Panamá, el país que menos abandona a sus nacionales

Actualizado
  • 05/11/2019 00:00
Creado
  • 05/11/2019 00:00
Un informe del Sistema de Integración Centroamericana sobre migración da cuenta del rol de los países y sus nacionales en el corredor migratorio más grande del mundo. Panamá es un país de tránsito, pero en los últimos años también es destino
Albergue de migrantes en Peñita, Provincia de Darién, por donde ingresan los extracontinentales.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reconoce que los países del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) enfrentan retos diversos que dan pie a las migraciones que surgen como una vía para la subsistencia de muchas familias y personas.

El informe titulado: Hallazgos del estudio de línea base y desplazamiento de países miembros del SICA, publicado recientemente, da cuenta que las principales razones por las que una persona decide dejar su país se resumen en nuevos modelos económicos, inseguridad y cambio climático. En 2018 pasaron por México más de 400 mil personas en forma irregular para intentar cruzar a Estados Unidos. Los panameños son los que menos marcan en estas estadísticas en comparación con los países del triángulo norte, El Salvador, Honduras y Guatemala, que lideran las estadísticas de migración.

No obstante lo anterior, Panamá a pesar de ser un punto de paso para extracontinentales y países vecinos del sur, es también un país receptor. Al menos durante los últimos dos años pasados casi 90 mil venezolanos prefirieron Panamá para instalarse en vez de otro país ante la crisis que se vive en su territorio. Antes lo habían hecho los colombianos.

Dinámica de la migración

Las Naciones Unidas calculan que el mundo, en 2017, había casi 258 millones de migrantes internacionales, lo que representaba el 3.43% de la población mundial. Esta cifra superó las proyecciones que se tenían contempladas en 2003, por ejemplo, cuando se estimaba que en 2050 aproximadamente 230 millones de personas serían migrantes. No obstante, esta cifra quedó superada muy antes de tiempo.

En todo el mundo, el número de migrantes de los países del Sica pasó de 3.5 millones en 2010 a 5.8 millones en 2017, el principal destino de estos migrantes es Estados Unidos que alberga el 78%, seguido de Costa Rica (5.3%), España (4.18%), Canadá (1.8%) y México (1.6%).

De ellos, los ciudadanos de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua son quienes más solicitudes de asilo presentan en el país norteño.

La emigración desde países del Sica hacia Estados Unidos, entre 2010 – 2017, cuatro naciones estuvieron entre los cinco a nivel mundial con el mayor porcentaje de crecimiento de sus diásporas en ese país. La lista la encabeza Honduras con un crecimiento de 29%, seguida de República Dominicana (21%), Guatemala (19%) y Costa Rica (17%).

No obstante, no todos los migrantes que salen de esos países portan la nacionalidad, sino que el 41% de ellos eran originarios de otros países del Sica.

Una vez arriban a Estados Unidos, se estima que más del 70% labora en el sector de servicios, un 23% en actividades de extracción, construcción y mantenimientos, mientras que un 19% lo hacen en producción, transporte y movimiento de materiales. El 30% restante, eran inversionistas, estudiantes, pensionados o desempleados. Pero vale la pena destacar que el número de estudiantes Estados Unidos, provenientes de países del SICA, entre 2018-19, rondaba los 10 mil.

Gran parte de los migrantes mantenían en sus países ocupaciones agrícolas, en la construcción, domésticas, de ventas al menudeo, pero ejemplo. Pero también hay inversionistas y quienes buscan desarrollar complejos turísticos, así como pensionados y rentistas.

Beneficios

La migración puede verse también desde la óptica del desarrollo. Ofrece oportunidades de las cuales los Estados, las empresas y comunidades se pueden beneficiar. Se calcula que en Estados Unidos, dos terceras partes del crecimiento experimentado por ese país entre 2011-2018 es directamente atribuible a la inmigración.

Gran parte de ese desarrollo provino de la migración de países del Sica que facilitan el desarrollo de la industria, el comercio, turismo, mercado laboral y la ciencia. También a ayudado a mejorar las vidas de millones de migrantes en la región ofreciéndoles a ellos y sus familias la oportunidad de forjar una vida digna en países distintos al de su nacimiento.

El Banco Mundial estima que los países del Sica recibieron, en conjunto, solo en 2017, unos $25,908 millones, lo que representó casi el 8% del Producto Interno Bruto total, sumado de todos estos países para ese año.

Cuando la migración se realiza en forma segura y ordenada, resulta una contribución mayor al país receptor. Para la OIM, el grado en que los migrantes pueden contribuir al desarrollo se relaciona con su posibilidad y capacidad de acceder a servicios, integrarse a la sociedad y mantenerse conectados con sus comunidades de origen.

Sin embargo, no toda la migración ocurre en circunstancias ordenadas. En los últimos años se ha registrado un aumento de migraciones mixtas por distintos motivos, como conflicto, persecución, violencia, degradación ambiental o cambio climático y que han sido objeto de abusos y delitos en su contra, además de desplazados por otros motivos.

En el caso de los países del Sica, la población migrante irregular que vive en Estados Unidos aumentó de 1.6 millones en 2009, a 1.8 millones en 2015. Solo en 2018, México retuvo a 123 mil migrantes nacionales de todos los países del Sica, muchos intentaban entrar al vecino país del norte.

En México se detuvo a cuatro panameños (2018), un año antes fueron 15, y en 2016, se retuvo a 11 panameños en el país azteca que intentaban ingresar de forma irregular a Estados Unidos. En comparación con El Salvador, Guatemala y Honduras, que registran números de cinco cifras, la cantidad de panameños es realmente insignificante. Es el país que menos movimiento presenta de todos los países miembros del Sica.

Así mismo es la nacionalidad que menos devoluciones migratorias registra desde Estados Unidos. En 2018 sólo 59 panameños fueron devueltos de ese país al Istmo, mientras que México retornó a uno.

Destino Panamá

Panamá aparece como uno de los países receptores de migrantes en la región. El informe explica que en 2018 había cerca de 8,000 personas refugiadas y 50,300 solicitantes de asilo pendientes de decisión dentro de los países de la región del SICA. La mayoría de estas personas han buscado asilo en Costa Rica (64%), Panamá (28%) y Belice (6%). Las personas refugiadas y solicitantes de asilo en la región del SICA provienen de más de 90 países, pero en su mayoría de Nicaragua (46%), Venezuela (19%), El Salvador (13%), Colombia (11%), Cuba (4%) y Honduras (2%).

Adicionalmente, desde el año 2015 se ha dado un incremento significativo de personas venezolanas en los países de la región (especialmente en Panamá, Costa Rica y República Dominicana), por la situación política y económica que se vive en ese país, particularmente respecto a las limitaciones en el acceso a servicios como la alimentación y la salud; por la falta de dinero en efectivo y la polarización política. El informe indica que en 2017 ingresaron a Panamá 9,883 venezolanos, mientras que en 2017 se recibieron a 75,990 ciudadanos de esa nacionalidad.

La región es un puente ineludible, quizás el corredor migratorio más importante del mundo. Este puente cruza México hasta llegar a Estados Unidos y en menos medida a Canadá. Se estima que casi 400 mil personas lo hacen en forma irregular, pero antes de llegar a México, previamente han recorrido los territorios del SICA.

Particularmente desde 2015, el flujo de migrantes extrarregionales ha sido aún más visible a partir de la migración en grandes grupos conformados especialmente de cubanos, haitianos y africanos que se mueven a un solo tiempo a lo largo del corredor migratorio centroamericano.

Nicaragua, Costa Rica y Panamá, no cuentan con sistemas de comunicación para recibir información sobre la evolución de una crisis para comunicar las necesidades específicas de las personas migrantes.

El tráfico ilícito de migrantes y la trata de personas han incrementado en la región centroamericana en los últimos dos años. Los países han realizo importantes esfuerzos para combatir este flagelo gracias a la creación de albergues para víctimas, el suministro de visas especializadas y atención médica. No obstante solo Honduras, República Dominicana, Belice y Panamá cuentan con una ley especializada contra esta actividad.

Con respecto a los migrantes procedentes extracontinentales, como África y Asia, ha representado un reto a los países de la región dar respuesta a estas poblaciones con necesidades específicas, así como en la aplicación de normativa migratoria.

Razones para migrar

La primera razón por la que se produce la migración es por cambios en los modelos económicos y de producción que han traído como consecuencia la diversificación de la fuerza de trabajo calificada y su concentración en países específicos. Esto no solo ha intensificado la migración interna de zonas rurales a urbanas, sino que también conlleva un factor de expulsión a que los movimientos migratorios intrarregioanles y extrarregionales sean cada vez más numerosos conformados por gente que no encuentra empleo o ven sus vidas amenazadas.

Entre los más significativos se encuentran las personas provenientes de Colombia que eligen como destino Costa Rica o Panamá, y de Haití que emigran hacia Panamá como país de tránsito, o a la República Dominicana como país de destino.

Otro punto clave que ha intensificado la migración es la inseguridad que se experimenta en la región. Especialmente del norte de Centroamérica se han registrado olas migratorias porque han sufrido ataques directos, amenazas o extorsión por parte de bandas criminales.

El reporte señala que la corta distancia entre Panamá y México es otro de los factores que facilita la migración hacia Estados Unidos.

Datos de migrantes

La información proporcionada por representantes de los gobiernos indica que solamente El Salvador, Guatemala, República Dominicana y Honduras recopilan datos migratorios desagregados por sexo, género y edad, fuera del censo. Nicaragua la realiza a solicitud de instituciones de gobierno y organismos internacionales. Por su parte, Costa Rica recolecta los datos (sexo y edad) de la población en condición regular por medio de las encuestas de hogares. Asimismo, tanto Guatemala como El Salvador registran los movimientos de niños, niñas y adolescentes migrantes en condiciones de vulnerabilidad. Panamá recaba la información únicamente por sexo y género.

El modelo de gestión fronteriza integrado podría ser una significativa ayuda para los países, no solo para mejorar sus prácticas de administración de fronteras, sino para combatir los ilícitos como trata de personas, y otras actividades delictivas trasfronterizas en coordinación con las agencias de seguridad para analizar, recolectar y emplear información de inteligencia.

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