Margarita Vásquez: ‘nuestra literatura puede enriquecer a la juventud'

Actualizado
  • 29/04/2016 02:00
Creado
  • 29/04/2016 02:00
La directora de la Academia Panameña de la Lengua reflexiona sobre la necesidad de motivar a los jóvenes a leer literatura panameña

‘Abuela Margarita... cuando sea grande quiero ser como tú :)', declaraba recientemente una joven veinteañera de nombre Elisa en el ‘muro' de la directora de la Academia Panameña de la Lengua, Margarita Vásquez Quirós. Así, con los signos de puntuación que Facebook convierte en emoticones para comunicar aceptación.

El comentario acompañaba a una fotografía de la directora de la Academia, junto a Juan David Morgan, haciendo entrega de un pergamino al escritor José Franco, en ocasión de su nombramiento como miembro honorario de esta institución.

Y es que esta simpatiquísima mujer, que se acerca a los ochenta y se mantiene rebosante de energía y de proyectos, ofrece a sus hijos, nietos, amigos y centenares de alumnos y exalumnos no una, sino muchísimas razones por las que sentirse orgullosos.

Acudimos a su despacho en la sede de la Academia, en Calle 50, un día en que su agenda se vio repentinamente cargada de periodistas de medios impresos y televisivos, pues, aunque La Estrella de Panamá había concertado la cita días antes, todos la buscaban esa mañana para consultarle sobre la decisión del Ministerio de Educación de reducir una hora semanal las clases de Español, para reincorporar Historia de las Relaciones de Panamá con Estados Unidos, como materia obligatoria.

MARGARITA VÁSQUEZ

‘A los que jóvenes hay que conducirlos, como decía Miró, por los viejos senderos retorcidos'

‘Mientras la clase sea aprovechada por los estudiantes para leer y escribir, me parece bien. La clase de Relaciones con Estados Unidos es importante para nuestros jóvenes porque es parte de lo que somos', respondió, palabras más, palabras menos, a las cámaras , con la sonrisa cálida que la caracteriza.

Una vez los flashes y micrófonos se fueron, la académica profundizó con este diario sobre su preocupación por la falta de interés de los jóvenes por la lectura, y por la forma como aceptan que la publicidad les dicte cómo llevar sus vidas. Y aunque reconoce que no se trata de un fenómeno exclusivamente panameño, afirma con pesar que el cine comercial y el consumo indiscriminado de los productos de moda van en detrimento de los valores autóctonos.

‘Es un cambio en la mentalidad; los jóvenes de hoy vienen con otro chip', asegura.

Para ella esta claro que no se puede apartar a la juventud de la tecnología, pero tampoco, dice, se les puede ‘abandonar allí, en la robótica...'.

Vásquez recuerda con nostalgia su infancia, las reuniones de la familia en la finca de su abuelo, cuando se pasaban las noches escuchando historias de la familia, de la bisabuela, de los tíos abuelos, de los maestros del pueblo... recuerda el contacto con la dura realidad de la vida del campo, y cómo el conocimiento de esos orígenes le ha representado una fuerza insuperable a través de toda su vida.

‘A los jóvenes tenemos que conducirlos a que descubran, como dice Ricardo Miró, esos ‘viejos senderos retorcidos' de la Patria, preguntarles, antes de que vayan al mall , ‘con qué plata y qué dinero', porque no pueden ir solo ‘con cascarita de huevo', comenta, repitiendo la antes conocida rima infantil.

MARGARITA VÁSQUEZ

‘Los jóvenes de hoy están dejando que la publicidad dirija su vida. El consumo indiscriminado de productos culturales de moda está acabando con nuestros valores'

‘Debemos facilitarles el acceso a las historias de Changmarín, que les enseñen que nosotros, un país pequeño, para enfrentarnos al mundo, debemos hacerlo como el Tío Conejo frente al Tío Tigre, haciendo uso de la viveza y habilidades'.

Como buena lectora, ella destaca la capacidad de la literatura para fortalecer el sentido de identidad, porque ‘nos permite querer y apreciar más lo que somos, lo que tenemos y nos da una motivación para cuidarlo', sostiene.

Mientras platica con La Estrella de Panamá, sentada en su vetusto escritorio , entre las paredes de la vieja casona donde opera la Academia, un pajarito azul la sorprende tocándole la ventana con el pico, como pidiéndole que lo deje entrar.

Ella interrumpe la charla un momento para reírse espontanemaente ante la belleza del azulejo, antes de seguir explicando su versión de cómo ese Panamá que queremos para las futuras generaciones va ligado al conocimiento de los textos nacionales.

‘Hay historias maravillosas, algunas ya olvidadas', dice, recordando uno de sus favoritos, la Historia General y Natural de las Indias, islas y tierra firme del mar océano , escrita por el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo, que relata acontecimientos que van de 1492 a 1549.

Este cronista, explica Vásquez, hace una descripción del mundo que habitaban los pueblos originarios durante los primeros tiempos del descubrimiento y la conquista, un mundo abundante de especies como los perezosos, a los que Oviedo llamaba ‘perico ligero', porque cantaban cuando se juntaban, en la espesura del la selva, con otros cientos de su especie.

Oviedo también explica cómo los indígenas pescaban con los ‘peces reverso', a los que cultivaban en corrales y a los que, antes de soltar para hacer su tarea, explicaban, en una ceremonia, el tipo de presa que querían.

A través de los relatos de Oviedo, dice la académica, los muchachos de hoy pueden todavía vislumbrar una ‘mirada fresca del indígena, un hombre inteligente, un hombre creativo que habla con los animales y con la naturaleza'.

Vásquez también destaca entre sus preferidos la obra Armas Antárticas , escrita en 1608, en verso, por Juan de Miramontes y Zuázola, que presenta una situaciones que siguen inquietando a los panameños, como la convivencia entre razas, la llegada del extranjero más fuerte y el uso del territorio como paso obligado.

‘Miramontes narra una historia de amor, pero aprovecha para hablar de los cimarrones —entre los que se encuentra el mismo Bayano—, y de su relación con los indígenas, los españoles, y los piratas que querían hacer uso del territorio, que no era todavía Panamá, como el lugar de paso entre los océanos... explica cómo vivían, qué sembraban, qué comían', indica, concluyendo que ‘lo interesante es que los temas que ocupaban a los personajes son los mismos que nos ocupan hoy en día'.

La académica entiende que algunos de los libros habría que ac tualizarlos, para que fueran leídos por la juventud de hoy con placer, y no como una tortura. Sin embargo, dice, lo importante es rescatar elpasado a través de la literatura para ‘fortalecer la idea de país'.

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CURRÍCULUM

Margarita Vásquez, académica y autora

Margarita Vásquez Quirós es miembro de número de la Academia Panameña de la Lengua desde 2006. Ocupa la silla B, en sustitución de Tobías Díaz Blaitry.

Su discurso, ‘El Canal en la novela panameña ', es considerado pieza de indiscutible valor para las letras del país. Es también miembro correspondiente de la Academia Cubana de la Lengua.

Magíster en Literatura Hispanoamericana y en Lexicografía Hispánica, y especialista en Literatura Panameña, es catedrática en ejercicio de la Universidad de Panamá.

Entre sus múltiples publicaciones figuran Inventario crítico (1998), Acechanzas a la literatura panameña, Un ensayo con cinco preguntas y una esperanza, Contrapunto, Doce ensayos sobre la literatura de Panamá (conjuntamente con Rogelio Rodríguez Coronel, 2008), y el Diccionario del español en Panamá (2010).

Actualmente, coordina el Comité Técnico Científico panameño de la Enciclopedia Digital de Historia y Cultura del Caribe .

Ha obtenido, entre otros reconocimientos, el Premio Rodrigo Miró Grimaldo de ensayo, que le otorgó la Universidad de Panamá, en 2001.

Durante el VII Congreso Internacional de la Lengua Española, presidió la mesa redonda ‘La creatividad en la era digital'.

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