- 02/03/2011 01:00
CHIRIQUÍ.
El ministro de la Presidencia, Demetrio Papadimitriu, debió viajar ayer a últimas horas de la tarde al distrito de San Félix, en la provincia de Chiriquí, tras la exigencia de los dirigentes indígenas que pedían su presencia como una condición para que se diese la instalación de la mesa del diálogo. A su llegada al Centro de Capacitación y Formación Virgen del Camino, lugar donde se entablaría las conversaciones, escuchó el pliego de peticiones de los representantes de la Coordinadora por la Defensa de los Recursos Naturales y Derechos del Pueblo Ngöbe.
El pliego incluía la integración de una comisión de alto nivel y la instalación de una mesa del diálogo, además la legitimación de los funcionarios designados por el Ejecutivo, a través de una resolución presidencial; y el archivo de los expedientes de los indígenas que fueron detenidos durante las manifestaciones que se registraron en el oriente chiricano. También pidieron el apoyo para los familiares de Abraham Montezuma, quien falleció el pasado sábado en un accidente de tránsito cuando viajaba a Horconcitos, en San Lorenzo, a participar de las protestas antimineras.
Papadimitriu se comprometió a correr con todos los gastos fúnebres y con la ayuda a las personas que resultaron heridas por los enfrentamientos, así como ordenar el archivo de cualquier proceso que se le siguiese a los manifestantes, aunque aclaró que la orden de liberación se impartió desde el pasado domingo.
Por último, se acordó que el próximo jueves, de 10:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, en el mismo lugar, se reanudaría la mesa del diálogo; sin embargo, cuando los funcionarios se retiraban de lugar, un grupo de indígenas comenzaron a gritar consignas y desde algunos puntos que no contaban con iluminación empezaron a lanzar piedras contra los vehículos donde viajaba la comitiva. Se informó que dos de las camionetas, marca Prado, recibieron impactos con piedras y a una de ellas se le rompió los vidrios. Minutos más tarde, se escuchaba despegar el helicóptero del campo de juego de San Félix.
PETICIONES DE LOS INDÍGENAS
En el pliego también solicitan la suspensión de todas las actividades mineras e hidroeléctricas en la comarca Ngöbe Buglé y el retiro de las personas vinculadas a esta actividad del área comarcal. Los indígenas pidieron, además, que se suspendan tanto las campañas difamatorias en contra de las personas que se oponen a la minería como la suspensión de la publicidad estatal que promueve la misma.
El documento hace referencia a la creación de una ley especial que prohíba la exploración y explotación minera y recursos hídricos y ambientales de la comarca.
POCOS AVANCES EN EL DIÁLOGO
Y es que aunque los representantes del Ejecutivo, liderados por la viceministra de la Presidencia, María Fábrega, llegaron al lugar desde las 11:00 de la mañana, no fue sino hasta las cuatro de la tarde, cuando se dio el primer acercamiento, pese a que se había anunciado que la reunión iniciaría las 2:00 de la tarde; los dirigentes indígenas pidieron una hora y media de tiempo adicional, para afinar su propuesta.
Iniciado el acercamiento, poco sería el avance, ya que los miembros de la Coordinadora exigieron la presencia del ministro de la Presidencia; de lo contrario, se levantarían de la mesa. Esta decisión obligo a Fábrega a comunicarse con dicho funcionario, quien se comprometió a trasladarse al lugar inmediatamente. Los dirigentes exigieron que el Ejecutivo reconociera, a través de un decreto, a los miembros de la comisión de alto nivel.