Cárceles concebidas como cuarteles, donde no cabe un preso más

Actualizado
  • 22/09/2021 00:00
Creado
  • 22/09/2021 00:00
La ministra de Gobierno, Janaina Tewaney, aseguró que han iniciado las primeras fases para planear la construcción de un centro penitenciario en las provincias centrales
El centro penitenciario de Tinajitas era un cuartel de policía que, después de la caída de la dictadura, fue adaptado para alojar a reclusos.

El alto índice de hacinamiento en las cárceles de las provincias centrales es consecuencia de un problema estructural de décadas. Y tiene que ver con que los centros penitenciarios no fueron concebidos para alojar a presos, sino para cuarteles de policías, que posteriormente fueron adaptados para cumplir con esa función.

Pero desde hace mucho tiempo, la pequeña capacidad de las áreas ha sido rebasada por el crecimiento natural de la población de esas zonas y, en consecuencia, el de los reos, explicó Jananina Tewaney, titular del Ministerio de Gobierno (Mingob).

Los centros penitenciarios de las provincias centrales son los que tienen mayor hacinamiento. Por ejemplo, en un área concebida para una persona hay 3 e incluso 4. Aunque la mayoría de la población penitenciaria se encuentra concentrada entre las provincias de Panamá y Colón, agregó la ministra.

Para resolver este problema, el Mingob aseguró haber iniciado las primeras fases de planeamiento para la construcción de un centro en provincias centrales, que sea equidistante a todos los existentes y, por ende, a los familiares de los presos.

“Un centro que, además, cumpla con los estándares internacionales más altos, desde las reglas de (Nelson) Mandela hasta los criterios de certificación de la American Correctional Association, para que los detenidos puedan llevar a cabo actividades de resocialización como manda la Constitución”, concluyó Tewaney.

José Raúl Mulino aseguró que desde los tiempos en que ejerció como ministro de Gobierno (2009-2010) “no se ha hecho nada”.

Dos meses después de la salida de Mulino del Mingob se adjudicó un contrato para construir el complejo penitenciario La Nueva Joya, que aloja a la mayor cantidad de reos de todo el país (4,698).

“La Nueva Joya y la cárcel de Chiriquí debieron ser el inicio sostenido para construir cárceles modernas en todo el país”, agregó el exministro.

Sobre el hacinamiento en las provincias centrales, Mulino dijo que el problema se resolvía con una cárcel regional en Divisa, otra en Penonomé y otra en Bocas del Toro. “Pero todo se detuvo y el hacinamiento hoy es peor y nada se hace”, zanjó el exministro.

En la región central del interior del país, el mayor porcentaje de hacinamiento carcelario lo encontramos en la provincia de Herrera, con 438% de sobrepoblación. Aunque en el distrito de Aguadulce, provincia de Coclé, los niveles de hacinamiento están cerca de alcanzar el 500%.

En la provincia de Veraguas el panorama es similar. Los índices de población penal son de 389%, con una única cárcel.

En Los Santos, donde hay una sola cárcel, que está ubicada en el distrito de Las Tablas, hay 252 detenidos para un penal que solo está en capacidad de recibir a 75 reclusos.

Un informe de derechos humanos del Departamento de Estado de Estados Unidos plantea que las condiciones carcelarias son duras como consecuencia del hacinamiento, la insuficiente seguridad interna, la escasez de guardias penitenciarios, de servicios médicos y las condiciones sanitarias inadecuadas.

Los detenidos en prisión preventiva comparten celdas con los presos condenados debido a limitaciones de espacio. Las condiciones carcelarias para las mujeres son, en general, mejores que para los hombres, pero las condiciones para ambas poblaciones son precarias.

Los pastores evangélicos y los líderes de las pandillas controlan estrictamente los pabellones dentro de las cárceles, destaca un documento publicado por este diario en abril de 2021.

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