• 06/01/2009 01:00

‘Transfuguismo express’

El 2009 abrió sus puertas oficialmente tanto a una prematura campaña electoral, como a un nicho de especulaciones e incertidumbres que g...

El 2009 abrió sus puertas oficialmente tanto a una prematura campaña electoral, como a un nicho de especulaciones e incertidumbres que giran en torno a cuáles son los fines genuinos que persiguen quienes aspiran a dirigir los destinos de nuestra Nación.

Y es que el panorama político — electoral que nos ocupa parece orientado a satisfacer las ansias de poder y los intereses particulares de sus actores, desconociendo las directrices y anhelos de una ciudadanía que entre sus múltiples expectativas espera de forma inmediata el restablecimiento del orden y seguridad pública, además de una mejor distribución de la riqueza, que se traduzca en condiciones de estabilidad socio—económica para un 40% de la población — entre otros aspectos — que vive en medio de un progreso, el cual aún no logra acariciar.

Sin embargo, este no es precisamente el mensaje inteligible en el laxo y ofensivo discurso que a través de sus campañas están ofertando los aspirantes a la silla presidencial. Sin mutuo consentimiento, hemos quedado inmersos en un escenario electoral carente de propuestas concretas, viables e integrales, capaces de llevar a feliz término un Programa de Estado más apegado al bienestar común que al de los intereses partidistas.

A escasos cuatro meses del torneo electoral, el país sigue siendo un mero espectador en medio del fuego cruzado entre los candidatos de campaña. El transfuguismo express, movido por la concupiscencia se ha convertido en aliado de una élite de bribones que transformaron — los partidos políticos — de nichos doctrinales a feudos, donde sus amos y señores — sin idearios, ni remordimientos — intentan en cada elección alzarse con un extremo de las intrincadas cuerdas del poder y manipularlas a su antojo.

Es así como el 70% de los que respondieron al sondeo de opinión expuesto en la página web durante la pasada semana, percibe los repentinos cambios de toldas al ser cuestionados — en su opinión — si los mismos obedecían a razones de índole particular. Por otro lado, un 21% — más conservador — atribuye el móvil de este hecho a estrategias “electoreras”; que en su opinión comentada, están matizadas de motivaciones coyunturales orientadas hacia un fin transitorio, careciendo de una base sólida y duradera que sustente la continuidad de la alianza, una vez logrado el objetivo. Finalmente, apenas un 8% estima que el bienestar del país es lo que prima con éstas alianzas.

Como sociedad, somos y seguiremos siendo el reflejo de nuestros actos y decisiones, ya sean acertadas o fallidas. Este 3 de mayo, que tu voto esté orientado a la mejor propuesta.

-El autor es financista, docente e independiente.alfasa13@cwpanama.net

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