• 18/04/2010 02:00

Los programas típicos

C ada vez que escucho un acordeón siento la comezón del ritmo que me camina pies arriba y el grito de un “aguajaa” se me agolpa en la ga...

C ada vez que escucho un acordeón siento la comezón del ritmo que me camina pies arriba y el grito de un “aguajaa” se me agolpa en la garganta. Es que me gusta el típico, ¡carajo! !Cómo me gusta! En los días, mientras manejo hacia y desde el interior y el trabajo, cuando llego a casa, en los momentos libres, los sábados y los domingos amenizo todo con música típica. Con la música del desaparecido “Tigre de La Candelaria”, como con la de Dorindo, Alfredo, Ulpiano, hasta con la de Vladimir.

En fin, me remonto hasta mis recuerdos de la infancia, allá en mi terruño y entrañable Espino de Santa Rosa. Como fiel oyente de los programas típicos, siento ahora, que los llamados “Djs” me lo están secuestrando y percibo que son la causa de que las emisores exclusivamente típicas pueda desaparecer. Cada día escucho más que los locutores o animadores radiales exhiben conductas ajenas al mundo de la música típica y hablando mucho en los programas de radio y sobre temas sin importancia, a tal punto que pareciese que les pagan por hablar, en lugar de pagarles por poner música. Otros utilizan la burla, la vulgaridad y palabras que atentan con nuestro idioma, interrumpiendo la música para hablar sandeces, necedades y otras cosas de mal gusto y no completan ni una sola canción.

Recomiendo a estos locutores que vuelvan a sus raíces, que escuchen Radio Reforma, La Poderosa, Ondas Centrales, Original Stéreo y otras radioemisoras interioranas, las cuales tienen un formato correcto: anuncian el disco, el interprete y algunas veces el autor del tema y ya, dejando los anuncios para su espacio y su momento pertinente, hablando sólo lo necesario sin saturar al oyente. Este artículo está motivado por el respeto que le tengo a la música típica y al esfuerzo que hacen las estaciones de radio dedicadas al género; además, como pienso que la música típica forma parte de la cultura nacional y tiene afincadas sus raíces en la cultura popular de los paisanos del interior y de quienes viviendo en la ciudad nunca olvidan sus orígenes, creo de todo corazón que esta debe cultivarse, cuidándola como patrimonio cultural del país.

*Periodista garycarrion1@gmail.com

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