Trata de personas, un problema invisible y crónico

Javier Paredes dirige la Fundación X-Ellas que se dedica a ayudar a víctimas de trata de personas. En los tres años que tiene la organización operando, Paredes ha logrado determinar que la trata de persona para fines sexuales es vista como ‘algo normal'.

Paredes señaló además que la trata de personas no solo tiene fines sexuales, sino que está presente en el ámbito laboral. Una práctica que no está visibilizada como trata pero que ocurre con más frecuencia de lo que uno podría imaginar es aquel relacionado con los servicios domésticos, aseguró el especialista.

Narró un caso específico que ha seguido de cerca y ocurre en Paitilla. Una filipina fue traída para laborar como empleada doméstica en una familia que vive en un apartamento de 400 metros cuadrados, sin embargo, del salario prometido le descuentan la renta y la comida. El saldo, detalló, es retenido para ‘ahorrarlo'.

Además de pagarle el salario bajo el pretexto de que se lo ahorran, la víctima no solo debe atender a la familia que la trajo sino también a la hija que vive en otro apartamento con las misma dimensiones, en el mismo edificio. Esta persona termina laborando diariamente entre 14 y 16 horas para cumplir con lo ordenado en dos apartamentos.

Como este caso, existen muchos más, recalcó Paredes. A mujeres de otros países de Centroamérica, como Nicaragua u Honduras, les ofrecen entre $700 y $800 mensuales para viajar a Panamá y trabajar como doméstica.

Para una nicaragüense u hondureña, sostuvo Paredes, $800 es una millonada, por lo que deciden viajar al istmo. Sin embargo, cuando llegan le hacen una serie de descuentos, como la renta y la comida, hasta que posteriormente les retienen el pago. Cuando las trabajadoras reclaman, entonces viene el chantaje de que las pueden deportar, explicó el director de la fundación X-Ellas.

En la trata de personas con fines sexuales, el escenario es similar. Las personas son traídas a Panamá por una red que las lleva a un local, que por lo general son edificios de apartamentos donde son obligadas a prostituirse.

‘Yo no culpo a los policías que cuidan estos locales porque lo hacen al considerar que eso es normal y, además, reciben un pago porque la ley lo permite',

JAVIER PAREDES

FUNDACIÓN X-ELLAS

El problema se agrava, afirmó Paredes, cuando hay locales comerciales como restaurantes, bares y otras actividades comerciales, donde se mercadea el sexo.

Estos locales son vistos como centros turísticos de la ciudad y, por general, son cuidados por la agentes de la Policía Nacional. De esta manera, el Estado termina protegiendo un mercado ilegal.

‘Yo no culpo a los policías que cuidan estos locales porque lo hacen al considerar que eso es normal y, además, reciben un pago porque la ley lo permite', dijo. Sin embargo, acotó, en el fondo el Estado termina avalando la actividad con su presencia institucional.

A pesar de que el Ministerio de Seguridad ha creado una comisión para atender el problema de la trata de persona, Paredes consideró que el esfuerzo no ha sido lo suficientemente efectivo.

Ante este escenario, Paredes indicó que la Fundación X-Ellas busca darle seguimiento, asesoría legal y tratamiento psicológico a las víctimas, ya que si no lo reciben —después de un tiempo— pasan de víctimas a victimarias porque se convierten en reclutas. El modelo piramidal.

La Fundación busca generar fondos para continuar sus labores y para el próximo 21 de julio realiza una tómbola de un premio único de $350,000 en bienes, que incluye un apartamento, autos Mercedes Benz, motos, un salario mensual de $1,000 por un año, entre otros. El boleto tiene un costo de $10 y el sorteo se realizará en Atlapa.