Erika Ender: el país hay que construirlo ‘despacito' y con ‘buena letra'

Actualizado
  • 29/09/2017 02:05
Creado
  • 29/09/2017 02:05
La espiritualidad está en el eje del trabajo de esta artista consumada que se llevó a Panamá en la maleta. "Mis raíces son mi patria", dice 

Como si de escribir una canción se tratara, y casi con garantía de éxito mundial, la archiconocida cantautora panameña Erika Ender ofrece generosa su receta para hacer país; uno mejor, el que todos queremos, como reza el colgado de esta sección mensual con la que La Estrella de Panamá también quiere aportar alternativas para construir identidad nacional, aunque sea ‘pasito a pasito'. Para Ender, panameña por ‘vocación, convencimiento y elección', la clave (que no musical) está en volver a la esencia, a la naturaleza misma de lo que nos define como pueblo, a lo que no cambia. Y lo dice apretando los puños, como si quisiera agarrar ella misma la fuente de su propia inspiración, de la que bebe ‘para cantar a Panamá y por Panamá'. Su trabajo de 25 años, ‘esforzado y perseverante', dice, también lo ha ido labrando ‘poco a poco pero sin borrones', porque no ha tomado ni una sola decisión, en esta carrera de obstáculos que es el espectáculo, de la que se haya arrepentido. Duerme tranquila, no le debe nada a nadie y apuesta por el futuro y sus protagonistas, los niños y los jóvenes para hacer cambios, ‘despacito', como se toman los pasos seguros. Este país, que ‘tiene la obligación de ser feliz' por las muchas bondades que ha recibido, se merece una mayor inversión en cultura, en educación, en arte, en música, pero no solo con dinero -‘ya estamos creciendo bastante en lo económico'- sino en espiritualidad, la conexión motora que insufla toda creación. Respeto, hacia uno mismo y hacia los otros, e integridad son las armas con las que salió al mundo y ahora regresa -‘con humildad'- a Panamá, para enseñar como se hacen bien las cosas.

‘Me tuve que ir para desarrollar mi profesión, pero me fui solo físicamente, mi corazón se quedó aquí... yo no vivo aquí, pero trabajo por Panamá y para Panamá'.

NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA ¿CÓMO LO HICISTE?

Me fui, sin rencores, porque vi que aquí ya no podía crecer, y he vuelto para contar todo lo bueno que me ha pasado, porque creo que también otros pueden hacerlo y repetir mi historia. Creo que todos tenemos la obligación de poner el nombre del país al lado de lo que hacemos mejor. Como hablen del país fuera depende de lo que hacemos nosotros aquí dentro

SI PANAMÁ QUIERE SER UN PAÍS DE ÉXITO, ¿CUÁL CREES QUE ES SU ASIGNATURA PENDIENTE?

Panamá tiene que ir a la raíz y no fijarse solo en las consecuencias (negativas)...tendemos a enfocarnos en las consecuencias y en lo que está mal, cuando lo que está mal es la forma como empezamos a separarnos de la esencia. de la conexión directa con las cosas y los sentimientos.

¿Y ESO CÓMO SE HACE?

Yo estoy trabajando en esa esencia desde mi música, utilizando la música como un anzuelo, como un enganche. A todos nos conecta la música. (Los artistas) tenemos la oportunidad de llamar la atención con nuestro trabajo, pero haciendo las cosas con trasfondo

¿ES MÚSICA O MENSAJE?

Hay que aprovechar cuando nos están mirando para sorprender, pero primero tenemos que lograr que nos presten atención.

¿CUÁL ES EL COMPROMISO?

Yo creo en el ‘talento con propósito', como he llamado un concurso para jóvenes para desarrollar habilidades artísticas pero también la solidaridad. La meta es cambiar la mente y el corazón de las nuevas generaciones. Que la gente entienda que un país no lo hace solo un gobierno, un país lo hacemos cada uno de nosotros.

¿DESPACITO?

Toma su tiempo. Cuando nos ‘activamos' por el país, en cada una de las áreas que desarrollamos, entre todos, entonces se produce un cambio importante Panamá no ha abandonado su esencia, solo tenemos que darle su valor. Tenemos que cultivar más lo que somos

PERO SÍ SOMOS DE TODOS LOS COLORES, UN CRISOL DE RAZAS...

Panamá ama lo que es y lo que representa. Sí somos un crisol de razas y eso es muy positivo. Tenemos la dicha de ser un país de paso; por aquí pasa todo el mundo y mientras más gente, más culturas conocemos y se enriquece más la sociedad. somos una cultura de colores de la que todos podemos aprender.

¿ESO SE ENSEÑA EN CASA?

Definitivamente. Yo misma crecí en una casa que parecía las Naciones Unidas, con un papá americano nacido en la Zona con una abuela italiana y una mamá brasileña con antepasados franceses y los dos enamorados de Panamá. Todos podemos aprender de todos; el emigrante nos enriquece.

CON TANTO AMOR POR EL PAÍS, ¿CÓMO SE HACE CARRERA EN EL EXRANJERO?

Cuando me fui no había en Panamá una plataforma artística en la que crecer, como ya he dicho, por lo que me tuve que ir para desarrollar mi profesión, pero me fui solo físicamente, mi corazón se quedó aquí... yo no vivo aquí, pero trabajo por Panamá y para Panamá.

¿HAY UNA CLAVE PARA EL ÉXITO?

He trabajado duro 25 años y duermo tranquila. Soy fiel a mi esencia y mi esencia se nutre de Panamá y mis valores de casa. Nos hace falta espiritualidad y conectar con nuestras emociones. Hay que apostar por la cultura y la educación para descubrir la felicidad con lo que somos y no por lo que tenemos. Hay un desequilibrio entre el desarrollo económico y el espiritual. Esa es la semilla que hay que colocar en los niños y los jóvenes.

¿CÓMO SE VE PANAMÁ DESDE AFUERA?

Creo que las historias buenas pesan más que las malas. Hay mucho interés por nuestros valores autóctonos y la propia multiculturalidad nacional, por nuestros pueblos originarios y sus costumbres, que son también parte de la nación que somos. ¡Yo empecé cantando tamborera! Uno tiene que saber de qué casa viene. La base más sólida del crecimiento es saber de dónde venimos y lo que representamos y cómo se puede desarrollar con excelencia para que brille nuestra esencia en el mundo. Mis canciones son mis valores y mis valores vienen de casa, donde me enseñaron a respetar y querer lo mío y lo mío es Panamá, aunque mi papá es de origen estadounidense y mi mama es brasileña. Yo elegí ser panameña y la bandera que yo orto es la de Panamá.

¿CÓMO UNA EMBAJADORA?

Todos tenemos esa responsabilidad. Ser lo mejor que podamos para nuestra familia y nuestro país. Yo me siento feliz cuando dicen mi nombre y al lado ponen ‘Panamá', realmente es mi segundo apellido: Erika Ender de Panamá; es todo un orgullo y una responsabilidad. Mi canto es a nuestro pasado y a nuestra historia. Mi carrera, a pesar de que se ha tornado internacional, es nacional, es panameña. Me enseñaron a estar orgullosa de mis raíces y a entender que cuanto más profundas son, más altas crecen las ramas. Yo quiero ser el ejemplo de que en país de donde vengo podemos hacemos las cosas bien. Mi éxito es el éxito de una panameña, es el éxito de Panamá.

TALENPRO PANAMÁ 2017 (SOLIDARIDAD Y ARTE EN ACCIÓN)

TalenPro (Talento con Propósito) es un Festival en el que compiten y se premian, simultáneamente, múltiples categorías, con el fin de cultivar y exponer distintos tipos de talentos entre los jóvenes en la etapa escolar de nivel medio.

Los estudiantes se inscriben a título personal en sus respectivas categorías y nueve elegidos (selecionados por un comité de expertos) compiten por zona y colegios para llegar a una Gran Final. Los participantes que resulten finalistas deberán contar con el apoyo de sus compañeros de escuela, bajo la tutela de un profesor, con lo que se anima a la participación del cuerpo docente en la tarea de identificar una tarea social que también será calificada en el concurso.

Participan estudiantes de entre 16 y 19 años de XI y XII cursos. Las categorías identificadas son Mejor Intérprete, Mejor Canción, Mejor Grupo de baile y Mejor trabajo audiovisual.

El concurso, que ya está en marcha, finaliza el 29 de octubre con una gala que se celebrará en el Teatro Anayansi, de Atlapa, y transmitirá en vivo la televisión local.

Para Ender, esta iniciativa es como un ‘bebé' en el que ha puesto todo el cariño y cuidado para verlo crecer junto con el talento joven del país. Cuenta con apoyo privado e institucional.

DE TRES NACIONALIDADES

Por nacimiento y por padre y madre, Erika Ender podría ser también brasileña y estadounidense

Nombre completo: Erika María Ender Simoes

Nacimiento: 21 de diciembre de 1974, en Panamá

Ocupación: cantante y compositora

Estudios: Comunicación Social

Inicios de su carrera: Empezó a escribir poemas y canciones a los nueve años de edad. A los 16, ganó un concurso de poesía intercolegial a nivel nacional y más adelante se presentó como cantante en el programa ‘Sábado Sensacional' de Venezuela, realizado en abril de 1992 en Panamá, con la tamborera ‘¿Has Estado en Panamá?, con el que acudió a la Expo-Sevilla 1992. Clasificó para participar en el Festival OTI de la canción iberoamericana, con un tema propio (Mar Adentro) y ganó el Festival de la Tamborera con ‘Panamá La Verde'. En 2004, participó en el Festival de la Canción de Viña del Mar, como representante de Panamá, la primera vez en los 45 años de historia del prestigioso concurso. Ha hecho televisión, cine y teatro Ha cantado ante presidentes y en la Organización de Naciones Unidas. Ha recibido dos nominaciones para el Grammy Latino 2017, en las categorías Mejor Canción (Despacito) y Mejor Álbum de Cantautor (Tatuajes). Este año ha sido condecorada con la orden Belisario Porras en el Grado de Comendador por sus servicios al país

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