Sosa: ‘No hemos hecho nada mal’

Actualizado
  • 14/08/2013 02:00
Creado
  • 14/08/2013 02:00
PANAMÁ. Al final de la avenida Cuba, en la acera derecha, casi frente al edificio El Hatillo, está el Instituto Conmemorativo Gorgas de...

PANAMÁ. Al final de la avenida Cuba, en la acera derecha, casi frente al edificio El Hatillo, está el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (ICGES). Desde la vereda del frente se observa una lona azul que cubre un monumento esculpido en 1928 por un artista italiano: esa lona esconde a Alfred B. Herrick.

¿Cómo llegó Herrick hasta el estacionamiento de este centro de investigación? Néstor Sosa, director de la institución, contesta: ‘La trajo una grúa’. Esa es, quizás, una de las pocas certezas que tenga el médico sobre el tema. Todas sus respuestas, al final, tienen el mismo tenor: ‘Yo no sé’, ‘No estoy seguro’, ‘No me acuerdo’.

El director del ICGES narra que todo comenzó con una llamada, de parte de la empresa dueña de la grúa, quienes, ordenados por el Ministerio de Salud (MINSA), le consultaron si podía acoger una estatua ubicada donde se estaba demoliendo la antigua DGI. ‘Nos lo pidieron por la cercanía, por el hecho de que Herrick fue un médico estadounidense y porque somos una institu ción de salud, por eso nos la trajeron’.

La efigie llegó al ICGES y nadie del MINSA se comunicó directamente con Sosa. El galeno supone que los funcionarios del ministerio establecieron contacto con las personas que iban a recibir la estatua. ‘Me imagino que con la seguridad y con quienes iban a aprobar la entrada de la estatua al estacionamiento para tenerla ahí en custodia por la situación que se estaba dando en el edificio (donde estaba antes)’.

El médico se sincera y dice que recibió la estatua sin saber de quién se trataba. ‘Me puse a averiguar quién era. Encontré un resumen de su vida en la prensa local y también averigüé con algunos médicos que estudian historia para saber quién era, por qué la estatua estaba en un edificio del MEF. Ahí me di cuenta de que era una persona prominente’.

Sosa comenta que investigaba a quién le pertenecía la estatua cuando La Estrella publicó la primera entrega de este tema. ‘Una idea era contactar a la familia Lewis, la cual, al parecer, fue la que más dinero aportó para que Vanneti, el artista italiano, hiciera su trabajo’.

El galeno también dice que se pensó tratar de contactar a algún familiar de Herrick en Panamá, sin embargo, ninguna de las dos cosas se ha efectuado.

‘Nos pidieron el favor de que lo custodiáramos por la cercanía que teníamos, y eso es lo que hemos hecho. Ustedes (La Estrella) nos lo han criticado, pero le pusimos una lona para cuidarlo del excremento de pájaro y también porque esperamos una reinstalación’, relata el investigador.

La remoción de la estatua, puso de relieve la ausencia de una política para el cuidado de los monumentos en la ciudad capital.

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