Significado del 12 y 22 de diciembre de 1947

Actualizado
  • 11/12/2021 00:00
Creado
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El 12 y el 22 de diciembre son fechas gloriosas del pueblo panameño, y olvidarlas sería darle la espalda a la nación y a las lecciones honrosas y dignas de su historia
Significado del 12 y 22 de diciembre de 1947

Publicado originalmente el 16 de diciembre de 2006.

Los días 12 y 22 de diciembre de 1947 son fechas memorables en el calendario de la nacionalidad. Nunca deben olvidarse porque registran actos de reafirmación nacional y un alto a la presionada y muchas veces humillada diplomacia panameña. Estas fechas tienen su historia. En el año de 1942 y con motivo de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos invocó la cláusula X del tratado general de 1936 y solicitó al Gobierno de Panamá su consentimiento para instalar a lo largo del istmo nada menos que 114 bases militares. En el convenio se dispuso que Estados Unidos desocuparía los sitios de defensa un año después del cese del conflicto mundial.

La trascendencia novedosa del acuerdo se encuentra en el hecho de que la toma del territorio nacional para la instalación de bases militares tenía que contar con el consentimiento de Panamá. Antes del tratado de 1936, Estados Unidos imponía su interpretación unilateral, que indicaba que para la ocupación de nuevas tierras no era necesaria la aceptación de Panamá.

En los años de la Segunda Guerra Mundial, la juventud panameña fue defendiendo sus objetivos. Uno de ellos fue el logro de precisos ideales patrióticos. La lucha por la soberanía y por la democracia unió a la juventud que vivió la guerra y la postguerra. Esos ideales tomaron un perfil nacional con la creación de organizaciones juveniles en todo el país. El agrupamiento de estos sectores juveniles constituyó una tarea cívica de los líderes estudiantiles y de los dirigentes cívicos. En diciembre de 1944 fue convocado en la ciudad de Panamá el Primer Congreso Nacional de Juventudes. Los jóvenes que llegamos al paraninfo del Instituto Nacional a cantar el himno nacional y a discutir los problemas nacionales, teníamos dos luceros como guía: la soberanía y la democracia. Eran dos sueños y muchas tareas para ordenar unitariamente el pensamiento de la juventud.

En el logro de los objetivos democráticos, el Congreso de la Juventud fue estímulo popular y moral para que se iniciara la etapa final del gobierno de hecho existente y se convocara a una asamblea constituyente. Fueron muchos los episodios que vivió la juventud, sobre todo la organizada en el Frente Patriótico y en la Federación de Estudiantes, para que la nación lograra la Constitución democrática de 1946. El orgullo de los constituyentes al aprobar una carta magna tan moderna y programática fue el orgullo de los jóvenes de la postguerra.

Pero esa misma juventud sabía que existían otros desafíos pendientes. Paralelamente al respaldo que siempre se dio a los constituyentes progresistas y democráticos, las organizaciones juveniles, una vez terminó la guerra mundial con la victoria de las fuerzas aliadas, iniciaron los planteamientos lúcidos y fundados en derecho para recordar los términos del Convenio de Bases y en especial, la cláusula que determinaba la desocupación de los sitios de defensa.

El Gobierno Nacional de la época solicitó al Gobierno de Estados Unidos en septiembre de 1946, un año después de la rendición de los japoneses, la desocupación de las bases militares. Estados Unidos no aceptó la posición panameña por considerar que con la rendición incondicional japonesa no se daba por terminada la guerra y que esta situación se daría al firmarse los protocolos de paz respectivos, lo que no había ocurrido.

La posición oficial fue inicialmente firme al considerar lógicamente que con la rendición de los enemigos había terminado el conflicto bélico. Estados Unidos, luego de largas disputas, sin desocupar las bases militares, forzó la negociación de un nuevo convenio con el Gobierno panameño. En el nuevo convenio se daban nuevos plazos de ocupación y se disminuía el número de sitios de defensa. El convenio fue firmado el 10 de diciembre y el 12 de diciembre de 1947, la Federación de Estudiantes se fue a las calles a pedir el rechazo del nuevo acuerdo. Aquello fue un hervidero de emociones porque la juventud sabía que escribía el más riesgoso y necesario episodio de lucha por el decoro patrio y por la soberanía nacional. ¡Era su prueba de fuego generacional! No debe ignorarse que al frente del Gobierno estadounidense se encontraba el presidente Truman, el mismo que había ordenado el lanzamiento de la bomba atómica sobre Hiroshima. Nadie predecía su reacción ante el levantamiento moral del pueblo panameño, si colérico o civilizado. Aquella jornada, reprimida como de costumbre, brutalmente por la Policía Nacional fue vivida por el autor de estas notas como presidente de la Federación de Estudiantes. El 12 de diciembre, la acción de la muchachada estudiantil iluminó de dignidad al pueblo y a los diputados de 1947.

El 22 de diciembre de 1947, la Asamblea Nacional, por unanimidad, rechazó el nuevo convenio y de inmediato el presidente Truman, quien, sin duda, estuvo al final a la altura de la revolución de almas que se escenificaba en Panamá, ordenó el desalojo inmediato de las bases militares ocupadas. Se logró la paz entre dos naciones por la vía del derecho.

El ideal de la soberanía había obtenido una de sus coronas preciosas y a partir de aquel 22 de diciembre, para la juventud de la postguerra nació la segunda República, la que sirvió de pedestal patriótico, de guía, de camino, de ejemplo a lo ocurrido en las jornadas de los años posteriores en pro del perfeccionamiento de la independencia nacional. El 12 y el 22 de diciembre son fechas gloriosas del pueblo panameño, y olvidarlas sería darle la espalda a la nación y a las lecciones honrosas y dignas de su historia.

Significado del 12 y 22 de diciembre de 1947
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