• 15/11/2010 01:00

Comunicación, imagen y asesores en la CGR

Que el presidente Ricardo Martinelli haya sido el primero en excusar la eliminación del Control Previo de la Contraloría General de la R...

Que el presidente Ricardo Martinelli haya sido el primero en excusar la eliminación del Control Previo de la Contraloría General de la República (CGR) en algunos ministerios, no deja ninguna duda de quién realmente manda y ordena en la CGR, mientras que la señora contralora todavía no es consciente del cargo que ocupa y que su firma es la segunda más importante del país.

Comparar a nuestro país con Haití, es el argumento más ridículo y falso que he escuchado para sustentar la eliminación de la fiscalización de la CGR. Alguien debe recordarle al presidente que el Control Previo controla la corrupción con los fondos del Estado y la clase política de este país tiene una cola de paja interminable sobre corrupción con los dineros del pueblo.

Pero la pregunta es ¿porque la señora contralora prefiere evadir este y otros temas importantes que refieren el control o descontrol de los recursos del Estado? Todo indica que la señora contralora, como dice el panameño, ‘anda en otra onda’ y se ha limitado a informar con escuetos comunicados de prensa, a pesar de que tiene una ‘Asesora en Comunicación Externa e Imagen Organizacional’ con un contrato de 100000 dólares en este periodo, de acuerdo al Nodo de Transparencia de la Defensoría del Pueblo.

El Nodo de Transparencia de la Defensoría del Pueblo ofrece algunas pistas de la ‘onda’ en que anda la señora contralora.

El trabajo de la contralora y su vaga forma de expresarse deja mucho que decir y es una vergüenza para la institución, pero tiene contratos con 10 asesores por un monto total de 2 millones 340 mil dólares para su periodo, repartidos en una media de 200000 dólares para cada asesor.

A parte de su ‘Asesora en Comunicación Externa’, tiene a una ‘Protocolo y Ceremonial en la Dirección Superior’, con un contrato de 100000 dólares, además de la directora de Comunicación Social con un salario de 2200 dólares, más 1500 dólares de gasto de representación.

Es decir, en comunicación e imagen, la contralora esta pésimamente asesorada con jugosos contratos con fondos públicos y no de la cadena de supermercados, lo que a mi juicio es un insultante y descarado desperdicio de los recursos de todos los panameños.

Lo anterior no suma el salario o el contrato de su principal asesor y mano derecha, un ‘abogado periodista’, que no aparece en el Nodo de Transparencia, pero es la persona que realmente ordena y toma las decisiones en la Dirección de Comunicación Social y las políticas de imagen e información de la CGR, y en su ausencia, lo hace su secretaria.

Cuando laboraba en la Dirección de Comunicación, este asesor reunió a todo el personal, incluyendo a la directora de Comunicación, para informar que todas las decisiones referentes a comunicación e información, de cualquiera naturaleza, serían tomadas por él o en su defecto, por su secretaria y todavía trabajan así.

En esa reunión, la directora de Comunicación Social no dijo siquiera ‘esta boca es mía’ y solo se limitó a escuchar como una funcionaria más y a inclinar su cabeza.

En la Dirección de Comunicación Social también desconocen por completo el ‘trabajo’ de las ‘asesoras’ de la señora contralora en materia de comunicación e imagen, puesto que el único responsable del tema en la CGR es el asesor ‘abogado y periodista’ más próximo a la contralora.

La situación en la CRG es más grave de lo que se percibe y se escribe. El desastre en la ejecución de los Censos Nacionales y el deplorable resultado, es el único impacto externo que ha proyectado el trabajo de la señora contralora ante la sociedad, pero si ella insiste en continuar en el cargo, por su incapacidad expresada, podría terminar acabando con el prestigio y la credibilidad que ha ganado la institución en la sociedad panameña en los últimos 20 años. ¡Vamos Bien!

*PERIODISTA

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