Educando ‘en línea’

E s impresionante cuántos programas de educación ambiental a distancia existen. Científicos que trabajan en lugares exóticos se conectan por internet y llegan hasta los salones de clases, conversan con estudiantes e intercambian experiencias. Con la naturaleza exuberante de Panamá, no es de extrañar que varios de estos programas se transmiten desde aquí y sean aprovechados por estudiantes de todo el planeta. ¡En sólo un mes de clases como profesora de Ciencias Ambientales mis estudiantes y yo ya hemos participado en dos!

Una limitante suele ser que la mayoría de estas interacciones se llevan a cabo en inglés; sin embargo, hay varias en español. Hace un par de semanas pudimos compartir una charla y preguntas por internet a expertos locales en mangle, el programa tenía la opción de hacerlo en inglés o español. Este tipo de interacciones suelen ser gratuitas para estudiantes locales y mientras más participemos y aprovechemos, más frecuentes serán. ONGs locales e institutos como el Smithsonian proveen estas oportunidades periódicamente, hay que estar pendiente, mantenerse informado y aprovecharlas.

Cuando se aprende sobre el ambiente, es cierto que la experiencia en el campo no se compara con un intercambio por internet, pero definitivamente vale la pena. Los costos de movilizar estudiantes suelen ser altos, consume tiempo y en muchos casos los grupos deben ser pequeños. Tener la oportunidad de intercambiar por una hora con un científico experto, quien explica apasionadamente su trabajo estando parado en medio del bosque nuboso panameño mientras se escuchan los llamados de monos en el fondo, es algo que marca positivamente a los estudiantes y les abre una ventana a un nuevo mundo.

Sabemos que amamos lo que conocemos. Conozcamos la naturaleza panameña, tenemos mucho de qué estar orgullosos. Conociéndola la apreciaremos más. Anímense a ‘conectarse’ con ella.

AMBIENTALISTA