Concesionaria Madden Colón llevó a cabo un simulacro de accidente sobre la autopista como fase final del Curso de Formación de Brigadas de Emergencias,...
- 01/11/2009 01:00
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Martha Linares de Martinelli, corredora de seguros, de 53 años de edad, se enorgullece cada vez que en los eventos sociales la gente pide tomarse foto con su esposo, Ricardo Martinelli Berrocal. Ya no se trata del multimillonario hombre de negocios, dueño del Súper 99, sino del presidente de la República, y presidente del partido Cambio Democrático. Ya empieza a acostumbrase a las fotos y a las críticas. Cuenta cómo le ha ido con su papel de primera dama, lo que piensa del Carnaval en la Cinta Costera y dice que el nombramiento de su hermano en Perú como embajador es un buen negocio para el Estado, ya que éste resulta mucho más barato porque vive allá.
Revisar los programas que se llevaban en el despacho, cuáles íbamos a continuar y cuáles no.
En el caso de las escuelas rancho se lo vamos a pasar al Ministerio de Educación, como debe ser. Pero vamos a entregar hasta la última escuela que el despacho anterior se comprometió.
Lo primero que hemos hecho es sanearlo. Habían muchos mosquitos que traen dengue.
Tenemos asignado un presupuesto de dos millones y medio para todo el año.
Muchos, pero el primero que vamos a implementar es en el tema de nutrición. Acabar con la desnutrición es el objetivo número uno del milenio. Empezaremos d esparasitando a los niños, porque si esto no se hace no asimilan bien los alimentos bien, especialmente en los niños de 0 a 6 años. Esto va desde el control de los embarazos. También tenemos el programa O ne laptop for child , que consiste en darle una computadora a cada niño. Es un proyecto muy lindo, porque el niño se la puede llevar a su casa, ya que es de él. Pero nos falta dinero y estamos buscando patrocinadores.
Otro sueño que tengo es un carro móvil para hacer las mamografías. La idea es viajar al interior del país, a los lugares de difícil acceso y hacer exámenes a las mujeres como el papanicolau y las mamografías.
El despacho no tiene nada que ver con los carnavales. Pienso que tanta gente a la vez, estando ahí bailando y tomando si se puede destruir un poco las áreas verdes. Los parques son para pasear y para jugar. Pero creo que ese tipo de actividades no se deben realizar en un lugar como la Cinta Costera.
Lo que se ha criticado es que mi hermano fue nombrado en Perú como embajador. Pero él vive en Perú desde hace muchos años y ha sido embajador anteriormente. Lo fue durante la administración de la presidenta Mireya Moscoso y de Ernesto Pérez Balladares. Es una persona que tiene experiencia en eso. El hecho de mudar a una persona a Perú implica gastos. Pienso que sale más barato el que tiene casa allá y ha hecho el puesto. Allá lo quieren mucho. De hecho, fue el primer embajador al que le dieron el beneplácito.
Hace unos días cuando fuimos al Domo de la Universidad de Panamá, a una actividad del Ministerio de Educación. Casi a esa misma hora tenía una cena con el presidente Óscar Arias. Él le prometió a Lucy Molinar que estaría ahí. Andaba con su camisa del Gobierno Nacional. Cuando llegamos todos estaban de saco y corbata y trajes largos. Dijo “perdonen que yo haya venido así, pero realmente yo tengo otra actividad con el presidente Arias, pero quería sacar tiempo para estar con ustedes”. Y la gente lo aplaudía y todo. A la gente no le importó eso.
Mi entrenamiento se inició cuando estábamos en campaña, con todas las giras que hicimos. Me llevó a conocer las necesidades de todo el país. Anteriormente era corredora de seguros y estaba muy metida con la Fundación Ricardo Martinelli.
Nunca hemos dormido aquí, pero el día 2 para amanecer 3 dormiremos en el Palacio por primera vez. Tenemos que escuchar las dianas.
Yo llego primero, el presidente llega siempre como a la media noche.
Desde su fundación (1998), fui la primera presidenta del frente femenino.