Subdirector de la Policía se acoge a 'ley del silencio' en amenaza golpista

El subdirector de la Policía de Panamá, comisionado Eduardo Serracín, está en medio de la tormenta.

El subdirector de la Policía de Panamá, comisionado Eduardo Serracín, está en medio de la tormenta.

¿Por qué? El ministro de Seguridad Pública, José Raúl Mulino, lo acusó de exigirle bajar el proyecto que crea un tribunal disciplinario para policías, o ‘cerrarían filas’.

Junto a esa amenaza, estuvo la directora de Responsabilidad Profesional (DRP) de la Policía, Kauris Amador —exsubalternos de Gustavo Pérez.

Ese ‘cierre de filas’ no es más que la amenaza de un golpe de Estado si no desistía de su proyecto de justicia disciplinaria.

El comisionado Serracín acudió esta tarde a la graduación de 32 oficiales en la Cancillería de la República; evento al que acudiría el presidente Martinelli, pero que al final inexplicablemente no asistió. Pérez también se ausentó.

Al ser abordado por los periodistas, el subdirector de la Policía dijo que juró ante Dios que iba a cumplir con su misión de mantener la seguridad en el país, un juramento que es 'proteger y servir'.

De esa forma, se acoge a la ley del silencio, que se traduce en no hablar, aunque él espera que todo se aclare en su momento.

Mulino que reconsideró este miércoles 14 de marzo su 'renuncia irrevocable' del viernes 9 de marzo, deja en manos del nuevo director de la Policía, Julio Moltó, destituir a Serracín y Amador, o denunciarlos por amenaza golpista.

"No me meto en la decisión de la Policía de a quién pone o a quién quita (...) debo al tiempo el juzgamiento de los actos", explicó Mulino.

Según el artículo 57 del Decreto Ejecutivo 204 del 3 de septiembre de 1997, que reglamenta la Ley Orgánica de la Policía panameña, las sanciones contra el subdirector recaen en el presidente de la República, el ministro de Gobierno y Justicia (ministerio hoy modificado), el director de la institución, y las juntas disciplinarias.

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