Los tres perros que cuidarán en la Universidad de Panamá

Actualizado
  • 03/06/2014 02:00
Creado
  • 03/06/2014 02:00
Los caninos de raza Rottweiler, adquiridos por la administración, fueron entrenados desde los 6 meses de edad

En agosto, cuando inicie el segundo semestre, tres perros amaestrados garantizarán la seguridad en la Universidad de Panamá, principal casa de estudios superiores del país fundada en 1935.

Se trata de tres canes machos raza Rottweiler que complementarán un sofisticado sistema de vigilancia, que incluye la instalación de fibra óptica por la universidad, torniquetes de entrada, brazos mecánicos y 300 cámaras de vigilancia. Los animales fueron comprados en marzo del año pasado y rondan los $700 y $1,500.

Los caninos, con sus guías, vigilarán desde las 11:00 p.m. hasta las 4:00 a.m. el campus central Octavio Méndez Pereira, donde se encuentran las principales facultades, bibliotecas, laboratorios, instalaciones universitarias y La Colina, la administración general.

En el sector circulan al día entre 30 mil y 40 mil personas.

‘Thor’ pesa 100 libras y ‘Paco’ y ‘Roy’ rondan entre las 90 y 95 libras cada uno. Están bien cuidados, solo les dan alimento de perro, nada de comida pesada.

Los especialistas los han llevado a la universidad y son tranquilos, solo siguen órdenes sencillas de palabras en idioma inglés como ‘ataca’ y ‘quieto’.

La repetición y estimulación es la base de su desarrollo, sin gritos, golpes o collares eléctricos.

CÓMO SE ENTRENAN

Los entrenamientos se realizan en el Hospital Veterinario, ubicado en Corozal, sitio donde los mantienen.

El entrenador canino Alexis Jones explicó a La Estrella de Panamá que los empiezan a entrenar desde los cinco y seis meses de nacido, porque en ese periodo tienen el coeficiente desarrollado similar al de un niño de 2 y 3 años de edad.

Confesó que escogieron los perros raza Rottweiler porque, con solo verlos, la gente se asusta.

Para su formación, se le enseñan tres cursos: obediencia básica, intermedia y avanzada.

En obediencia básica el perro camina al lado del guía, se sienta, se echa y se queda quieto, además aprende a no brincarle a las personas o a otro perro sin razón.

Jones contó que primero se le enseñó a morder como si fuera un juego en los brazos, porque el delincuente lleva en esa parte de su cuerpo las armas blancas y de fuego.

El entrenamiento inició con un mordedor y luego con guantes. Por naturaleza, ellos muerden en las piernas y cuello, por eso se cambió ese modo. Se tomaron cuatro meses en ese nivel, para seguir el proceso.

En obediencia intermedia, el animal aprende a dominar más las órdenes de sentarse, echarse y quedarse quieto. Además, se pueden alejar unos 50 metros y permanece en ese mismo punto hasta recibir una orden.

Incluso, tienen control cuando un automóvil le pasa al lado.

En obediencia avanzada, el perro domina todo mucho más y hay más control.

El experto afirmó que no dejarán que los estudiantes soben mucho a los perros para no ponerlos sumisos.

ATAQUES

Los caninos son entrenados sin la necesidad de tener un bozal puesto, ya que como estudioso de la psicología canina, Jones adujo que al tener ese equipo el animal sufre de estrés.

‘Es algo nuevo tener un perro de ataque sin bozal dentro de la Universidad de Panamá, un animal supercontrolado’.

El entrenador manifestó que también se adaptan a la voz de una mujer, para que sean dominados por ambos sexos. En las prácticas han incluido a chicas.

Pueden atacar a cualquier persona, incluso a su entrenador, si recibe la orden de su guía.

El animal no corretea o muerde a nadie sin recibir la orden; apenas recibe la orden de quedarse quieto, lo hace y si a quien atacaba lo acaricia, se deja con tranquilidad.

UN BENEFICIO Y MAYOR DIVULGACIÓN

Según Eldis Barnes, vicerrector de Asuntos Estudiantiles de la Universidad, las medidas de seguridad no solo beneficiarán a la comunidad educativa, sino a los visitantes.

Comentó que en el campus hay 14 hectáreas, y otras ocho en las facultades cercanas, lo que hace difícil mantener la vigilancia con agentes dotados solo con una linterna y una radio.

Por eso ahora filmarán y pasarán la información de los delincuentes a la Policía Nacional.

Indicó que los estudiantes del área de la Salud portan equipos tecnológicos como computadoras portátiles, iPad, iPod, tabletas, celulares de todo tipo y los delincuentes cometían sus fechorías.

Barnes agregó que existen 14 entradas, pero deben regularlas con los brazos mecánicos para que ingrese el estudiantado y personal identificado.

En tanto, el magíster José Álvaro, presidente de la Asociación de Profesores de la Universidad de Panamá (Apudep), señaló que hay quejas de asaltos e intentos de violaciones sexuales en las instalaciones.

‘Ha sido un clamor de los universitarios establecer mecanismos de control para la seguridad’.

El dirigente expuso que han solicitado que el proyecto sea divulgado más, porque aunque están en la fase de instalación, es necesario conocer quién estará detrás del manejo.

‘Es un sistema que avalamos, pero debe ser de conocimiento de toda la comunidad universitaria’.

Con la debida aclaración, añadió, nadie tendrá duda ni suspicacia.

La última clase de la Universidad termina a las 10:30 p.m. y muchos estudiantes se quedan en salones de estudio y haciendo tareas.

En la universidad, que maneja un presupuesto de $184 millones, hay 55 mil estudiantes.

En septiembre próximo comprarán dos machos y una hembra, posiblemente gran danés o pastor belga malinois.

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