Diputados piden escalonar horarios

PANAMÁ. El informe que levantó la comisión de Comunicaciones y Transporte de la Asamblea Nacional sobre la crisis en el transporte en la capital no apunta a responsables ni señala las causas. Lejos de ello, esgrime dos soluciones a las tediosas jornadas de espera por un metrobús: escalonar los horarios de los funcionarios e incorporar buses a través de una nueva concesionaria.

El documento, que llegó el jueves último al Ministerio de la Presidencia y fue leído este sábado en el pleno de la Asamblea Nacional, propone crear dos horarios para los colaboradores de las entidades del Estado que se ubican en los distritos Panamá y San Miguelito. Uno de 7:00 a.m. a 3:00 p.m., y otro de 9:00 a.m. a 6:00 p.m.

La comitiva planteó la necesidad de que el decreto que lo ordene esté vigente entre el miércoles 1 de mayo y el miércoles 31 de diciembre de este año.

La crisis, sustenta el informe, dificulta la productividad y eleva los costos de operación del sistema de transporte público de pasajeros.

La propuesta del poder Legislativo excluye a la Autoridad del Canal de Panamá y pide al Órgano Judicial sumarse.

Además, plantea que a los funcionarios que lleguen con hasta 30 minutos de tardanza se les permita resarcir el tiempo trabajándolo al final de su jornada.

El presidente de la comitiva legislativa de Transporte, Marcos González, explicó que las respuestas que ofreció la compañía Mi Bus (concesionaria del Metrobús) a un cuestionario de la Asamblea apunta a que faltan unidades para reforzar puntos críticos como el este de la ciudad, San Miguelito y Panamá Viejo, en Parque Lefevre.

Esta semana, adelantó, una comisión integrada por los asesores de la comisión de Transporte y el Ejecutivo se reunirán para discutir la viabilidad de las propuestas.

Los empresarios han calculado que cada hora de tardanzas cuestan hasta 180 mil dólares. El golpe es habitual desde el 15 de marzo último, cuando la Autoridad de Tránsito y Transporte Terrestre (ATTT) avaló el ingreso del Metrobús nueve rutas troncales, las últimas en las que operaban los diablos rojos.

Ese día, 700 diablos rojos dieron paso a 300 metrobuses.