La organización dedicada al blanqueo a través de ‘offshores'

Actualizado
  • 29/03/2017 02:09
Creado
  • 29/03/2017 02:09
La investigación señala que los exfuncionarios de Petrobras abrieron cuentas en Suiza utilizando la representación de la firma en Brasil

La Policía Federal de Brasil ha enumerado una serie de hechos que demuestran que la oficina de Mosscak Fonseca en Brasil conspiró como organización criminal para orquestar estrategias diseñadas para el ocultamiento de la identidad de los beneficiarios de las sociedades offshore , permitiendo que fueran utilizadas con impunidad.

Entre otros s puntos, la Policía enumera la estructura de sociedades vinculadas a la empresa OAS, la cooperativa Bancoop y personas ligadas al partido de los Trabajadores de Brasil, planteando la posibilidad de que los departamentos de un edificio de playa en el estado de Sao Paulo de nombre ‘Solaris' guarden relación con el pago de sobornos por contratos entre la constructora y la estatal Petrobras.

El oficio de la Policía Federal de Brasil que describe la operación ‘Lava Jato' relata la existencia de una organización criminal dedicada al blanqueo de capitales derivado de operaciones comerciales, financieras, de bienes inmuebles y sociedades offshore , entre las que destaca Milzart Overseas Holdings, incorporada por Renato de Souza, director de servicios de Petrobras y que está domiciliada en Mossack Fonseca Panamá.

Apuntan a Backspin Management, S.A., Daydream Properties Ltd., Tropez Real Estate, Dole Tec Inc., gestionadas a favor de Pedro Barusco, exgerente de Petrobras.

Mayana Trading Corp. fue agenciada por la firma a favor del operador financiero Mario Goes, otro operador de las coimas, y por último, Kinsgfield Consulting Corp., incorporada para Roberto Trombeta, delator y contador responsable de crear falsos contratos para grupo OAS.

Todas estas sociedades, según los brasileños, fueron creadas para ocultar bienes.

Muchos de los acusados en la operación, empleados de Petrobras, abrieron cuentas en Suiza a través de Mossack Fonseca, como Renato Duque, Pedro Barusco y Roberto Tombeta, quienes utilizaron la representación de la firma en Brasil para este propósito.

La Unidad de Análisis Financiero de Brasil reportó operaciones sospechosas de algunas de las sociedades citadas.

La Policía de ese país habla de la vinculación entre los delitos perpetrados en detrimento de Petrobras, la sociedad Murray Holdings, Nelci Warken (propietaria de Murray) y otras empresas que se utilizaron para el blanqueo de capitales, como Woodbay Holdings y Hazel Ville Internacional, estas últimas registradas en Panamá por Mossack Fonseca, que según el reporte de Brasil, se dedica a la apertura de sociedades anónimas para ocultar dineros.

El núcleo de investigación se centra en seis personas: Ricardo Honorio (gerente sucursal de Brasil), Renata Pereira (gerente administrativo de Mossack Fonseca Brasil), María Mercedes Riaño (dueña de Mossack Fonseca Brasil), Edison Teano (Fiduciaria Panamá), Luis Hernández (venezolano que participó en las actividades de la firma en Brasil) y Rodrigo Cuesta (venezolano que brindaba servicios profesionales a la firma en Brasil).

Los brasileños también hacen referencia a la relación que hay entre varios de los cuestionados: Nelci Warken, Eliana Pinheiro, Ademir Auad y las sociedades Paulista Publicidad Online, Murrya Holdings, Ida Warken, Milania Warken, Maira Warken y Eliana Pinherio de Freitas.

EL PROCESO EN PANAMÁ

En Panamá, la Fiscalía Segunda Contra el Crimen Organizado del Ministerio Público acusó a Riaño y a los directivos de la firma Mossack Fonseca en Panamá, por el delito de blanqueo de capitales.

En este sentido, explican que el dinero dudoso ingresó al sistema financiero panameño. Hasta ahora, el Ministerio Público no ha hablado de cifras concretas o periodos de tiempo en los que se realizaron las transacciones en cuestión, hecho los señalados denuncian, porque les impide la posibilidad de defensa ante las acusaciones de la autoridad, que califican de falsas.

La investigación de Brasil deja ver algunas huellas de estos dineros que la Fiscalía aún no ha oficializado como objeto de investigación. Y registra las transacciones efectuadas a las cuentas de Riaño en Panamá, a nombre de las sociedades Mossack Fonseca Do Brasil y Lydford Group Inc., adonde llegaban los dinros por la creación de sociedades anónimas creadas por la firma panameña.

María Mercedes Riaño mantuvo relación bancaria con FPBank Inc., a través de las cuentas jurídicas a nombre de Mossack Fonseca Do Brasil y Lydford Group Inc. donde figuraba como accionista y firmante.

Los brasileños dicen que los hechos corroboran que la firma en Brasil incurrió en una conducta criminal sistemática consistente en ofrecer servicios destinados a ocultar bienes de dudosa procedencia. Y que Mossack Fonseca, como organización, es una sola y se maneja desde Panamá.

Esta afirmación la rechaza la defensa de los directivos de la central en Panamá y argumentan que la representante en Brasil, Riaño, gozaba de plena independencia, y aefectos de su organigrama solo era una revendedora de sociedades anónimas.

LOS DEPARTAMENTOS

Explica la investigación de Brasil que Eliana Pinheiro de Freitas, representante de la sociedad Murray Holdings LLC., registrada en Nevada, Estados Unidos, adquirió varios pisos del condominio brasileño antes mencionado, uno de ellos a nombre de la sociedad Paulista Plus Promociones Ltd., propiedad de Nelci Warken, operación que luego se determinó ficticia.

Las sociedades mencionadas fueron facilitadas por Ademir Auada, un abogado al que Riaño le vendió sociedades anónimas que éste luego vendió a terceros.

Auada también abría cuentas bancarias en el extranjero a los clientes que se lo solicitaban.

Las autoridades de Brasil tienen una grabación en la que Auada habla con su hija, Marie Carolina, para contarle que logró ‘aplastar una maleta entera de papeles'. La hija le sugiere que compre otra máquina trituradora de papel y la lleve a casa para destruir la otra mitad de los documentos.

Cuando allanaron la residencia de Audada, la Policía encontró información importante para la investigación.

Entre otras pruebas, identificaron el rastro de la transacción para adquirir el condominio Solaris, cuyas unidades fueron negociadas en condiciones aparentemente ilegales.

Las autoridades sudamericanas identificaron intercambio de correos electrónicos entre las oficinas de Panamá y Brasil, en los que se dictan medidas para cancelar ciertas sociedades que se relacionan a la investigación ‘Lava Jato'.

Riaño, según la Policía de Brasil, dio instrucciones a Honorio sobre cómo ocultar documentos y eliminar evidencia del posible ilícito en el que podían estar implicados.

También hallaron comunicación entre un cliente de nombre Carlo Moratelli y las oficinas de Mossack Fonseca Brasil en la que el primero pide la cancelación de sus empresas porque la policía brasileña le había allanado su oficina llevándose documentos importantes.

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EN LAS ENTRAÑAS DE LAS ‘OFFSHORE'

La firma en Brasil y sus protagonistas

Las autoridades de Brasil efectuaron una radiografía del caso y describieron el rol que empleaba cada uno de los protagonistas.

Así explican que Nelci Warken es la verdadera propietaria de Murray Holding, creada para ocultar propiedades y evitar cualquier ejecución del fisco sobre ellas teniendo en cuenta que fingió una deuda con Paulista Plus y el Municipio de São Paulo. Nelci tenía miedo de perder sus departamentos y buscó al abogado Joao Pissi, quien le aconsejó transferir la propiedad a una sociedad anónima. El abogado registró Murray Holding con sede en Nevada, Estados Unidos, y le pidió a su cuñada, Eliana de Freitas, que apareciera como dignataria.

Así, la investigación brasileña considera que todos los que trabajaron en la firma eran conscientes de que actuaban en un mercado orientado a la demanda de trasiego de activos de origen dudoso.

Ricardo Honorio es un empleado de Mossack Fonseca Brasil que, según las autoridades de ese país, jugó un papel clave en la organización criminal porque por ser extranjera María Mercedes Riaño (su propietaria) no podía figurar como gerente de la firma. Honorio, por tanto, ocupó el cargo. Luego, éste dijo a las autoridades que trabajó doce años en Mossack Fonseca de Brasil y que el único propósito de la empresa era ocultar los verdaderos dueños de las offshore incorporadas en los diversos paraísos fiscales.

La defensa de Riaño alega que Honorio se retractó de la última versión aduciendo que lo había dicho producto de los nervios.

El proceso judicial ha revelado que Mossack Fonseca Brasil básicamente actuaba como agente registrador de offshores en diferentes partes del mundo y el cliente interesado podía elegir entre una lista de compañías ‘shell'; es decir, ya constituidas por la oficina matriz en Panamá por un costo de $1,500.

El delator del proceso que se sigue en Brasil explicó a las autoridades que algunos clientes registraban las sociedades bajo su nombre, pero como es conocido, hay quienes prefieren que aparezca un tercero al frente y para ello la oficina en Brasil ofrecía una variedad de directores —como lo hacen la mayoría de los despachos de abogados que prestan estos servicios— que suelen ser empleados de Mossack Fonseca Panamá y no dicen si ejercen la función de dirección ni los cargos que desempeñan en la empresa.

El año pasado, según lo recabado por los brasileños, Riaño determinó que algunos documentos se guardaran fuera de la oficina. Las autoridades de Brasil hallaron un correo electrónico de Riaño fechado en 2009 en el que se leía: ‘Ya puedo decir que las empresas BVI se utilizan en Brasil para ser accionistas de las empresas brasileñas y que no es la primera en el mundo en el que el accionista no utiliza individual, sino legal. Ese es el caso de encubrir el verdadero propietario'. Para la Policía de Brasil, este es un indicio de ocultamiento.

Mossack Fonseca Brasil no mantenía cuentas en ese país, a pesar de que ahí hacía sus operaciones. En Panamá, abrió cuatro cuentas, una propia a nombre de Costa Lydford y otra denominada Jablan, todas vinculadas a María Riaño. Las cuentas estaban destinadas a recibir pagos de los clientes. Al parecer, Riaño hacía transferencias entre Jablan y su cuenta basadas en supuestos servicios que prestaba una a la otra. No obstante, las autoridades determinaron que había un contrato falso, ya que la empresa de Raiño nunca proporcionó servicios a Jablan. Este contrato permitió la transferencia de unos $100 mil anuales.

El volumen de negocios de Mossack Fonseca Brasil al año era de $1 millón, y el beneficio, de $250 mil.

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