• 25/10/2010 02:00

Ahora son tres los periodistas condenados

Otro periodista condenado, pregunto: ¿Por qué esta coincidencia, cuando el presidente ha tenido enfrentamientos con el sector periodísti...

Otro periodista condenado, pregunto: ¿Por qué esta coincidencia, cuando el presidente ha tenido enfrentamientos con el sector periodístico? ¿Coincidencia o realidad? Quiera Dios, sea lo primero.

Definitivamente en el Judicial hay funcionarios obsecuentes, genuflexos. Cada vez que ocurren situaciones como la de los periodistas condenados viene a mi memoria aquel episodio cuando el presidente Belisario Porras demandó a Domingo H. Turner, por el ‘delito’ de atentar contra los poderes constituidos, en aquel momento el Lic. Turner citó como testigo de descargo al Dr. Eusebio A. Morales, a la sazón, secretario de Hacienda, al comparecer, el Dr. Morales rindió la más enaltecedora declaración a favor del demandado. Cumplida su misión, el Dr. Morales pasó al despacho del presidente Porras y le dijo, ‘acabo de declarar a favor de Turner y en contra tuya, dejo a tu disposición el cargo’.

¿A cuántos funcionarios del Órgano Judicial les falta ese temple, ese carácter irreductible, para actuar en justicia, no como obsecuentes borregos obedientes, sumisos de la voz del superior?

En mi artículo anterior expresé que conozco poco de lo que es el perdón presidencial. Ahora explico por qué: Cuando vemos que la facultad presidencial es usada de cualquier manera, contrario al sentido de la norma, quedamos desorientados y concluimos que no se ha dado el uso adecuado.

La labor periodística analizándola profundamente, reviste grave peligrosidad frente a funcionarios públicos que actúan al margen de la ley, dándose luego golpes de pecho y arremeten contra los periodistas, también peligran en su seguridad física, porque en reiteradas ocasiones enfrentan y denuncian hechos de peligro absoluto.

El periodista debe ser revestido de inmunidad, claro, bien reglamentada para evitar el abuso, porque también se podría dar, con el propósito de garantizar el desarrollo que por su importancia ha sido considerada desde tiempos remotos, el Cuarto Poder del Estado. El soberano tiene derecho a saber sobre las acciones de los funcionarios públicos y es al periodista a quien corresponde divulgarlo. Un periodista es más merecedor de inmunidad que los candidatos a puesto de elección. La inmunidad le daría al periodista frente a los abusos gubernamentales respeto y, sobre todo, garantías para no ser perseguido, porque es evidente que en el campo político los funcionarios del Órgano Judicial son utilizados para perseguir.

Exponer lo anterior, no significa que esté de acuerdo con todo lo actuado dentro del amplio campo del periodismo, por cuanto que no lo profesan hombre y mujeres perfectos, de allí que la inmunidad que propongo debe ser juiciosamente reglamentada. Juiciosamente no quiere decir en forma alguna anular la inmunidad mediante medidas que desvirtúen tal propósito. Señores periodistas, luchen por esta conquista desde ya.

Volviendo al ejemplo sobre el Dr. Eusebio Morales y el Dr. Porras, me pregunto: ¿Cuántos ministros o magistrados del actual gobierno se atreverían a actuar como lo hizo el Dr. Morales? Yo responderé, ninguno, porque hoy día son muchos los que confunden el servilismo con la lealtad, abandonando la justicia, anteponiendo el estómago.

Así son las cosas.

*EMPRESARIO.

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