El coaching está de moda

Actualizado
  • 27/10/2019 00:00
Creado
  • 27/10/2019 00:00
Crece el interés por esta disciplina que está cada vez más presente en la vida moderna. Pero para sacar un verdadero provecho de ella hay que conocerla y verificar las credenciales de quien la ofrece
El coaching está de moda

De un tiempo para acá se han puesto de moda muchas cosas que antes no sonaban: Wifi, Uber, Instagram, LinkedIn y coaching entre muchas otras. ¡Ah!, el coaching... pareciera ser que hay un coach en cada esquina dedicado a cuanto tema se nos ocurra.

Y la pregunta es: ¿existen más coaches o tenemos más información? La respuesta es ¡ambas! El coaching es una profesión relativamente nueva que ha tomado auge los últimos veinte años. Adicionalmente, la información está disponible y visible en un sinfín de plataformas de redes sociales, correos electrónicos, revistas y más.

Con respecto a que si es una moda… sí, está de moda. Y como todas las modas tenemos que probar si nos funciona y si estamos adquiriendo algo de buena calidad.

La International Coach Federation (ICF, por sus siglas en inglés) define el coaching como “un proceso de alianza con clientes en el que se promueven la estimulación de pensamiento, reflexión y la creatividad, buscando maximización de potencial personal y profesional”. A su vez está basado en una metodología de consecución de metas; cimentadas por las once competencias básicas de coaching de la ICF.

Razones que siempre han existido y están más latentes hoy son las que nos invitan a trabajar con un coach: una joven profesional que necesita desarrollar sus capacidades de liderazgo para un puesto mayor y la empresa lo necesita urgentemente. Un alto ejecutivo de cincuenta y cinco años que no logra comunicarse con las generaciones más jóvenes sin generar discusiones. El gerente estrella que quiere lograr más; sin embargo, no está acostumbrado a liderar equipos regionales de diferentes culturas. Estos son solo algunos de los ejemplos de clientes potenciales de un coach ejecutivo.

Un coach ejecutivo, en su rol de coach, no es un consultor que visitará su empresa y luego de un proceso de evaluación brindará las respuestas a sus problemas; tampoco es un mentor que compartirá todas sus experiencias y brindará consejos.

Otra práctica comúnmente asociada al coaching son las charlas motivacionales, talleres de cuerdas y capacitaciones. Y muy importante recalcar: no es un psicoterapeuta que trabajará traumas, problemas ni trastornos psicológicos. Un coach profesional y responsable sabrá identificar los clientes que debe referir a los profesionales de la salud.

Un coach puede ser facilitador, motivador, mentor y consultor según sus capacidades; también puede desempeñarse en todos estos ámbitos y más; pero el proceso de coaching es ¡otra cosa.!

El coaching evoca la reflexión, generación de conciencia, clarificación de objetivos e impulsa acciones de cambio; todo esto debe ser generado desde lo más profundo del ser, del cliente. Y para explicar esto podemos imaginar algo muy sencillo: ¿cuántas veces nos dan consejos que sabemos que son beneficiosos pero no los ponemos en práctica? o ¿en cuántas ocasiones nos hemos quedado con algo en la mente sin accionarlo, aunque sepamos que lo tenemos que hacer? En otras ocasiones sabemos lo que tenemos que hacer, pero desconocemos el cómo podríamos lograrlo.

Y como con todas las modas y todas las decisiones que tomamos, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que estamos contratando el profesional idóneo para lo que estamos buscando. De la misma manera que no contrataría a un arquitecto sin referencias o para un trabajo de mecánica, es importante conocer las credenciales y referencias del coach. Otro punto importante es conocer qué tipo de servicio requiere usted y un coach profesional le explicará la diferencia entre las disciplinas y hasta referirá a otro profesional si no es su área.

La autora es Coach Ejecutivo, de Liderazgo y Equipos, Vicepresidente y miembro de ICF Panamá.

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