• 19/04/2014 02:00

Martinelli nos unió

‘El Gobierno entrante heredará un cúmulo de problemas sociales y, si muestra indiferencia, una inminente explosión social le sorprenderá.

¿Quién los unió?, preguntaba Adelita a las diecinueve organizaciones que se encontraban en la Conferencia de Prensa de la Alianza Estratégica Nacional.

Silencio. Aquel segundo, me remontó al año 2010 cuando Changuinola peleó la derogación de la Ley Chorizo. ¿Qué despertó a los panameños que vivíamos en la ciudad a solidarizarnos con Changuinola y su justa causa?

¿Qué nos hizo en el 2011 y 2012, salir a las calles hermanados con el pueblo Ngäbe-Bugle? ¿Qué motivó a Jované, los arnulfistas, los Dinosaurios del PRD, Partido del Pueblo, Movimiento Ascanio Villalaz Paz, Democracia Cristiana, sociedad civil, etc., a entrar a Colón en medio de la guerra para llevarles comida?

¿Por qué nos horrorizamos y muchos panameños lloramos al ser testigos del asesinato de los jóvenes del Centro de Cumplimiento?

¿Por qué la sociedad panameña entera se conmocionó con los asesinatos de los asiáticos en La Chorrera, los neonatos fallecidos y los niños hindúes asesinados en manos de la Policía Nacional?

¿Qué nos mueve a acompañar a los educadores en las calles y a los médicos, enfermeras y trabajadores de la salud?

No todo está perdido en esta sociedad. Por un lado, el sátrapa carcomió los débiles cimientos morales de la clase política y del electorado. Ha vejado, humillado, permitido impunidad ante asesinatos, despojado cientos de personas de sus tierras.

Estos ultrajes han producido una resistencia en los que no hemos claudicado a nuestros valores y principios éticos, morales e ideológicos.

La Solidaridad es un valor que Martinelli ha despertado en esta sociedad que parecía indiferente.

¿Quién los unió? —la pregunta de Adelita me sacó de mis recuerdos. No estaba en la mesa principal, por lo que no me tocaba responder. Sencillo, nos unió Martinelli, me dije.

La Alianza Estratégica Nacional ya concentra diecinueve organizaciones y seguirán uniéndose más, mientras la solidaridad sea nuestro valor.

Al Gobierno de turno, se le dio un plazo hasta el 23 de abril, a ver si la Semana Santa los hace reflexionar y demuestran tener un poco de sentido de justicia. Si no lo hace, habrá movilizaciones en todo el país.

El recurso de inconstitucionalidad presentado por los abogados del Movimiento Ascanio Villalaz Paz contra el artículo 3 de la Ley 18, instrumento que utiliza este régimen para expropiar inmisericordemente, no va a dormir en una gaveta de la oficina de Moncada Luna. Pelearemos hasta las últimas consecuencias, hasta obtener justicia.

El Gobierno entrante heredará un cúmulo de problemas sociales y, dado que no va a haber cheque en blanco, si muestra indiferencia, una inminente explosión social le sorprenderá.

El capitalismo salvaje y despiadado ha copado los centros de decisión, y los gobiernos son marionetas de los intereses de multinacionales que arremeten y especulan, sin tener en cuenta la devastación social que generan.

Indignarse es lo menos que se puede hacer en las actuales condiciones.

Manifestarse es lícito, lógico e incluso saludable.

Cierro mi reflexión refiriéndome a los políticos. El próximo gobierno, si no es Arias, debe cumplir las promesas de campaña, de lo contrario, el pueblo no esperará cinco años para pasarle la factura. Debe hacer un cogobierno, si de verdad tiene la intención de sacar al país del hoyo en que nos deja Martinelli y sumar a todos los sectores a dialogar y acordar la refundación de Panamá.

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