‘Lo que hicieron los policías fue un crimen’

Actualizado
  • 04/01/2013 01:00
Creado
  • 04/01/2013 01:00
DAVID. Juan Carlos Cubilla salió la noche del 24 de diciembre al mercadito Anita a comprar una tarjeta de celular. Quería, como años ant...

DAVID. Juan Carlos Cubilla salió la noche del 24 de diciembre al mercadito Anita a comprar una tarjeta de celular. Quería, como años anteriores, felicitar a sus amigos tan pronto el reloj marcara las doce media noche.

Aquella noche, Juan Carlos, de 29 años, fue detenido por las unidades policiales en la tienda. Su madre cuenta que los policías lo esposaron, lo tiraron al suelo y lo rociaron con gas pimienta.

‘No conformes con eso, se lo llevaron al cuartel Central. Allá mi hijo sufrió varios ataques epilépticos, se tiraba al suelo y pedía ayuda. Nadie le dio una mano, al fin lo llevaron al cuarto de Urgencias del hospital Rafael Hernández’, relata Gladys, la madre.

Media hora antes del nacimiento de Jesús, Juan Carlos perdía la vida en ese centro hospitalario. ‘Debió sentirse horrible. Me dicen que él pedía ayuda y nadie lo auxiliaba’, cuenta Gladys, con el rostro empapado.

‘ALLÍ HUBO DE TODO’

Juan Carlos no tenía empleo fijo. ‘Camaroneaba’ en la construcción’ y cuando no salía de casa ayudaba en el hogar en los quehaceres domésticos por las mañanas, atendía a su familia (tenía tres hijos pequeños) y en las tardes jugaba al fútbol.

La noche de su muerte estaba resfriado. ‘Ese día hubo de todo’, comenta Gladys, que enumera: ‘Allí hubo abuso de autoridad, negligencia, de todo. A él no le prestaron ayuda médica como era necesario en ese momento. Estaba resfriado, era asmático y a consecuencia del gas irritante que le echaron los policías, sufrió un paro cardiaco’.

Aunque el certificado de Medicatura Forense de la morgue Judicial de Chiriquí dicta que Juan Carlos murió de un paro cardiaco, Gladys asegura que hubo algo más que eso.

LOS TESTIGOS

‘Tenemos testigos que nos i nformaron lo que en realidad sucedió aquella noche: cómo lo maltrataron física, verbal y emocionalmente. Pido que las autoridades sean serias, que muestren los videos que hay en la sala de guardia, los cuales dictaminan a qué hora le prestaron ayuda médica. Lo que hicieron los policías con mi hijo es un crimen y los responsables deben pagar por ello’, enfatizó la madre.

‘Mi hijo murió a consecuencia de los golpes propinados por los uniformados. Le pegaron en las rodillas y en el rostro con los toletes y las armas de reglamento. Por ello Juan Carlos no está hoy con nosotros’, concluye la madre, mientras que la esposa de la víctima se refugia en el silencio.

‘ESE CRIMEN NO DEBE QUEDAR ASÍ’

Mientras que Gladys pide que se haga justicia por la muerte de su hijo, las autoridades prefieren no hablar del tema. En el departamento de Relaciones Públicas de la Policía Nacional de la provincia dijeron que no emitirían declaraciones.

En todo caso, le corresponde a la Fiscalía Segunda Superior realizar las investigaciones.

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