Dorita de Reyna: 'Sí, es posible el periodismo objetivo en Panamá'

Actualizado
  • 11/11/2021 00:00
Creado
  • 11/11/2021 00:00
A pocos de días de conmemorarse el día del periodista en Panamá, el 13 de noviembre de 2021, Dorita de Reyna, una docente universitaria y profesional de vasta experiencia, analizó el escenario actual de la profesión en su país.
Dorita de Reyna , miembro del Consejo Editorial de La Estrella de Panamá.

Desde muy temprano, “la profesora Dorita”, como coloquialmente se le conoce, desarrolló las habilidades de un buen periodista. A los seis años aprendió a leer los diarios. Era curiosa y preguntona. Lo mejor: nunca se conformaba con una primera respuesta. Así decidió estudiar comunicación social en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá. Aunque, en ese entonces estaba enfocada en la publicidad y las Relaciones Públicas.

Al regresar al país, en los años 70, decidió la docencia. De Reyna ha formado a más de la mitad de los periodistas que actualmente ejercen el periodismo. En el plano profesional, la lista de entrevistados, en la que aparecen presidentes panameños y extranjeros y empresarios, describen parte de su trayectoria.

Hoy, retirada del ejercicio profesional, continúa activa como consejera editorial de La Estrella de Panamá. Desde esta trinchera es una voz critica, que lucha por un periodismo objetivo, que ayude a construir un mejor país.

¿Cuándo se da cuenta de que tenía vocación para ser periodista?

Desde pequeña era muy inquieta, curiosa y preguntona. Tenía fama de querer estar investigando y preguntando cosas y no me quedaba con la primera respuesta. En ese entonces, en mi familia se hablaba mucho de política y yo estaba pendiente de lo que estaba pasando. Me encantaba leer periódicos. A los seis años ya leía los diarios. Aunque, no entendía la mitad de las cosas que leía, igual lo hacía.

Dorita de Reyna, en su programa de televisión.

Yo estudié comunicación social en la Universidad Javerina de Bogotá. Es curioso, que estaba enfocada en publicidad y relaciones públicas, pero no en periodismo. Cuando llegué a Panamá en el año 1973 empecé a trabajar como docente en la escuela de comunicación social. Estábamos en el año 73, cuando no había mucha libertad de expresión. Para entonces, el periodismo era bastante incipiente.

Para esa época conversaba mucho con Leonidas Escobar, que estaba en La Estrella, y con Juan Carlos Duque porque éramos amigos desde chicos. En ese mundo, yo continuaba enseñando en la universidad. Fue en el año 1990 que realmente me activo en la carrera periodística. Empiezo a trabajar en el diario La Prensa, como editora durante cuatro años. Después me fui de directora de noticias de Telemetro, donde estuve cuatro años más. Posteriormente, trabajé dos años con el gobierno de (Ernesto) Pérez Balladares como asesora de comunicación. Esos fueron los dos últimos años de su gobierno. Y, cuando terminé empecé con mi propio programa de televisión, al que llamamos “Enfoque”, en Medcom. Fui por 20 años docente de la universidad. Más de la mitad de los periodistas de este país fueron alumnos míos.

¿Cómo era el periodismo para las mujeres en la década de los 70?

No recuerdo muchas mujeres periodistas de la época. Por ejemplo, Griselda López. Me acuerdo de ella. Fuimos colegas en la universidad, por muchos años. No era una carrera de mujeres. Entonces, el periodismo estaba dominado por hombres. Hoy, en día sigue habiendo más hombres ejerciendo que mujeres. En las direcciones de medios no hay muchas mujeres. Pero, actualmente la mujer está jugando un papel importante en el periodismo panameño. La Estrella de Panamá es un ejemplo. Yo apuesto por las mujeres. Yo siento que las mujeres son más comprometidas y tenemos menos intereses. El único problema que tenemos y que limita un poco es cuando tenemos un hogar, esposo, hijos y familia. Cuando estuve muy activa en el periodismo mis hijos eran pequeños y luego adolescentes. Sin embargo, creo que puede cumplir bien el rol de madre y periodista. Tuve el apoyo de mi esposo. Pero, yo creo que eso si nos limita un poquito. Y, es que las mujeres descollan en lo que se meten.

¿Cuál fue la noticia más difícil que le correspondió cubrir?

Yo creo que hubo varias entrevistas y momentos difíciles. La mayoría de las veces me preguntan: ¿cuál fue tú entrevista más difícil? No sé si más difícil, pero si más compleja. Fue la que le hice en vivo a (Ernesto) Pérez Balladares y (Guillermo) Endara, a raíz de las denuncias del legislador Tito Afú. Mis entrevistas de los domingos eran grabadas. Las declaraciones de Afú fueron un viernes y un sábado me llamó el expresidente Endara para pedir que lo entrevistara al día siguiente. Yo estaba en la playa porque ya había grabado. En eso entró una llamada del expresidente Pérez Balladares, que también quería que lo entrevistara por el mismo tema. Y, bueno los entrevisté a los dos juntos. Regresé a Panamá el sábado en la tarde y el domingo hice la entrevista. Estábamos hablando de dos expresidentes de partidos distintos que estaban opinando sobre un tema político que remecía al país. Digamos que esa fue la entrevista más compleja, pero creo que salió bien.

¿El caso era CEMIS?

Así mismo. Cuando salió Afú y armó un terremoto político en el país.

¿A qué personaje le hubiera gustado entrevistar?

Definitivamente a Fidel Castro. Me quedé con las ganas de entrevistarlo. Pero, cuando ejercía, Fidel Castro no daba muchas entrevistas. Lo conocí personalmente en Isla Margarita, en una cumbre de presidente. Hubiera querido muchísimo entrevistarlo. A todos los periodistas del mundo nos fascinó, para bien o mal. Y, creo que nos sigue fascinando la figura de este hombre.

En Panamá entrevisté a todos los políticos y empresarios. A la que nunca pude entrevistar fue a (la expresidente) Mireya Moscoso. Ella nunca me quiso dar una entrevista. De allí, a todos los expresidentes, incluso los que estaban en ejercicio. Entrevisté a presidentes en el extranjero, por ejemplo, a (Carlos) Menen de Argentina, a Alberto Fujimori de Perú, a Ernesto Zedillo de México y al presidente uruguayo Sanguinneti, entre otros.

¿Qué le fascinaba de Fidel Castro?

Fue un hombre mítico. Con sus errores y aciertos marcó un antes y un después en las relaciones de Latinoamérica. Hubiera querido preguntarle muchas cosas, pero bueno ya no se puede, ya se murió.

¿Cómo ha cambiado el periodismo desde los tiempos en que usted lo practicaba hasta nuestros días?

En mis tiempos era más difícil obtener información y fuentes. Teníamos que escarbar en todas partes. Ahora es más fácil porque existe Google, donde investigas muchas cosas. Pero, por esa vía (Google) puedes ir sacando información que necesitas.

Ahora bien, en mis tiempos no había redes sociales que son las que realmente dominan el panorama informativo de todos los países del mundo. Eso no tiene que ver con periodismo, pero incide directamente en el ejercicio de la profesión. Es un tema difícil de manejar y es que contra las redes sociales es difícil competir. Puedes estar viendo una entrevista en televisión muy interesante, pero abres el WhatsApp y entran siete mensajes diferentes del mismo tema. Ejercer el periodismo en estos tiempos es muy complejo.

¿Por qué cree que la academia pierde estudiantes?

Aventuro una respuesta. Hoy en día cualquiera puede ejercer el periodismo. Muchos pensaran para que voy a ir a la universidad si total, si consigo que me contraten, yo pongo un micrófono en frente de una persona y puede hacer lo mismo. No digo que lo va hacer igual, pero puede hacerlo.

¿Cuáles, en su criterio, los retos que enfrentan los periodistas?

Siento que el periodismo en Panamá está mal parado. Está muy mal pagado. El buen periodista hace un gran esfuerzo. Las pugnas políticas influyen mucho en el ejercicio del periodismo. Hay que tener mucha fortaleza para poder ejercer la profesión sin dejarse someter. Yo me considero una afortunada porque pude hacerlo. Tuve jefes que no intentaron manipularme, pero creo que hoy día esto puede estar ocurriendo. Yo soy muy observadora, veo los programas de opinión, escucho la radio, lo más que puedo. Desde las cinco de la mañana, mi mundo son las noticias, me encanta escuchar las noticias nacionales e internacionales. Digamos que uno entiende y se da cuenta de la manipulación. Eso no está bien para el periodismo.

Mito o realidad, ¿la objetividad del periodismo?

Pienso que si se puede hacer periodismo objetivo. Yo pienso que fui muy objetiva en mi profesión. Yo tengo mi corazoncito de odios y amores. Había gente a la que detestaba y otras a las que admiraba profundamente. Pero, a la hora de entrevistarlos, creo que no hubo ninguna entrevista en la que influyeron mis emociones. Eso se puede, se logra ser objetivo. Pero, pienso que hoy en día cada vez más los periodistas son menos objetivos. Aunque, no todos, pero si se notan sesgos y uno se da cuenta. Quienes ejercen este tipo de periodismo pierden mucha credibilidad, por muy buen periodista que sea. Si se nota que hay un sesgo, se siente que algo raro está pasando.

¿Cómo ha cambiado la pandemia de lacCovid 19 el trabajo del periodista

Ustedes lo han vivido. Se ha dado una reducción del salario, reducción de horas, eso es importante hablarlo, el periodista trabaja porque necesita su salario y eso influye en el ánimo. Sin embargo, ustedes los periodistas de La Estrella de Panamá son un ejemplo. Además, de la covid 19 se suma la sanciones que impusieron al grupo editorial (la Lista Clinton). Y, eso fue todavía peor, porque lo de las sanciones fue una factura política espantosa que los periodistas sufrieron mucho. Soy optimista y se lo decía a mis alumnos, hay que mirar hacia delante. Esto de la Covid 19 también va a pasar.

¿A qué periodista admira?

Hay diferentes tipos de periodismo. Uno admira a las personas por el trabajo que hacen. Por ejemplo, yo admiraba increíblemente a Oriana Fallaci, una periodista italiana. Era una mujer valiente, muy radical en sus conceptos, pero muy buena periodista. Hay muchos periodistas buenos, incluso aquí en Panamá, pero no puede mencionar a unos y dejar por fuera a otros.

¿Qué mensaje enviaría a los periodistas este 13 de noviembre de 2021?

¡Felicidades! Especialmente a los periodistas que están ejerciendo, a los que se mantienen al pie del cañón, a los que siguen interesados en informar objetivamente. A los interesados en poder construir un mejor país. Los periodistas tenemos un papel muy importante, en lograr que Panamá sea mejor.

Lo Nuevo
comments powered by Disqus