educativos que prontamente serán construidos para que los estudiantes puedan tener un lugar apropiado y digno donde recibir sus clases.

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