• 24/03/2009 01:00

Campaña por descalificación

Yo me imagino en el 2008 cuando Papadimitri habló con Ricardo Martinelli sobre dirigirle su campaña presidencial que el excelente estrat...

Yo me imagino en el 2008 cuando Papadimitri habló con Ricardo Martinelli sobre dirigirle su campaña presidencial que el excelente estratega le dijo, “Ricardo, tú no tienes un partido grande, no hablas bien en público, no tienes fama como administrador ni funcionario público, eres rico y excelente empresario, por lo que te propongo una campaña mediática intensa de pocos slogans y descalificación de tus adversarios”. En el mejor estilo del antiguo MOP, “dicho y hecho”.

La exitosa campaña de Martinelli apostó a un electorado cansado de propuestas y promesas, poco profundo en sus análisis y superficial en sus reflexiones. La estrategia hasta ahora parece dar resultado, pero por lo largo de la campaña el electorado empieza a ver la verdad. Martinelli primero descalificó al resto de los opositores, a Endara desconociéndolo, a Varela ridiculizándolo, desde “burro” hasta líder de los huesos viejos y más de lo mismo, 40 años compartiendo el poder con el PRD. Una vez derrotados sus aliados, los sumó, irrespetando al electorado al que les había dicho lo malo de ellos, ahora les cambió el discurso y los “purificó” al estar a su lado. El “burro” ahora es su vicepresidente, los “corruptos” sus aliados. ¿Lo vio el electorado?

Por otro lado, Papadimitri iniciaba la campaña contra su verdadera rival, Balbina Herrera Araúz, candidata del oficialismo. A favor de la campaña de descalificación, todo lo usado por Juan Carlos Navarro en su campaña negativa en la propia primaria del PRD, inteligentemente guardado por los opositores. Y con habilidad, sumaron nuevos elementos. Primero la acusación de los dineros de Chávez, usando a los venezolanos antichavistas de Miami, luego sacando del baúl de los recuerdos fotos de hace más de 25 años, como si las personas no cambiarán o las circunstancias fuesen las mismas. La Balbina presidenta de la Asamblea, ministra de Vivienda, presidenta del PRD fue reemplazada por la Balbina de los setenta y ochenta en la distorsión ideada por Papadimitri.

Martinelli mientras tanto evitaba entrevistas, debates, foros, lo veíamos solo en “el minuto Martinelli”, editado y coreografiado. Sus palabras, lejos de mostrar propuestas, simplemente repetían los slogans escogidos: “entran limpios y salen millonarios”, “voy a gobernar con los mejores panameños sean del partido que sean”, “si no han podido resolver los problemas en cinco años (primero decía cuarenta al incluir a los panameñistas) ¿por qué creer ahora que lo van a hacer?”.

Para suerte de la campaña de Martinelli, empezaron a aflorar problemas en el gobierno del PRD. Todos capitalizados por la campaña, atando el ataque de descalificación a Balbina con un ataque a la administración Torrijos. La fibra de vidrio en las escuelas, las estatuas de bronce perdidas, la compra de los focos, el caso del cabo García, los sobrecostos de las obras, el aumento de la violencia. Mientras el gobierno no se defendía articuladamente, la campaña aprovechaba. Curiosamente Martinelli presenta su propuesta de gobierno, incluye la mayoría de los programas en ejecución de Torrijos (Prodec, Red de Oportunidades, turismo, etc.) y un cuento de hadas en cuanto a transporte (metro en 3 años) y canasta básica. Entra el caso Murcia y ayuda a la descalificación, solo que ahora le cae también a Martinelli y Alma Cortéz y el electorado empieza a abrir los ojos.

¿Se puede ganar una presidencia descalificando? Lo dudo.

-El autor es ingeniero y analista político.mrognoni@gmail.com)

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