Corrupción, un problema que nos afecta a todos

Actualizado
  • 25/03/2018 01:09
Creado
  • 25/03/2018 01:09
El conversatorio ‘Comprometidos combatiendo la corrupción', organizado por ISAE Universidad dejó claro que este flagelo solo se puede solucionar si todos los actores de la sociedad aportan su granito de arena

El país requiere de cambios radicales en materia de transparencia, buen manejo de la información, equidad social y participación ciudadana para combatir la corrupción. En esto coincidieron profesionales de diversos sectores de la sociedad civil, quienes participaron como expositores en el conversatorio ‘Comprometidos combatiendo la corrupción' organizado por ISAE Universidad en el que participaron el economista y profesor Juan Jované; el director de La Estrella de Panamá , Gerardo Berroa; el sociólogo Mario De León; el presidente de la Asociación Panameña de ejecutivos de Empresa (Apede), Héctor Cotes y el excontralor José Chen Barría. El evento fue presentado por la directora de la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, Olga De Obaldía.

Para el periodista Gerardo Berroa, los últimos 29 años postinvasión ha sido una falacia de democracia y la corrupción ha caminado a sus anchas; creció, engordó y hoy nos tiene sumidos en un gran abismo como sociedad.

Por eso, sostuvo, ha sido crítico del periodismo y de la actuación profesional de los periodistas, por lo que en los últimos meses ha solicitado a los principales entes del periodismo nacional, un gran debate sobre el papel que deben jugar los medios.

Berroa se refería específicamente a lograr democratizar los medios y la información, para ayudar a democratizar el país. ‘Como he reseñado, el periodismo también forma parte de intereses', dijo y estableció como una tarea pendiente por parte de los medios y agrupaciones periodísticas.

Expresó que hay algunos medios que se rebelan contra esta práctica de la defensa de intereses e incluso hoy se puede ver cómo son las coberturas en unos y otros medios sobre una misma información.

En ese sentido, manifestó que para comprobar su afirmación solo basta comparar el papel de los medios en Brasil con el caso Lava Jato, donde hubo un sistema judicial dispuesto a desmantelar la red de corrupción que se alió con los medios de comunicación y sacó a la luz la verdad para poder aplicar la justicia, mientras que en Panamá, contrastó, el sistema judicial se alió con medios para tapar la verdad, porque tocaba los intereses del poder.

Recordó que gracias al hastío que esta vergonzosa y frustrante situación generó en algunas personas con acceso a estas informaciones, se pudo conocer una parte de lo que se escondía y se esconde.

‘Así llegamos a saber de los 10.7 millones de dólares que ha publicado La Estrella de Panamá y de las facturas que se pagaban directamente a los proveedores del Partido Panameñista, lo que demostró que en la red corrupta del caso Odebrecht el partido en el poder también está involucrado y la justicia no ha hecho su trabajo, ayudada por un silencio cómplice', destacó.

Héctor Cotes, por su parte, mencionó que ‘para combatir la corrupción hay que, entre otras situaciones, eliminar la discrecionalidad de los funcionarios, promover la transparencia de los actos públicos, ampliar la participación ciudadana en los temas de interés nacional, y cumplir con el andamiaje de las leyes existentes y las que requiere el país'. Todos estos temas, dijo, si no son bien tratados influyen en el incremento de los actos de corrupción, que asegura no solamente afectan al sector privado, sino a todos los demás.

En el caso de la discrecionalidad de los funcionarios en determinados trámites de diversas instituciones, señaló que le cuesta mucho al país, no solo a los empresarios, porque se traduce en costos en los productos finales.

Pidió además una mayor participación ciudadana para que en el momento en que se identifique un acto de corrupción se pueda denunciar y se tenga la garantía de que no habrá represalias contra ellos. ‘Tiene que haber mecanismos para poder denunciar y empoderar al ciudadano', además de asegurarle que no va a tener afectación, señaló.

‘Para combatir la corrupción hay que, entre otras situaciones, eliminar la discrecionalidad de los funcionarios, promover la transparencia de los actos públicos, ampliar la participación ciudadana en los temas de interés nacional, y cumplir con el andamiaje de las leyes existentes y las que requiere el país'.

Por su parte, el economista Juan Jované manifestó que si el país no llega a la raíz de la corrupción, esta seguirá siendo un flagelo constante.

Expresó que existen datos que revelan que no solo es cierto que la corrupción gubernamental tiene una doble vía, es decir, donde hay un corrupto hay un corruptor, sino que muchas veces la corrupción viene del sector privado y nace allí. ‘Marcelo Odebretch no es funcionario de ningún gobierno, esa cultura no solo está en los gobiernos está en el sector privado. Eso hay que entenderlo, porque tenemos que ir a la raíz de los problemas', aseveró.

Pero, ¿de dónde viene todo esto? Jované asegura que del propio sistema. ‘El problema' es que el sistema de la sociedad panameña ‘colapsó, produce corrupción, produce pobreza'.

El economista añadió que mientras se tenga un sistema basado en el lucro excesivo y únicamente en el lucro el país va ‘a tener corrupción'. ‘Ese es el sistema que va a destruir el mundo y no solo por la corrupción lo va a destruir, sino por el medio ambiente; porque no tienen donde parar'.

En tanto, el ex contralor José Chen Barría fue enfático en señalar que en casos de corrupción de alto perfil no habrá ninguna consecuencia.

Luego de explicar cómo operó Odebretch en su trama de corrupto, y de comparar el caso de Blue Apple con el esquema brasileño, pero al estilo panameño; Barría indicó que el caso de las auditorías a los $319 millones gestionados por diputados y manejados por las juntas comunales y alcaldías ‘simplemente no ocurrirá nada'.

Entretanto, el sociólogo Mario De León se refirió al clientelismo, estableciendo que la corrupción y las relaciones clienterales son ‘correas de transmisión' para el actual modelo económico.

Añadió que cualquier intento de frenar la corrupción es un intento de restarle poder a los grupos económicos; por lo tanto, ni los grupos económicos, ni sus partidos, ni sus candidaturas de libre postulación, ni sus movimientos civiles pueden combatir la corrupción. Más bien, ‘serían intentos reformistas para encubrir, disimular, o disminuir los niveles escandalosos de corrupción. Ese es el caso de Panamá', señaló.

De León abogó por que se rompa con la hegemonía oligárquica con que estos gozan y equilibrar la balanza social, por que actualmente el peso está del lado del poder económico. No desde ahora, sino desde siempre.

‘Hay que establecer correlaciones de fuerza más parejas, lo que consigo traería mayor participación y nos traería aquella democracia que por generaciones hemos anhelado, porque Panamá no es un país democrático', recalcó.

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