La política 'nombra y avergüenza' de EE.UU.

Actualizado
  • 31/01/2023 00:00
Creado
  • 31/01/2023 00:00
Al menos seis expresidentes latinos y dos en ejercicio han sido señalados por el gobierno estadounidense por corrupción y violación de derechos humanos
La política 'nombra y avergüenza' de EE.UU.

En los últimos cuatro años (2019-2023), Estados Unidos ha asumido acciones de rechazo contra al menos seis expresidentes latinos y otros dos en ejercicio. A Juan Orlando Hernández (Honduras), Porfirio Lobo (Honduras), Abdalá Bucaram (Ecuador), Horacio Carles (Paraguay), Arnoldo Alemán (Nicaragua), Raúl Castro (Cuba), Ricardo Martinelli (Panamá), Nicolás Maduro (Venezuela) y Daniel Ortega (Nicaragua), el gobierno estadounidense les ha prohibido el ingreso a suelo por distintas razones, pero principalmente por supuestos actos de corrupción.

La decisión de revocar una visa o de decidir quiénes son elegibles para ingresar a una nación es una prerrogativa soberana de cualquier Estado. En el caso de los Estados Unidos, este país tiene sus parámetros para otorgar o negar a los ciudadanos extranjeros comunes o figuras políticas relevantes.

En la mayoría de los países, las revocatorias de visa se manejan confidencialmente, siendo el afectado el único que conoce de la medida. En Estados Unidos, esa también era la política hasta hace unos años.

La nueva figura

Sin embargo, esta política cambió para permitir la divulgación de los nombres de personas en atención al concepto name and shame (nombra y avergüenza). Esto implica mencionar públicamente a una persona o grupo que ha hecho algo mal, para dañar su reputación.

La Embajada de Estados Unidos en Panamá aclaró que la regla sigue siendo que no se divulga la información privada, salvo en casos excepcionales, cuando el Departamento de Estado tiene evidencias de corrupción o de violación de derechos humanos.

“La decisión de no mantener bajo reserva el dictamen y por tanto de hacer pública una acción como esta y el momento específico en que se hace, es evidente que tiene una intención política clara y no es otra que la de desacreditar a la persona afectada, para tratar de que desista de cualquier pretensión política, si la tiene”, sostiene Euclides Tapia, catedrático universitario de Relaciones Internacionales.

La medida, establece el internacionalista, tiene sus límites para países que sirven como sede a organismos internacionales (Suiza y Estados Unidos), si su aplicación es para jefes de Estado y gobierno que deseen comparecer ante la Organización de Naciones Unidas (ONU).

En su condición de Estado huésped, Washington no puede negar la visa a ningún jefe de Estado o de gobierno que busca transitar hacia la sede de la organización en Nueva York, para asistir a una reunión cumbre o importante. Pero sería exclusivo para estos propósitos, para que pueden ingresar a la ciudad donde está ubicado el organismo internacional, agregó Tapia.

Los 'name and shame'

Martinelli y Carles recientemente recibieron la denominación de “no elegibles” para ingresar a territorio “gringo”. El panameño, por recibir sobornos de la constructora Odebrecht a cambio de contratos estatales. Y el paraguayo por corrupción y vínculos con el grupo terrorista Hezbollah.

En febrero de 2022, el gobierno estadounidense también acusó a Juan Orlando Hernández de “corrupto y antidemocrático”. Y, posteriormente, lo enjuició por tráfico de drogas y posesión de armas de fuego. Siete meses antes (julio de 2021), su antecesor, Porfirio Lobo también había sido incluido en la lista de corruptos por supuestamente aceptar sobornos del cartel de Los Cachiros, a cambio de favores políticos.

El gobierno estadounidense también incluyó al ecuatoriano, Abdalá Bucaram. En agosto de 2022, lo declaró “no elegible” para ingresar al país norteamericano por supuestamente aceptar sobornos, apropiación indebida de fondos públicos e interferir en los procesos públicos.

Nicaragua: Alemán y Ortega

A Arnoldo Alemán, expresidente nicaragüense y a su familia también se les ha cerrado la puerta de entrada a los Estados Unidos. “Durante su periodo como presidente entre 1997 y 2002, Alemán estuvo implicado en actos de corrupción como la apropiación indebida de millones de dólares de fondos públicos para beneficio personal y de su familia”. Este es el argumento del gobierno estadounidense.

El actual presidente nicaragüense, Daniel Ortega y su familia también están en la misma condición desde el año 2012. Se le acusa de lesionar las instituciones democráticas que impiden el retorno a la democracia.

El gobierno estadounidense asumió la medida después del 7 de noviembre de 2021, cuando Ortega logró un cuarto mandato consecutivo en unas cuestionadas elecciones, lo que incluyó la detención de políticos, activistas, periodistas y empresarios. Además, de siete precandidatos rivales del presidente. Ortega es reconocido por sus vínculos con la izquierda latinoamericana.

En el exclusivo club de los que no pueden ingresar a los Estados Unidos también está el presidente venezolano, Nicolás Maduro. Además, se le congelaron todos los activos que el mandatario mantenía en la jurisdicción estadounidense y se le prohibieron las transacciones. A Maduro también se le reconoce por vínculos con la izquierda.

En 2019, Estados Unidos también negó al expresidente de Cuba, Raúl Castro y su familia el ingreso a su país por violaciones a los derechos humanos por retener a presos políticos y detenciones arbitrarias.

Mandato contra la corrupción

El 3 de junio de 2021, la Casa Blanca publicó un memorándum en el que declaró la lucha contra la corrupción como un interés central de la seguridad nacional. Y, como parte de su estrategia para combatir este flagelo, fortalece investigaciones y enjuiciamientos contra la corrupción, promoviendo la transparencia y empoderando a la sociedad civil y a los medios independientes.

“Esto hace que sea más difícil que la criminalidad y el terrorismo que afectan la seguridad estadounidense se arraiguen y se propaguen; promueve gobiernos más democráticos y estables como socios de los Estados Unidos”, ha justificado el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Briseida Allard, catedrática de Relaciones Internacionales de la Universidad de Panamá, considera que en la última década Estados Unidos ha sido “tremendamente sancionador”. Con este tipo de práctica, estaría buscando mostrar su hegemonismo entre los latinos. “Estados Unidos siempre ha sido el hegemundo”, aseguró Allard.

Pero, en la última década, esa visión hegemónica se ha ido erosionando con serios problemas internos: económicos y políticos. La política internacional ha ido perdiendo fuerzas. Mientras otras naciones han ido mejorando sus condiciones internas y sus relaciones con otras. A criterio de la internacionalista, es probable que exista preocupación por las fuerzas de unidad, que se están dando en el continente a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que está integrada por 33 naciones latinas y caribeñas, entre ellas, Cuba, Nicaragua y Venezuela, que no son aliados de Estados Unidos.

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