Parlatino exhorta a gobiernos a ejecutar plan de seguridad alimentaria ante COVID-19

La propagación del nuevo coronavirus ha afectado al mundo y la región, por lo que los parlamentarios abogan por garantizar la alimentación de los pueblos

El Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino) exhortó este miércoles a los gobiernos, los parlamentos y la población de la región a que se aplique de manera integral el Plan para la Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC 2025, debido a las alteraciones causadas por la pandemia COVID-19 en la alimentación y la agricultura.

Hasta este miércoles el conteo de la Universidad Johns Hopkins indicaba que 2,008,850 personas de 185 países habían dado positivo en el contagio del virus, que apareció en China en diciembre de 2019 y llegó a América Latina, específicamente a Brasil el 26 de febrero de este año. 

Este plan es una herramienta trascendental para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODM) de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y, por ello, alienta a los países de América Latina y el Caribe a redoblar los esfuerzos para identificar las áreas clave de política que permitan acelerar y consolidar el proceso de erradicación del hambre y hacer frente a la doble carga de la malnutrición en la región, donde el sobrepeso y la obesidad se suman cada vez más a ese flagelo.

Las metas contempladas en el plan fue preparado y lanzado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL) y la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI) en 2016.

El proyecto posee cuatro pilares como son: estrategias coordinadas de seguridad alimentaria a través de políticas públicas nacionales y regionales. Los países fortalecerán sus marcos jurídicos e institucionales en el tema, facilitarán el comercio, evitarán las pérdidas y desperdicios de alimentos y fomentarán programas de abastecimiento.

De igual manera, se promoverá el acceso oportuno y sostenible a alimentos inocuos, adecuados, suficientes y nutritivos para todas las personas. Para esto, el Plan CELAC fomenta los programas de transferencias condicionadas, la mejora de los mercados de trabajo y un fuerte apoyo a la agricultura familiar.

Otro de puntos del programa tiene que ver con el bienestar nutricional para todos los grupos vulnerables: promueve la alimentación escolar, con énfasis especial en conectar a los productores de la agricultura familiar a través de compras públicas y la promoción de hábitos saludables.

También busca garantizar la estabilidad de la producción y la atención oportuna ante desastres de origen socio-natutales por medio de la creación y mantenimiento de reservas de alimentos, la consolidación de los shocks públicos para emergencia.

Cabe destacar que los últimos datos sobre alimentación en América Latina y el Caribe en los últimos cuatro años revelan que 42.5 millones de personas padecían de hambre en el 2018, lo que representa un aumento de 4.5 millones de ciudadanos en comparación con los 38 millones de personas reportadas en el 2014.

Lo antes se agudiza de considerarse que COVID-19, ya que COVID-19 está afectando al sector de la alimentación y la agricultura.

VALORACIONES

América Latina y el Caribe debe realizar un gran trabajo para lograr una erradicación completa del hambre. Los países presentan distintas realidades que demandan esfuerzos diferenciados. Algunos no han logrado cumplir las metas relativas al hambre (tanto de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) como de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, pero también hay otros en que, si bien la prevalencia de la subalimentación es inferior al 5%, un número significativo de personas sigue estando en riesgo.

No obstante, el plan destaca que es necesario mantener una mirada a escala nacional e intranacional para identificar brechas y focalizar acciones que permitan mantener y ampliar los avances.

De acuerdo con las últimas estimaciones de subalimentación para la elaboración del plan, la región cumplió la meta 1C de los ODM al reducir la proporción de personas que padecen hambre del 14.7% en el trienio 1990-1992 al 5.5% en el trienio 2014-2016. La trayectoria exitosa de la región permitió también alcanzar la meta establecida en la CMA, al reducir a la mitad el número de personas en situación de subalimentación en el período señalado. Sin embargo, aún existen más de 34 millones de personas subalimentadas en América Latina y el Caribe.

El análisis señala que América del Sur cumplió las metas de los ODM y de la CMA relativas al hambre. La proporción de subalimentados de la subregión es inferior al 5%. Este resultado explica gran parte del éxito de América Latina y el Caribe, ya que la subregión concentra cerca de dos tercios de la población regional. 

Por su parte, en Centroamérica presenta avances de menor intensidad, ya que la región logró reducir el número de subalimentados del 10.7% en 1990-1992 al 6.6% en 2014-2016. El Caribe es la subregión más rezagada: en igual período la subalimentación se redujo del 27.0% al 19.8%.

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