Género, comunicación, periodismo y poder

Actualizado
  • 11/02/2018 01:03
Creado
  • 11/02/2018 01:03
En la modalidad de organización entre las redes de comunicación y la forma de nuestros significados sociales, es donde identificamos mecanismos de construcción del poder

La historia de la comunicación nos enseña que desde tiempos remotos, en las diferentes sociedades, la comunicación y el lenguaje no solo socializan; también se organizan en torno a relaciones de poder. Desde esta perspectiva —ayer como hoy—, la comunicación, el lenguaje y el poder que las articula, han sido soporte de un conjunto importante de desigualdades y exclusiones, así como de luchas sociales emancipadoras. La modernidad fundada en la razón, el conocimiento, y la instalación del sujeto político orientado desde el conocimiento a la consecución de ideas de universalidad, libertad e igualdad, es hoy todavía un proyecto que inconcluso requiere de un repensar de la propia comunicación, en función de valores que afirmen al ciudadano de manera integral.

Por ello, el dominio y usufructo de la comunicación como lucha por extenderla al conjunto de la sociedad, es también una lucha por un principio básico de sociedades auténticamente democráticas. A este respecto, habría que interrogarse si poseemos los instrumentos que permitan un acceso igual y universal al conocimiento, así como de ‘un auténtico aprovechamiento compartido de éste': Este es en definitiva, el fundamento de sociedades orientadas a la comunicación y al conocimiento. No está de más recordar, que en este proceso de institucionalización de la comunicación, los sujetos del proceso de interacción comunicativa están insertos en determinadas relaciones sociales de poder y de dominación culturalmente situadas.

EL LIBRO

El libro de la profesora Griselda López Género, comunicación y periodismo , es divulgación de conocimientos; también, es construcción de una educación emancipadora. Actualmente, la difusión de las nuevas tecnologías y la aparición de la red pública Internet parecen abrir nuevas perspectivas a la ampliación del espacio público del conocimiento. Manifiesta la profesora Griselda: ‘Las industrias culturales son las organizaciones dedicadas a la producción seriada y estandarizada de los mensajes. La prensa escrita en todas sus variedades (libros, revistas, suplementos, periódicos folletos, la radiodifusión, la televisión, la industria cinematográfica, la industria del disco, los videos, etc.) están comprendidos en el ámbito de las industrias culturales. (…) En nuestra sociedad contemporánea, se han constituido en organizaciones poderosas con interacciones e influencias políticas, económicas, educacionales, artísticas e ideológicas'.

Teniendo en cuenta esta perspectiva de encajes sociales entre redes institucionales y empresariales de comunicación, nuestras comunidades y sociedades —dotadas de un cierto capital intelectual y cultural, según el caso— se inscriben en complejas redes de poder que generalmente se ocultan o se disimulan. Relaciones de poder que lanzan a diversos actores a un campo de luchas sociales para acceder a los no muy simbólicos capitales económicos y políticos. Por consiguiente, es necesario actuar para que los conocimientos de la que son depositarias las distintas sociedades y comunidades se articulen con las nuevas formas de elaboración, adquisición y difusión de saberes enmarcadas en soportes institucionales abiertos y democráticos.

En ese sentido, como consigna nuestra profesora, ‘comunicación es información y la información es poder'. Desde esta perspectiva, estamos de la mano en el texto de la noción de sociedad de la información que descansa en los incesantes progresos tecnológicos. Sin embargo, el concepto de sociedades del conocimiento comprende dimensiones sociales, éticas y políticas que desbordan los ámbitos meramente locales de la cultura y de las instituciones de poder. Por eso, el pensar crítico es crucial.

Sabemos de las diferentes formas de conocimiento y cultura que intervienen en la edificación de las sociedades en términos históricos; sin embargo, poco sabemos de aquellas que están mediadas por el progreso científico y técnico moderno. No obstante, el planteamiento metodológico de la autora es crucial: ‘cada sociedad por su propia complejidad y en momentos específicos de su historia, tiene sus maneras de producir y circular sus mensajes, que son elaborados a través de códigos, que luego serán interpretados por quienes lo reciban, de acuerdo con factores como edad, sexo, grupo social de pertenencia, nivel educativo, etc. También incide el ámbito social, económico, político, religioso y familiar, entre otros'.

MISIÓN Y VISIÓN DE FLACSO

La Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) es un organismo regional, instituido por la UNESCO para impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de las Ciencias Sociales.

El Programa FLACSO-Panamá busca dotar a la población de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.

REVOLUCIÓN

Por supuesto, la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación no conlleva determinismos en los procesos como en los resultados. De hecho, procesos globales reconocidos como tendencias suelen tener especificidades en lo local; de aquí la importancia de la educación y de la reflexión crítica. Pero es necesario reconocer, que solo una institucionalidad profundamente democrática puede permitir edificar auténticas sociedades del conocimiento.

Es aquí donde el libro se nos transforma en necesario. Porque dadas las nuevas posibilidades ofrecidas hoy por el Internet o los multimedia, ello no nos debe llevar a desestimar otros instrumentos auténticos del conocimiento como la prensa, la radio, la televisión y, sobre todo, la escuela. ‘Podríamos aseverar que antes de ordenadores, Internet y celulares inteligentes, nuestras sociedades y comunidades necesitan libros y profesores que induzcan el pensar crítico, antes de acumular montañas de información inútil'. Ésta es la tensión que Umberto Eco describía, al colocar en el centro de la reflexión la distinción entre conocimiento e información.

Como lo establece la profesora Griselda, ‘debido a su carácter masivo, recibimos la información a través de los medios de manera unidireccional, la retroalimentación se hace difícil y costosa a medida que estos, por ejemplo, la televisión por cable, abarquen un radio de acción más amplio'. Es en este contexto que adquiere significación y trascendencia la diversidad cultural y lingüística y en ella, la problemática del acceso al conocimiento y la información. Estos al final son procesos comunicacionales que son inseparables de las condiciones en que se producen. La unidireccionalidad en la información no promueve la diversidad y la creatividad de las sociedades de hoy.

‘La unidireccionalidad en la información no promueve la diversidad y la creatividad de las sociedades de hoy',

ENOCH ADAMES

CONSIDERACIONES FINALES

El eje temático de este libro es el papel que juega la comunicación en las asimetrías de género, la explicación del por qué, cómo y quién construye y ejerce las relaciones de poder en la gestión de los procesos de socialización, construcción de identidades; y en ella, la forma en que los distintos actores sociales construyen la intersubjetividad del conformismo o del cambio.

Como se ha destacado, los procesos de comunicación en una determinada sociedad operan en acuerdo con las estructuras socioeconómicas, culturas, organización social y modalidades tecnológicas de comunicación, institucionalizas o no. Estos procesos de comunicación inciden, pero también son la expresión —como lo demuestra la profesora Griselda—, en la forma en que se construyen y se desafían las relaciones de poder en todos los ámbitos de las prácticas sociales, incluida la práctica política. Bienvenido un libro que emancipa educando.

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