Medicamentos: el eterno problema y las soluciones que no se concretan

Actualizado
  • 21/06/2019 02:00
Creado
  • 21/06/2019 02:00
El desabastecimiento de medicamentos y los altos precios volvieron al debate esta semana con las quejas de la Comisión de Alto Nivel. Un prolongado mal del sistema de salud del país

Hace muchos años se implementó en la República Dominicana la compra, a través de las Naciones Unidas, y se logró acabar con el problema

Mucho se ha hablado del desabastecimiento de medicamentos, especialmente en la Caja de Seguro Social. ¿Cuál es su visión de este problema?

CARLOS BRANDARIZ

MÉDICO

Mi opinión es como la que tienen todos los panameños: hay un problema real con la falta de medicamentos.

Esta semana la Comisión Nacional de Alto Nivel, que analiza la transformación de la salud, planteó que ha faltado voluntad política para resolver el problema. ¿Cuál es su consideración?

Definitivamente ha habido falta de voluntad política para resolver el tema. Esto se debió resolver desde hace mucho tiempo, pero el problema es que no solamente es la falta de voluntad política, sino que hay muchos intereses creados.

Una de las soluciones que se han planteado e incluso la CAN lo reiteró esta semana, es la compra directa a las casas farmacéuticas o realizar compras, a través de las Naciones Unidas. ¿Cómo analiza esta posibilidad?

Yo lo hice una ocasión. Yo fui representante de la Organización Panamericana de la Salud y teníamos un problema similar en la República Dominicana, donde las grandes casas proveedoras de medicamentos tenían un monopolio. Impugnaban las licitaciones y al final las dos empresas que competían vendían el medicamento a un precio mayor y eso es lo que está ocurriendo en Panamá con las impugnaciones de una contra otra. Además de que los precios que ofertan aquí son más baratos en otras partes. En República Dominicana se llamó a las empresas y se les dijo que arreglaran ese problema de las impugnaciones o simplemente se compraban los medicamentos a través de las Naciones Unidas, que cobra el 5% por la compra de medicamentos. El primer año se compró una gran cantidad de medicamentos y al siguiente año, las empresas se acercaron al Ministerio de Salud para ‘pedir cacao' y se dejaron de impugnar y se solucionó el problema. Eso ocurrió hace muchos años en República Dominicana y se puede hacer perfectamente, ahora, en Panamá, pero eso sería ‘pisarle los callos' a mucha gente grande y los políticos le tienen temor a eso.

El precio de los medicamentos en las farmacias privadas también ha sido tema de debate. A su juicio, ¿cuáles factores provocan los altos precios de los medicamentos?

Las empresas alegan que Panamá es un país que no tiene un gran consumo de medicamentos y al no tener grandes consumos de medicamentos provoca que los precios suban, y eso es totalmente falso. En Colombia, por ejemplo, los medicamentos están a mitad de precio y en los países europeos, igual; Panamá es prácticamente el único que permite los altos precios.

¿Cuáles son sus recomendaciones para solucionar el problema de desabastecimiento de medicamentos y los altos precios?

Las compras de medicamentos, a través de los organismos internacionales es una alternativa viable, y les aseguro que en poco tiempo se resuelve el problema y se acaban las sinvergüenzuras de las impugnaciones.

El alto precio generalizado de las medicinas no es más que una expresión de colusión y otras malas prácticas en el mercado local

Mucho se ha hablado del desabastecimiento de medicamentos, especialmente en la Caja de Seguro Social. ¿Cuál es su visión de este problema?

FRANCISCO SÁNCHEZ CÁRDENAS

MÉDICO

Me causa hilaridad cuando escucho a más autoridades decir que tienen un abastecimiento en tal o cual porcentaje. La falta de medicinas es como la falta de alimentos. Por muy bajo que sea el porcentaje de abastecimiento, su impacto es inconmensurable para los que lo sufren. El desabastecimiento es real. Sus causas son muy variadas: mala administración del tema por los diferentes actores, falta de recursos de compra racional y efectiva, almacenamiento, inventario, auditoría, control general y por individuo y distribución. Para subsanar esto hay que integrar todos los recursos en una Autoridad Nacional de Medicamentos.

Esta semana la Comisión Nacional de Alto Nivel (CAN), que analiza la transformación de salud, planteó que ha faltado voluntad política para resolver el problema. ¿Cuál es su consideración?

La economía panameña es abierta y de libre competencia. Si ese último aspecto fuera real, la competencia tendría sus resultados beneficiosos para el ciudadano en lo que respecta a calidad y bajos precios. El alto precio generalizado de las medicinas no es más que una expresión de colusión y otras malas prácticas en el mercado local. Leyes que castigan la colusión existen, pero nadie las hace cumplir y menos la castigan. La ambición y la codicia está por encima de cualquier valor de muchos empresarios y no les importa encarecer y entorpecer el abastecimiento con reclamos que llevan hasta la Corte Suprema de Justicia, que no se caracteriza por ágil y transparente. Los gobernantes piensan que con crear comisiones se muestra la voluntad política de resolver el grave problema, cuando sabemos que muchas comisiones son el ‘tente allá' de nuestros abuelos. Voluntad política es hacer cumplir las leyes que castigan las malas prácticas comerciales y crear mecanismos que blinden los eventos transparentes de licitación y compra de la codicia sin límite. El problema es que eso para muchos gobernantes es atentar contra la clase económicamente hegemónica. ¡Sí ha faltado voluntad política!

Una de las soluciones que se han planteado e incluso la CAN lo reiteró esta semana, es la compra directa a las casas farmacéuticas o realizar compras, a través de las Naciones Unidas. ¿Cómo analiza esta posibilidad?

Como el sistema económico del país es el de la libre competencia y no debemos destruir ese sistema si no beneficiarlo y desarrollarlo, se deben crear asociaciones publico-privadas de expendio de medicamentos y que compitan sin ningún tipo de ventaja con las distribuidoras locales. La ANM (Autoridad Nacional de Medicamentos) dado que el 80-90% de los medicamentos siempre serán los mismos y con poca variación, debe programar las licitaciones con dos años de antelación de tal manera que los reclamos (que siempre existirán, aunque se hagan nuevas regulaciones) no retrasen el abastecimiento. La ANM debe desarrollar todos los mecanismos de compra de medicamentos de buena calidad y al mejor precio. La idea de la compra a través de asociaciones de países del área a las Naciones Unidas y a la OMS debe desarrollarse. Son buenas las ideas del Dr. Alfredo Martiz de homologar los registros de FDA, Unión Europea y de países asiáticos como Japón con nuestros registros y así agilizar la compra internacional. Igualmente, habría que explorar dentro de la ANM la idea de una o varias licitaciones masivas internacionales.

El precio de los medicamentos en las farmacias privadas también ha sido tema de debate. A su juicio, ¿cuáles factores provocan los altos precios de los medicamentos?

Creo que no solo en los medicamentos hay un alto precio ya insoportable, eso mismo se ve en las viviendas, en los servicios médicos privados, los seguros de vida y de salud, los comestibles, la educación privada, etc., y eso es expresión de la voracidad desmedida de nuestro empresariado nacional y extranjero donde hasta estacionarse es ya impagable. Mientras no desarrollemos la competencia y castiguemos ejemplarmente la colusión seremos víctimas de estos mercaderes. Irse hacia el lado socialista de control del mercado tampoco es la solución.

¿Cuáles son sus recomendaciones para solucionar el problema de desabastecimiento de medicamentos y los altos precios?

Estimo que esta pregunta queda satisfecha en los párrafos anteriores. Pero sí deseo hacer un llamado a nuestras autoridades que le pongan atención al alto costo de los medicamentos y de la vida en general de nuestro país; y a los empresarios, que es su derecho invertir y tener réditos, pero estos no pueden estar por encima de la salud y la vida en general de nuestra sociedad. Por ese camino y la corrupción rampante con impunidad estamos creando el caldo de cultivo para un estallido social que puede ser seguido de la aparición de un mesías cómo está sucediendo en otros lares sin soluciones reales de los problemas y hasta con mayor deterioro social.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus